6 formas de motivar sin dinero a tus empleados

6 formas de motivar sin dinero a tus empleados

Incentivos no monetarios que nos llevan a querer implicarnos más en el trabajo.
6 Marzo 2017

La habilidad de motivar a los empleados es una de las competencias más importantes que debe poseer un buen líder y que debe tener en cuenta cualquier organización empresarial que desea tener éxito. 

El dinero es, indudablemente, una de las grandes fuentes de motivación por excelencia cuando decidimos aceptar una oferta de trabajo. Sin embargo, existen otras fuentes motivadoras (tanto extrínsecas como intrínsecas) que hacen que los trabajadores se sientan a gusto en su lugar de trabajo y, por tanto, rindan a un gran nivel.

Además del dinero, hay más fuentes motivadoras...

Si bien nadie desea trabajar en un empleo mal remunerado, la gran mayoría de departamentos de recursos humanos y salud laboral saben que el dinero no lo es todo a la hora de motivar a su equipo de trabajo.

Esto es exactamente lo que piensa Daniel Pink, autor del libro “Drive: The Surprising Truth About What Motivates Us", que en su texto nos explica los factores que nos motivan tanto en nuestra vida personal como laboral y analiza mediante investigaciones y ejemplos que la remuneración actúa como un factor motivante solamente cuando las tareas son simples y claras, pero cuando las tareas son más complicadas y requieren de un pensamiento más conceptual y creativo “la pasta (o la plata)” deja de ser una fuente motivacional. Además, argumenta sobre importancia del desarrollo personal, la autorrealización y satisfacción personal a la hora de rendir de manera eficiente en el trabajo.

Cómo motivar a los empleados sin dinero

Pero, ¿cómo podemos motivar a los empleados sin utilizar el dinero como incentivo? A continuación podrás encontrar 6 formas de motivar a tus empleados sin remuneración económica.

1. Dales autonomía

Está bien que dirijas a tus empleados y emplees cierto control en algunos aspectos del trabajo, pero, según varias investigaciones, el liderazgo democrático o participativo, aquel que fomenta la participación de los trabajadores dejando que los empleados decidan más sobre sus funciones y tengan las suficientes competencias para tomar decisiones, aumenta el rendimiento y la motivación. 

Con esta forma de liderazgo, pronto verás que los empleados trabajan de manera más animada y emplean toda su energía en solucionar los problemas que puedan surgir, Por contra, el liderazgo autoritario, un estilo de liderazgo en el que los superiores tienen el poder absoluto sobre sus trabajadores, tiene el efecto contrario en la motivación de los empleados.

2. Haz tus ideas suyas

En los últimos años se ha hecho muy popular el concepto de liderazgo transformacional. Y…¿qué hace diferentes a los líderes transformadores? Pues emplean altos niveles de comunicación para conseguir transmitir los objetivos y aportar una visión de cambio que consiguen hacer llegar a los empleados. 

Así motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo, porque son capaces de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones del equipo con el que trabajan. En definitiva, hacen que sus subordinados sientan que las metas de la empresa son también sus metas, y esto es altamente motivante.

3. Preocúpate por ellos y haz cosas en grupo

Además de hacer que tus empleados se sientan como líderes, hacer que sus ideas cuenten y hacer que tus ideas lleguen a ellos, dedica tiempo para que se sientan a gusto en el lugar de trabajo y con sus compañeros, porque esto aumenta el nivel de pertenencia a la empresa y a la vez su motivación.

Llévalos a comer de vez en cuando, realiza dinámicas de grupo durante su horario laboral, haz barbacoas los viernes o realiza concursos en los que puedan recibir premios y trofeos por su buena labor profesional. Lo importante es que los empleados estén a gusto con la empresa y con sus compañeros, porque el apoyo social y la buena relación con los compañeros de trabajo es una variable clave para reducir el estrés y aumentar la motivación en el entorno laboral,

4. Involúcrales en los éxitos de la empresa y dales feedback

Muchos superiores tienen la mala costumbre de buscar a los empleados si las cosas van mal, pero se olvidan de hacer a los empleados partícipes de los éxitos de la empresa o reconocerles su buena labor profesional. Es bueno que realices entrevistas periódicas para conocer su opinión sobre su trabajo y darles feedback sobre cómo realizan su labor profesional y cómo lo pueden mejorar.

5. Haz que estén en el puesto de trabajo que encaje con sus competencias

Es importante que los empleados estén motivados con la tarea que realizan, porque el trabajo se convierte en una gran parte de nuestra vida. Si los empleados no están a gusto con el puesto de trabajo o la función que realizan en la empresa es imposible que estén motivados.

En realidad, esto es un proceso que debería empezar en el mismo proceso de selección, puesto que la selección de candidatos idóneos para un puesto de trabajo es la mejor manera para mantener a éstos motivados. Hay personas que desempeñan una gran labor en los trabajos monótonos, mientras que otros disponen de una serie de competencias que son clave para un trabajo más creativo. La idea es que los trabajadores encajen en el puesto de trabajo y la organización no solo en cuanto a sus habilidades, sino también sus expectativas o motivaciones.

6. Déjales crecer y desarrollarse

La posibilidad de crecimiento de un trabajador dentro de la empresa es, sin lugar a dudas, un ingrediente motivador. Y es que para cultivar la motivación hay que cuidar la forma en que los empleados sienten la empresa y cómo estos se visualizan dentro de ella. Los empleados deben sentirse valorados, competentes y con posibilidad de crecer dentro de la organización, porque de lo contrario pueden estancarse.

La capacitación y la formación constante y la posibilidad de desarrollo y crecimiento profesional y laboral dentro de la empresa es clave en el camino para conseguir trabajadores más motivados. 

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