Adicción al dinero: por qué los ricos quieren ser cada vez más ricos

Adicción al dinero: por qué los ricos quieren ser cada vez más ricos

Un estudio de la universidad de Stanford desvela las claves de la adicción al dinero, un problema con raíces laborales
28 January 2014

Una nueva investigación del  profesor Jeffrey Pfeffer de la Stanford Graduate School of Business muestra que cuanto más dinero ganamos, más es el dinero que queremos.

La importancia que le damos al dinero afecta a nuestras vidas de innumerables maneras, desde donde vivimos hasta el tipo de trabajo que elegimos y la cantidad de tiempo que pasamos en el trabajo o dedicamos al ocio. La sabiduría convencional, así como la teoría económica, dicen que cuanto más tenemos de algo, menos deseamos más, pero ese no es el caso con el dinero, donde más raramente es suficiente.

La nueva investigación del profesor Pfeffer puede arrojar algo de luz sobre por qué el dinero puede ser adictivo y cómo esa adicción puede contribuir a salarios cada vez más elevados de los altos directivos de las empresas. El artículo "¿Cuándo ganar dinero hace al dinero más importante?" demuestra que el dinero ganado a través del trabajo es más importante para la gente que el dinero que proviene de otras fuentes tales como inversiones o un billete de lotería premiado. Y cuanto más dinero se recibe por cada hora de trabajo, más importante se vuelve el dinero.

El documento, publicado en octubre en el ILRReview, es el resultado de la investigación elaborada por Pfeffer y otros colaboradores y fue inspirado por una cita de Daniel Vasella, el ex director general del gigante farmacéutico suizo Novartis AG, que en febrero de 2013 declinó aceptar una oferta de 78.000.000 dólares como indemnización al abandonar la empresa después de una reacción negativa del público sobre una indemnización tan elevada (ver enlace al final de la noticia). En una entrevista publicada en el año 2002 en la revista Fortune, Vasella dijo: "Lo raro es que cuanto más gano, más preocupado estoy por el dinero. Cuando ya no tenía necesidad de pensar en el dinero, me encontré empezando a pensar cada vez más en él".

Pfeffer vio esa cita de nuevo hace unos años y a él y a sus colegas de investigación les hizo pensar que el dinero no solo tiene la capacidad de satisfacer las necesidades reales - tales como la compra de alimentos, vivienda y ropa - sino también es un indicador de la valía y la competencia. Las personas generalmente creen que su nivel de remuneración indica la cantidad en la que su organización los valora. "Se nos ocurrió que era muy posible que el dinero funcione de manera diferente a otras cosas que adquirimos, y que cuanto más dinero se tenía, más importante se hace", dice.

Para probar su teoría, los investigadores examinaron el efecto de los cambios en la cantidad de dinero recibido en los cambios en la importancia del dinero en el tiempo. Se basaron en la encuesta británica sobre Panel de Hogares, un estudio longitudinal desde 1991 a 2009, que preguntó, entre otras cuestiones, la importancia de "tener un montón de dinero" en una escala de 1 a 10, donde 10 es "muy importante". Pfeffer y sus colegas calcularon una tasa de salario por hora, suponiendo que si el dinero indica el valor de alguien, el mejor indicador sería el salario por hora. También analizaron las fuentes de dinero no relacionadas con el trabajo, como el alquiler, el ahorro y las inversiones, en comparación con el dinero recibido de un empleador.

El análisis mostró que cuanto mayor es el nivel salarial, más importancia da la persona al dinero. No ocurrió lo mismo con el dinero recibido a través de otras fuentes.

En un segundo estudio, a 71 estudiantes de una universidad de Canadá, se les enseño a hacer aviones de papel y se les dio cinco minutos para hacer tantos como pudieran. Cada participante recibió una hoja de evaluación que les dio una calificación de "muy buena" en calidad y cantidad y, a continuación, recibió un sobre que contenía un dólar o diez dólares. A algunos participantes se les dijo que habían recibido el dinero al azar, mientras que a otros se les dijo que lo recibieron en base a su trabajo. Posteriormente, a los participantes se les preguntó acerca de lo valioso que el dinero era para ellos. Los resultados mostraron que las personas que reciben el dinero de forma aleatoria, independientemente de la cantidad, no difieren en su calificación de la importancia del dinero. Pero los que recibieron diez dólares por la calidad de su trabajo lo consideraron mucho más importante que los participantes que recibieron solo un dólar en función de la calidad del trabajo.

En un tercer estudio participaron 41 estudiantes de una universidad canadiense a los que también se pidió que hicieran aviones de papel. A todos se les pagó diez dólares, pero a algunos se les dijo que el pago se basaba en la cantidad y calidad de sus aviones, mientras que a otros se les dijo que el pago fue al azar. En el siguiente experimento los que creían que recibían dinero en base a la calidad de su trabajo hicieron significativamente más aviones que los que creían que el dinero fue otorgado al azar.

Pfeffer dijo que los tres estudios señalan en la misma dirección: el dinero que proviene del trabajo que hacemos es más importante para nosotros. "El dinero es en este caso un indicador de la competencia y la valía, y eso lo hace adictivo, ya que cuanto más tienes, más quieres", dice. Eso podría ayudar a explicar por qué un número creciente de altos ejecutivos están recibiendo remuneraciones cada vez más grandes. "Nadie quiere que le paguen por debajo de la media porque todo el mundo piensa que ellos están por encima del promedio", dice Pfeffer. "Hay una carrera de remuneraciones en marcha, pero la cuestión central de la historia es que cuanto más dinero recibe la gente, más importante se vuelve."

Aunque Pfeffer no tiene una receta para acabar con la adicción al dinero, sí cree que si la sociedad realmente quiere poner fin a las remuneraciones desmesuradas de los altos directivos "debemos hacer lo que hemos hecho con otras sustancias adictivas - gravarlo. Eso es lo que la política pública ha hecho en el pasado para restringir el uso de drogas legales como el alcohol y la nicotina - les carga de impuestos ", dice Pfeffer. Gravar las remuneraciones elevadas a una tasa superior crearía un desincentivo para los pagos y podría frenar la carrera remuneraciones.

Esta investigación también tiene implicaciones para la compensación de los trabajadores de a pie. Debido a que las empresas en general, recompensan el buen desempeño de los empleados con dinero, ese dinero "se convierte en el equivalente al amor de la organización", dice Pfeffer, y nunca será suficiente, ya que está tan fuertemente conectado con los sentimientos de autoestima de las personas. "Las empresas deben tratar de encontrar otras formas para distinguir la competencia y la valía sus empleados", dice, por ejemplo, ayudándoles a encontrar el valor del trabajo en sí mismo, y no solo a través de la remuneración.

Fuente: Stanford GSB

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