Adiós a OLE THORSON JORGESEN nuestro gran lider de la seguridad vial.

Ole Thorson,  allá donde ha estado, ha sido fiel a la filosofía danesa de sus orígenes, basada en el convencimiento de que el bienestar de los ciudadanos se lo construyen ellos mismos con la participación de todos y cada uno de ellos, procurando su seguridad individual pero bajo un patrón convencido de que el marco general debe de ser de dar facilidades a un escenario que facilite la seguridad colectiva.

Una primera fase con responsabilidades en la captación de información de accidentes y el análisis de sus causas en un municipio de gran demografía mediterránea como Barcelona le permitió descubrir la realidad del problema y las grandes posibilidades de poderlo combatir, pero sobre todo le fue abriendo la sensibilidad hacia los problemas de los más débiles y hacia los aspectos que como el medio ambiente reducían la calidad de vida de todos, usuarios o no de la vía pública, motorizados o no.

Motorista practicante ha defendido este medio de desplazamiento en su etapa de usuario efectivo a la que siguió otra de defensa del transporte colectivo como paradigma del equilibrio de espacio público y de respuesta a las necesidades de una movilidad coherente e intermodal.

Defensor del modelo holandés de los “wonerfs” en ámbito urbano para introducir la moderación de la circulación no se ha cansado de liderar durante décadas un discurso social con dos caras de una misma moneda: los efectos perversos de los accidentes a tanto afectado y los efectos positivos de una revolución de respuesta colectiva tendente a la “visión cero” escandinava de poner como objetivo la utopía de 0 accidentes.

Thorson ha liderado permanentemente su apoyo a los afectados por el accidente de tráfico en la dirección de la Asociación PAT (Prevención de Accidentes de Tráfico), con una componente cada vez más fuerte del servicio a las víctimas y sus familiares, lo que ha compartido con otras entidades como Stop Accidentes cuyo origen tampoco le es ajeno.

Y cuando el tema víctimas está encarrilado, ha sabido girar página para atender al grupo de los débiles: peatones y ciclistas. Siempre al lado de quienes son menos fuertes tanto en las colisiones y atropellos como en su empeño de hacerse oir.

Ole ha estado liderando un discurso preventivo y social permanente. Quizás la voz más genuina del pueblo que ha visto invadida su intimidad por el poder del capital y del vehículo a motor. Gracias Ole estés donde estés.