Empresas con Corazón

Empresas con Corazón

La Inteligencia emocional está en el corazón. Podemos reducir los niveles de estrés y aumentar el rendimiento conectando con nuestro corazón
19 May 2014

En el año 2010, la Universidad de Oxford realizó un compendio de centenares de estudios médicos sobre Neurocardiología, y del enorme número de datos obtenido se extrajeron las siguientes conclusiones:

La enorme mayoría de las células del corazón, cerca del 65%, son células nerviosas iguales a las del cerebro. Como aquellas, mantienen contacto directo con todo el cuerpo, tanto a través de las fibras nerviosas que conectan con el sistema nervioso central, vía medula espinal, o con el sistema nervioso autónomo, vía nervio vago, así como por medio de sus numerosos receptores a hormonas y neurotransmisores.
El corazón produce 2,5 vatios de energía eléctrica en cada latido generando un notable campo electromagnético. Es 5.000 veces más intenso que el del cerebro, de hecho es el más potente de todos los órganos del cuerpo. Campo electromagnético que cambia en función de las emociones, y puede volverse caótico cuando estamos estresados, enfadados o frustrados y cuando sentimos miedo. En cambio se muestra ordenado y coherente cuando experimentamos emociones positivas como la gratitud, el perdón, la compasión o el amor. El campo es de tal intensidad que puede ser detectado mediante sencillos instrumentos de medida hasta una distancia se entre 2 y 4 metros.
Hay datos suficientes para pensar que el ritmo cardiaco normal favorece las funciones de la corteza cerebral y en particular la claridad mental y la creatividad. En la práctica se produce que cuando una persona está en un estado emocional intenso, le es muy difícil razonar.
También, hay unas 40.000 neuronas en el corazón. Existe una comunicación neurológica entre el cerebro y el corazón.

Podemos decir, por tanto, que el corazón es inteligente, y que afecta al funcionamiento del cerebro. Su inteligencia parece ser que tiene relación con las emociones. Cuando estamos sintiendo frustración o rabia, las señales del corazón son inestables y caóticas. Cuando sentimos amor, compasión o gratitud, las señales son estables y ordenadas.

Una función cardíaca armónica se consigue cuando hay equilibrio entre el sistema nervioso autónomo simpático, el causante del estrés, y el parasimpático, que lo frena y lo reduce, mediante descanso y relajación.

Parece entonces que la inteligencia emocional está en el corazón y no en el cerebro, y el objetivo sería alcanzar la coherencia cardiaca. Lo que intuitivamente sabíamos, y que muchas culturas antiguas decían, parece que se confirma.

Como sabemos uno de los peores males de las empresas hoy en día es el alto nivel de estrés. El estrés produce una alteración en la coherencia cardíaca y hace que el corazón envíe señales caóticas, al cerebro y al resto del cuerpo, que pueden terminar en enfermedades.

El corazón es una pieza fundamental en nuestro bienestar general, y el medio más directo para reducir el estrés. Si reducimos el estrés, entrando en un estado de mayor coherencia entre cerebro y corazón, gozamos de mayor salud y equilibrio personal, somos más eficaces y más determinantes en nuestras relaciones interpersonales. Además proyectamos un magnetismo positivo y expandimos serenidad y calma a las personas con las que interactuamos.

La coherencia cardiaca se puede medir. La empresa norteamericana HeartMath, lleva años investigando el corazón y su relación con el cerebro, y ha desarrollado tecnología para hacerlo. Esto permite comprobar el efecto del estrés emocional en el corazón y como consecuencia en diferentes sistemas y órganos del cuerpo.

Mediante programas de técnicas sencillas de meditación, respiración y relajación se puede aprender a entrar en contacto con el corazón, y a conseguir sintonizar el cerebro y el corazón, reduciendo los niveles de estrés y aumentando el nivel de rendimiento.

El las empresas cada vez es más importante la gestión de la inteligencia emocional, y  esto nos lleva a conectar con el corazón y con su inteligencia.

¡Empresa saludable, empresa con corazón!

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