CCOO ha presentado la campaña informativa "Controlando el amianto envejeceremos más activamente"

CCOO ha presentado la campaña informativa "Controlando el amianto envejeceremos más activamente"

Está dirigida a todas las personas que han trabajado con amianto
9 Noviembre 2014

Julián Gutiérrez, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO, Carlos Mella, secretario de Salud Laboral de la FPJ, y José Valdés, de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO, han presentado la campaña informativa “Controlando el amianto envejeceremos más activamente” que será coordinada por un grupo de trabajo de la Federación de Pensionistas de CCOO y de la secretaría de Salud Laboral confederal. Entre sus objetivos se encuentra, además, colaborar con las asociaciones de trabajadores del amianto que existen, extender el programa de vigilancia a familiares de trabajadores y personas que vivían en las inmediaciones de grandes instalaciones de amianto, obtener el reconocimiento de enfermedades profesionales para todas las relacionadas con esta sustancia y la creación de un fondo de compensación económica en el caso de desaparición de las empresas causantes de las patologías.

La campaña está dirigida a todas las personas que han trabajado con amianto, aunque fuera de forma circunstancial, con el objetivo no sólo de informar y "hacer visible lo invisible", sino también de que el reconocimiento como enfermedades profesionales de las enfermedades relacionadas con la exposición al amianto produzca un cambio de contingencia en la situación de jubilación y, por tanto, una mejora de la prestación.

Según recuerda CCOO, hay 41.000 personas en el programa de vigilancia de personas que habían trabajado con el amianto puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad, unas en activo (ahora realizando otros trabajos o en labores de vigilancia de instalaciones o desmontaje) y el resto jubiladas. Una cantidad reducida teniendo en cuenta la cantidad de personas que a lo largo del tiempo estuvieron en contacto directo con esta sustancia empleada en multitud de instalaciones (en la conocida “uralita”; en revestimientos de calderas, barcos, edificaciones; en pastillas de freno y otros componentes de automóviles...).., hasta que comenzó a limitarse su uso a partir de 1990 y se prohibió en España en 2002.

Fuente: CCOO

Foto: CCOO

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