Surgical Procedure, 2007: Damien Hirst, Colección Privada

Surgical Procedure, 2007: Damien Hirst, Colección Privada

Como complemento al tema del flúor, os remito un cuadro del polémico Damien Hirst. Aclaro que es una pintura, no una foto. Es obvio que el autor no conoce en profundidad el mundo que rodea un quirófano. Los zuecos del anestesista lo delatan...
2 September 2013

El quirófano, con numerosos aparatos desconocidos y personas vestidas con extraños uniformes, suele ser un lugar amedrentador. Sin embargo, Surgical Procedure no proyecta esa imagen. La luz es cálida y el ambiente de concentración y serenidad rebaja ese temor. El centro de fuga del cuadro se encuentra justo donde se proyecta la intensa y brillante luz blanca, exactamente sobre el centro de la mesa quirúrgica.

Un cirujano jefe (su posición a la derecha del paciente le delata), un primer ayudante y una enfermera conforman el eje central, concentrados en una intervención quirúrgica sobre la cavidad abdominal baja, en lo que parece una intervención urológica (¿quizás prostática?) a juzgar por la posición de la sonda de drenaje conectada al aspirador. Todos visten las reglamentarias ropas de quirófano (guantes, mascarillas, gorros, batas quirúrgicas) para mantener el mayor grado de asepsia. La enfermera instrumentista mantiene a su izquierda el material quirúrgico, ordenado sobre una mesa de acero inoxidable recubierta por un paño estéril. El cuadro captura el preciso instante en que le está entregando una pinza al cirujano jefe.

Al fondo, en el lado izquierdo del espectador, vemos de forma incompleta a un personaje que se encuentra sentado, escribiendo en la historia clínica. Sin duda es el anestesista. No lleva mascarilla quirúrgica ni tampoco calzas protectoras para el calzado (tan sólo observamos uno de sus zuecos blancos; el otro está oculto por el taburete situado a espaldas del cirujano). No existe ninguna tensión en el personaje, evidenciando que la intervención está transcurriendo de forma rutinaria. Enfrente a él se encuentran los equipos de monitorización anestésica que controlan la mezcla de gases (óxido nitroso, enflurano, etc.), situados justo en el lugar donde se coloca la cabeza del paciente (de hecho, vemos parcialmente el respirador con el que se mantiene conectado). 

Damien Hirst (Bristol, 7 junio, 1965) es un artista británico, internacionalmente conocido como el artista vivo con la obra mejor pagada. Tras una infancia conflictiva (fue arrestado en varias ocasiones por robo en tiendas y siempre ha admitido tener serios problemas con las drogas y el alcohol) se matriculó en Arte y Diseño en la Universidad de Leeds. Posteriormente estudió Bellas Artes en Goldsmiths, Universidad de Londres. Siendo estudiante trabajó a tiempo parcial en una morgue, una experiencia que influyó posteriormente en su elección de temas y materiales. La muerte es el tema central de su trabajo. Es conocido sobre todo por sus series de Historia natural, en las cuales, animales muertos son preservados en formol. Uno de sus trabajos más icónicos se trata de un tiburón tigre inmerso en una vitrina con formol. Otro de sus trabajos, una calavera humana de platino y enteramente incrustada de diamantes, fue vendida por 74 millones de euros.

Sin embargo, no todo el mundo comparte este mismo entusiasmo por el artista. Para muchos expertos, Hirst es el mayor timador de la historia y, según David Hockney, el pintor británico más prestigioso del momento, sus cuadros son un “insulto” al arte. 

No es el caso de este cuadro hiperrealista que es necesario mirar con lupa para darse cuenta de que no es una foto.

Nota del autor: Resulta evidente que Damien Hirst no conoce en profundidad el mundo que rodea un quirófano. Si así fuese, hubiese rectificado los zuecos del anestesista.

¿Cómo reconocer dentro de un quirófano a los diferentes especialistas sólo por los zuecos?

El cirujano tiene manchas de sangre; el traumatólogo, restos de yeso; el cirujano plástico restos de silicona; el anestesista…manchas de café con leche.

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