Gestión preventiva en proceso de intentos de rescate y contacto con los 33 mineros de la mina San José

El año 2010, la noticia de que en Chile, cerca de la ciudad de Copiapó, 33 mineros habían quedado atrapados en el interior de la mina San José dio la vuelta al mundo, como asimismo los esfuerzos que se fueron desplegando para intentar contactarlos y posteriormente rescatarlos. El autor, experto profesional en prevención de Riesgos, tuvo la oportunidad de participar durante los 17 primeros días que duraron los dos primeros intentos de rescate subterráneos y trabajos de sondajes que intentaban contactar a los mineros. El presente trabajo muestra lo sucedido durante estos primeros 17 días desde la óptica del proceso de organización de la gestión preventiva de las más de 40 empresas y 500 personas que llegan a prestar ayuda con mucho entusiasmo, pero con estándares de seguridad disimiles y que además se encuentran con un caos inicial, sin un liderazgo claro y condiciones medio ambientales adversas. Adicionalmente se muestran reflexiones y conclusiones tanto de este proceso, como de distintos factores que permitieron que se produjera este evento. Al autor, le correspondió liderar el proceso de organización preventiva durante los primeros 17 días y de la interacción con los distintos expertos en prevención, profesionales, trabajadores y autoridades surgen las conclusiones sobre los factores que posibilitaron el derrumbe como asimismo los factores de éxito del proceso de rescate. Mucho se ha escrito del caso de la mina San José, pero este es el primer trabajo que recoge la mirada de los profesionales de la prevención de Riesgos participantes y relacionados con el evento de la mina San José.
Main Author: 
Luis Alberto
Eyquem Santoro
Universidad De La Serena
Chile

Introducción

Contexto del Problema

El año 2010, la noticia de que en Chile, cerca de la ciudad de Copiapó, 33 mineros habían quedado atrapados en el interior de la mina San José dio la vuelta al mundo, como asimismo los esfuerzos que se fueron desplegando para intentar contactarlos y posteriormente rescatarlos. La información que profusamente se ha entregado respecto de este caso, en muy pocas ocasiones ha incluido la visión de los profesionales de la prevención de riesgos que participaron en las distintas etapas del proceso de rescate o incluso previo al colapso.

El autor, experto profesional en prevención de riesgos, tuvo la oportunidad de participar durante los 17 primeros días que duraron los dos primeros intentos de rescate subterráneos y trabajos de sondajes que intentaban contactar a los mineros. Durante este periodo, por iniciativa propia lideró acciones tendientes a que en el proceso estuviese siempre presente la premisa de la prevención de accidentes. Aprovechando esta experiencia, surge la idea de realizar un trabajo que incluyera antecedentes lo más fidedignos posibles de la situación previa y del momento del colapso como asimismo la percepción de otros expertos en prevención de riesgos, quienes también tuvieron un rol importante durante ese periodo.

Objetivos Generales

El Objetivo general del presente trabajo es mostrar lo sucedido durante estos primeros 17 días, desde la óptica del proceso de organización de la gestión preventiva y adicionalmente entregar reflexiones y conclusiones tanto de este proceso, como de distintos factores que permitieron que se produjera este evento.

Objetivos Específicos

Obtener y sintetizar la información y percepción de los protagonistas acerca de cómo se abordaron, desde el punto de vista de la gestión de prevención, para evitar accidentes, las distintas acciones que se realizaron durante las siguientes etapas:

Antecedentes previos y del momento del derrumbe.

Primer intento de rescate subterráneo.

Intentos de contactar a los mineros atrapados utilizando sondajes, y

Paralelamente segundo intento fallido de rescate subterráneo

Metodología

En relación a los eventos previos y del momento mismo del colapso, se recurre principalmente a fuentes bibliográficas tales como: diarios locales, diarios y televisión en sus plataformas de Internet, informes de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Informe de la comisión de minería y energía (ICME), y del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), conversaciones con los mineros y expertos de la ACHS y de la empresa, fuentes de información adicionales relacionadas con el proceso judicial posterior e información de organismos públicos relacionados con el caso.

En lo relativo a los sucesos ocurridos posteriormente, además de las fuentes mencionadas, se sostuvo conversaciones con personas de la empresa y principalmente con expertos en prevención que lideraron aspectos de las etapas mencionadas en los objetivos específicos, para luego pasar a una revisión y redacción de los hechos desde la perspectiva del autor.

Resultados

Antecedentes previo y del momento del derrumbe.

La Mina San José, Junto con la Mina San Antonio son dos puntos de explotación pertenecientes a un mismo yacimiento polimetálico de cobre oro y plata, explotados desde mediados del siglo XIX y el año 1851 llegó a ser una de las cuatro minas de mayor riqueza en la zona de Atacama (Parra, 2012). Se encuentran ubicadas aproximadamente a 45 Kilómetros al Noroeste de Copiapó y ambas faenas pertenecen desde la década de 1980 a la compañía Minera San Esteban Primera, cuyos dueños, eran el año 2010 los Señores Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn (ICME). Figuras 1 y 2 muestran la ubicación de las faenas.

Los trabajos en este yacimiento siempre han sido subterráneos y debido a su antigüedad poseen gran cantidad de labores con distintos tipos de diseños y condiciones de seguridad, pues debe entenderse que históricamente la forma de explotarlo ha ido cambiando con el avance tecnológico, las características del yacimiento y las capacidades económicas de las empresas que lo han trabajado.

Figura 1. Ubicación Mina San José. Adaptado de Google Map

Figura 2. Imagen Satelital faenas San José y San Antonio. Fuente Google Map

En relación a la Seguridad, durante la década del 1990 y primera década del 2010, la empresa tuvo un importante historial de accidentes graves y fatales en ambas minas. Solo en San José dos trabajadores fallecidos entre 2004 y 2007; dos amputados entre 2003 y 2010 y 36 trabajadores heridos entre 2005 y julio de 2010. Trece de estos últimos por la caída de rocas (Ciperchile, 2010). Debido a sus evidentes problemas de seguridad SERNAGEOMIN clausuró y autorizó aperturas, en distintas oportunidades a ambas faenas, la última de ellas afectó a la mina San José entre marzo de 2007 y el 30 de mayo de 2008. En términos de tasas de accidentalidad y riesgo está muy por sobre la media de la industria minera, el último año presentaba 289 días perdidos al año cada 100 trabajadores y una sobre cotización en el seguro de accidentes del trabajo a la ACHS muy por sobre la media del rubro (5,7% V/S 1,6% del Rubro). Sin perjuicio de lo anterior, la empresa siempre mantuvo un Departamento de Prevención de Riesgos y Comité Paritario funcionando, pero con una gestión bastante limitada. (Informes ACHS y SERNAGEOMIN en ciperchile, 2010 )

Un hecho poco conocido es que en Noviembre del 2003, la mina San Antonio sufrió un hundimiento importante que incluso afloró a superficie, pero en esa oportunidad la noticia no llegó a la opinión pública pues no hubo mineros atrapados, ya que poco rato atrás habían salido de la mina. Este caso es relevante, pues se trata de una mina ubicada a menos de 1 kilometro, siguiendo la misma veta y administrada por la misma empresa. En la Figura 2, se puede apreciar la relación espacial entre las minas San José y San Antonio.

En gran parte de su historia, el método de explotación consistió en galerías (túneles) de trabajo y piques para el acceso y extracción del mineral, tan solo a finales del siglo XX se cambia a un método de explotación conocido como realce por niveles (Sub Level Stoping). A continuación, se explica brevemente este sistema de explotación, el que puede ser mejor comprendido si va mirando la figura 3, la que en la izquierda muestra un perfil ideal de cómo se verían las labores de la mina san José y a la derecha, un perfil de cómo se presentaban las labores al día del accidente.

- Se construyen galerías de 3,5x 4 metros de sección por dentro y a lo largo de la veta, cada galería constituye un nivel de explotación el que se identifica con un número correspondiente a la altitud en que se encuentra sobre el nivel del mar. A continuación se perfora la veta desde esas galerías y cargadas con explosivos para ir arrancando el mineral. El que se recupera unos niveles más abajo.

- Cada galería o nivel está separada unos 15 metros en la vertical de la más próxima. Para acceder a los distintos niveles se construye una rampa en forma de caracol, que en este caso era de 8 kilómetros de largo y de una sección 5X5 metros que permite ingresar camiones de 25 toneladas.

- Al mirar el perfil de la mina San José en la figura 3, se puede apreciar una gran cantidad de labores en la que no es posible distinguir con claridad el sistema de explotación mostrado a la izquierda, la razón es que hay muchas labores antiguas, en todo caso si se mira con atención puede observarse una chimenea de ventilación (en rojo), caserones (especies de grandes cavernas producidas por extracción de mineral) y la rampa que recorre de inicio a fin la mina.

Figura 3. A la izquierda, esquema general del sistema de explotación, a la derecha, perfil de la Mina San José al momento del accidente (plano original facilitado por empresa).

Respecto del colapso que deja atrapado a los 33 mineros, este ocurrió aproximadamente a las 14.00 del día jueves 05 de Agosto, en el momento se encontraban 31 trabajadores al interior de la mina 4 de ellos en el taller mecánico y los otros 27 en varios puntos más abajo. Además, recién había pasado por el sector colapsado un camión de transporte de personal, con el conductor y un acompañante, que venía a buscar a los mineros para llevarlos a superficie pues era la hora de la colación. Momentos dramáticos también vivió el conductor de un camión que también venia ingresando en esos momentos a cargar mineral, pero a diferencia del camión anterior, el conductor se encuentra de frente con la nube de polvo y piedras que se estaba produciendo por el hundimiento, logra reaccionar y dar la vuelta para salir conduciendo totalmente a ciegas, pues la nube de polvo lo sobrepasó.

En el interior en tanto, después de varias situaciones de angustia e intentos de salir, los trabajadores deciden quedarse en el refugio, por otra parte en el exterior se produjo una gran confusión inicial, tras la cual personal de la compañía ingresa en dos oportunidades por la rampa y al darse cuenta de la magnitud del hundimiento se inician las comunicaciones con el exterior para solicitar ayuda. (Entrevistas a trabajadores)

Primer intento de rescate subterráneo

Las primeras noticias hacia el exterior llegan aproximadamente a las 18.00, iniciándose de inmediato movimientos simultáneos de autoridades políticas, fiscalizadoras, policiales, bomberos y de empresas particulares relacionadas con la minería. Los primeros en llegar al lugar, aproximadamente a las 20.00 horas., son las brigadas de las empresas, Cía. Mra. Carola y PUCOBRE y el comandante del cuerpo de bomberos de Caldera; posteriormente fueron arribando carabineros, bomberos, autoridades, expertos en Prevención de Riesgos de la ACHS, periodistas etc.

En un principio no hubo mayor información por parte de la empresa, por lo que no se tenía claro que hacer, pero a las 21.00 por iniciativa propia de los que habían llegado primero, se conforma un comando de incidente, siendo designado como líder el Sr. Emilio Carvajal de PUCOBRE, quien solicita el apoyo del Geo mecánico de San José, quien les dibuja un croquis de la mina mientras estaban reunidos en una camioneta. Entre las medidas iniciales están la de establecer puentes radiales e ingresar a la mina para evaluar la situación, en camionetas de PUCOBRE, pero conducidas por personal de San José. Figura 4.

Figura 4. Primeras acciones de coordinación

La primera noche solo se dedicaron a labores de reconocimiento, para luego acordar un intento de rescate a través de una Chimenea de ventilación. Esto implicaba previamente despejar y asegurar algunas áreas, para luego descolgarse por la chimenea e intentar traspasar el punto del hundimiento, pero ellos desconocían que no había sido en un lugar puntual, sino que se trataba de un mega bloque de 700.000 toneladas, que al caer fue destruyendo la rampa en varios niveles. Luego se estimaron sus dimensiones en 100 mts. de largo por 25 mts. de ancho y 145 mts. de alto (figura 5).

Figura 5: imagen izquierda es una vista general (adaptado de Veliz y Mattews 2012) y la de la derecha muestra un detalle de los niveles en que la rampa es destruida (Adaptado de Constanzo 2011).

Las labores de este primer intento de rescate se inician entonces a las 21.00 Horas. del Jueves 5, con no más de unas 20 personas y culminan dramáticamente el día Sábado 7 , después de 42 horas ininterrumpidas de trabajo en el que participaron 180 rescatistas de empresas, bomberos y carabineros.

Hasta las 14.00 del Sábado 7, todo marchaba bien, pues un rescatista de la cuarta compañía de bomberos habían logrado descolgarse antes por la chimenea desde el nivel 365, donde se iniciaba el bloqueo de la rampa, hasta más abajo del nivel 265 y aparentemente podría llegarse al nivel 120 donde ya no existía bloqueo (ver imagen 5 derecha). Gracias a la información que se tenía, todos estaban optimistas y se baja a dos rescatistas para que comiencen a revisar y fortificar la chimenea donde se pudiera y así intentar luego pasar con seguridad la zona más conflictiva que era el nivel 265, donde la chimenea estaba muy cerca del megabloque y con sus paredes muy deterioradas. Uno de estos rescatistas pertenecía a la Cía. Mra. Carola y el otro al cuerpo de bomberos de Chañaral, coordinados por la persona designada como comandante de las operaciones de emergencia, el Sr. Mario Olave también rescatista y bombero.

Todas las ilusiones se desdibujaron bruscamente, cuando en un momento dado comienzan a caer piedras que rompen el cable de comunicación que llevaban los rescatistas y además se sienten ruidos y movimientos que parecían indicar que se estaba produciendo un nuevo reacomodamiento del megabloque y la chimenea empieza a colapsar en su parte baja. Los minutos siguientes fueron dramáticos y en una maniobra realmente desesperada, los rescatistas que estaban arriba comienzan un sistema de postas para tirar rápidamente las cuerdas de las que colgaban sus compañeros y recuperarlos. Posteriormente suben todos a las camionetas y evacuan la mina.

Posteriormente hubo momentos de mucho dolor, pues hubo que reconocer que se había fracasado y que era imposible un rescate subterráneo, no vislumbrándose hasta ese momento ninguna otra alternativa.

De acuerdo al Sr. Emilio Carvajal, Experto Profesional en Prevención de Riesgos y uno de los principales líderes de esta etapa, menciona entre otros, los siguientes aspectos con los que tuvieron que convivir y que perfectamente podrían haber causado un accidente: Muy poca información inicial, fuerte presión de familiares y autoridades, gran cantidad de gente que llega a ayudar y presiona para ingresar, en algunos momentos deserción de algunos brigadistas por lo peligroso de la situación, trabajar contra el tiempo 42 horas seguidas sin descansar, cerca de 180 personas que tienen que interactuar sin haberse conocido antes, espacios reducidos e inestables, trabajar contra el tiempo para definir, solicitar y reunir los elementos adecuados y luego construir reforzamientos y escaleras, todo esto en condiciones ambientales muy difíciles de polvo, temperatura y visibilidad.

Figura 6. Aspectos del primer intento de rescate subterráneo

El Sr. Carvajal, indica que a pesar de todas las circunstancias en contra ya mencionadas y de no haber podido cumplir el objetivo, le quedó la satisfacción de que en el proceso no ocurrió ningún accidente con lesiones a los rescatistas, y menciona a continuación cuales fueron a su juicio algunas de las claves que lo permitieron:

- Haber enfrentado desde el principio la situación con un criterio preventivo, a pesar de las presiones: Seguridad personal, del grupo y recién pensar en actuar.

-Establecer el comando de incidente con un líder, una sola voz dirigía.

-Establecer sistemas de comunicaciones y un punto a la entrada de la mina que actuaba como centro de operaciones en la que se llevaba un registro de los que entraban y salían.

-Se definió que las actividades debían categorizarse por especialidades y definir los especialistas a cargo, a modo de ejemplo: evaluación de la estabilidad del terreno, el mismo geomecánico de San José y luego un especialista de PUCOBRE; Un especialista en logística, que se encargó de coordinar todo lo referente a materiales y equipos que se requerían; Conducción, solo a cargo de trabajadores de Mina San José que conocían bien la rampa,

- Selección del personal, a medida que se presentaban voluntarios se debía hacer una especie de selección según las competencias para derivarlos a las tareas más adecuadas y en algunos casos incluso rechazar la ayuda. Debe considerarse que al interior se realizaban diferentes tareas y que solo los brigadistas más especializados serían los que bajarían por la chimenea.

- Inducción rápida, a los que iban llegando se les explicaba las condiciones en que se estaba trabajando y las medidas preventivas.

- Disciplina y trabajo colaborativo, hubo momentos en que algunos brigadistas no querían realizar labores consideradas menores, se exigió a todos someterse a una disciplina de trabajo pensando en alcanzar el objetivo o bien abandonar la mina. Finalmente todos se constituyeron en un grupo cohesionado dejando de lado los egos personales.

Etapa de Intentos de contactar a los mineros atrapados utilizando sondajes

Después del fracasado primer intento, surgió la alternativa de intentar llegar a los mineros utilizando perforaciones realizadas por maquinas que realizan sondajes en labores de exploración minera. Esta idea, si bien cobró fuerza porque al menos daba una luz de esperanza, se vio desde un principio como un desafío muy difícil y para algunos como algo imposible, por varias razones entre las que se cuentan: era un trabajo nunca antes realizado en el mundo, se contaba con muy pocos días para encontrarlos con vida, había que contactar y traer equipos desde distintos puntos del país con personal especializado, no se tenía seguridad de que los planos estuvieran actualizados ni que las coordenadas del refugio estuviesen correctas, por la geografía del lugar no se podría hacer perforaciones verticales, sino que inclinadas, lo que aumentaba el rango de desviaciones que de todas maneras siempre ocurren, adicionalmente se sabía que esta alternativa serviría solo para contactar a los mineros y enviarles alimentos, pero no se tenía claro cómo se les rescataría.

Otro aspecto muy importante que el público en general no conocía, es que si bien las empresas de sondajes tenían mucha experiencia en trabajos de exploración, estaban acostumbrados a márgenes de error de 5.0 %, los que eran considerados normales y totalmente aceptables, pero aquí se trataba de ser muy preciso (Veliz y Matews 2012). Si se considera que el refugio medía 10X10 mts. y se apunta al centro tenemos que asegurar de dar en un radio de 5 mts, ahora como la profundidad se estimaba en 700 metros un margen de error del 5%, significaba la posibilidad de romper en un radio de 35mts.

A pesar de que todo parecía estar en contra, los primeros equipos de perforación empiezan a llegar el Domingo 8 de agosto, siendo AngloAmerican División Mantoverde, la segunda en hacerlo trayendo con ella un equipo nuevo de su empresa contratista Terraservice, equipo que finalmente sería el que daría con los mineros. Adicionalmente Junto con la máquina, AngloAmerican había enviado al Geólogo de exploraciones Sr. Cristian Astudillo y al Gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la División.

En esta etapa, que duró 14 días, se logró contabilizar a más de 40 empresas incluyendo organismos del estado y aproximadamente 500 personas que llegaron a prestar ayuda con mucho entusiasmo, pero con estándares de seguridad disimiles, caos organizacional inicial, sin un liderazgo claro y condiciones medio ambientales adversas. Los primeros días, las decisiones se tomaban entre los representantes de las 9 empresas de perforación presentes y con algunas coordinaciones para aspectos logísticos con autoridades de gobiernos y algunos jefes de la empresa San José (notas del autor). Ver figura 6.

Figura 6. Mientras en la mina las sondas y bulldozers trabajan sin parar, en las afueras las familias de los mineros atrapados se mantienen en vigilia permanente en el improvisado campamento Esperanza.

Este es el escenario en que el autor decide por iniciativa propia, incentivar una especie de sistema de gestión preventiva que permitiría culminar la búsqueda sin tener accidentes. Inicialmente se contactó con los dos dueños y los expertos en prevención de San José, pero debido al poco apoyo que podían prestar pues se encontraban sobrepasados, se fue coordinando luego con los distintos colegas que venían llegando.

Paralelamente, el Gobierno había decidido tomar el control de la situación y designó como su representante y responsable de las tareas de búsqueda al Ingeniero y Gerente de Minas, del Teniente Sr. Andrés Sugarret. Debido a esto, mmientras el lunes 9 de Agosto era el segundo día de Sondajes en la mina San José, aproximadamente a 900 kilómetros al sur, en el Mineral el Teniente, se encontraban en tareas de la selección del personal que conformaría el equipo que viajaría a Copiapó. Durante el día se efectuaron los preparativos y a las 4 de la madrugada del Martes 10, sale la delegación de más de 20 trabajadores desde Rancagua, siendo despedidos a esa hora, por una gran cantidad de personas que los alentaban y deseaban éxito en su misión); ese mismo día en la mañana Sugarret y su equipo ya estaban en la Mina San José, le acompañaban entre otros su Director de Seguridad y Salud Ocupacional Sr. René Aguilar y su jefe de Prevención Sr. Ovidio Rodríguez. (Entrevista a Ovidio Rodriguez)

Ya en la mina, el Sr. Sugarret puede dimensionar lo complejo de la situación y se entera de la existencia de una organización funcionando en el tema preventivo, solicita al autor continúe un trabajo coordinado con su gente. El paso siguiente, fue acordar que habría un responsable por la seguridad de las labores de superficie a cargo del autor de este trabajo y un responsable de las labores subterráneas que se iniciarían, a cargo del Sr. Ovidio Rodríguez, ambos reportando al Sr. René Aguilar.

Finalmente, luego de innumerables situaciones imposible de describir en pocas palabras, esta etapa culmina el Domingo 22 de Agosto cuando la máquina de Terraservice contacta a los mineros. Fueron 14 intensos días y noches, que junto a la felicidad del contacto se suma la satisfacción de que no había ocurrido ningún accidente, en un tipo de trabajo que es considerado de alto riesgo. Ver Figura 7.

Figura 7. Aspectos relacionados con los sondajes y contacto con los mineros.

De acuerdo al autor, el haber podido completar esta etapa sin ningún tipo de accidente, fue posible principalmente por los siguientes factores:

Que el Gobierno se hubiese hecho cargo y haya designado un responsable de la operación completa, de lo contrario, dado lo complejo de la situación y de los fracasos iniciales, algunas empresas podrían haber decidido abandonar y/o comenzado a surgir discrepancias sobre la estrategia de operar y de llevar adelante las actividades de seguridad.

El haber contado en todos los equipos de perforación con personal calificado, comprometido con la meta y muy receptivo a todas las observaciones de Seguridad que se les entregaban.

Haber logrado organizar la seguridad como si se tratara de una sola gran empresa. En este aspecto una acción básica fue efectuar un catastro para saber cuántas empresas y personas se encontraban en el lugar y distribuir tareas entre los prevencionistas presentes, quienes asumieron con entusiasmo y profesionalismo responsabilidades más allá lo que los obligaba el contrato con sus empresas.

Se efectuaron reuniones diarias, en que los profesionales reportaban avances de las funciones asignadas y se compartían las situaciones de la jornada y las mejores prácticas, lo que fue ayudando a estandarizar en el mejor nivel posible las condiciones de trabajo de las distintas plataformas. Además se generan turnos de prevencionistas en terreno durante las 24 horas, se visita a empresas que no contaban con prevencionistas, se efectúan actividades preventivas cruzadas (inspecciones y conversaciones con trabajadores y jefaturas).

Se genera además protocolo para actuación en caso de emergencia, con señalización puntos de encuentro, divulgación de fonos de emergencia y ubicación policlínico, como asimismo recorrido inicial de la ambulancia de la ACHS por los distintos sectores.

Paralelamente se efectuó un importante trabajo zonificación y demarcación física de áreas para restringir el acceso y exigir el uso de elementos de protección personal en los lugares que correspondía. Lo anterior se complementa con una gran cantidad de trabajos de mejora y construcción de caminos, señalización, definición de flujos y áreas de estacionamiento. Debe destacarse la permanente buena disposición de las autoridades para conseguir y disponer de todos los recursos que se les solicitaba.

Segundo intento fallido de rescate subterráneo (paralelo a los sondajes)

El equipo humano que venía desde la mina El Teniente, estaba constituido por los mineros y supervisores más experimentados en trabajo con cerro vivo, es decir, cuando hay movimiento por reacomodo de esfuerzos en un sector de la mina. El mismo martes 10 de Agosto que llegan, se inician los preparativos del segundo intento de rescate subterráneo, que incluyó desde el punto de vista preventivo la conformación de un equipo de tres profesionales a cargo del Sr. Ovidio Rodríguez de Codelco más dos prevencionistas que ya estaban en la faena, los Señores, Gabriel Rodríguez de la ACHS y el Sr. José Rojas de la empresa Norte Grande; empresa contratista de San José y que tenía 3 mineros atrapados.

Los trabajos subterráneos de los primeros días consistieron en labores de reconocimiento, monitoreo geomecánico permanente del macizo rocoso, limpieza y fortificación de distintos puntos de la rampa con el objeto de ir asegurando los accesos hasta el primer punto en que el megabloque cortaba la rampa. El objetivo final, era luego bajar por la chimenea principal y auxiliar para traspasar el punto de bloqueo y luego continuar avanzando por la rampa hasta los mineros. Figura 8.

Una vez que pudieron ingresar a la chimenea principal, se inicia su limpieza y se evalúa la situación entre los niveles 355 al 295, distancia en que se ratificó la presencia del enorme bloque que impedía en la cota 265 el ingreso de rescatistas en diferentes trayectos de la rampa principal, situación similar se constató en la chimenea auxiliar en los niveles 335 al 295, completamente destruida. En esta oportunidad es cuando por primera vez se logra calcular en forma más o menos exacta el tamaño del megabloque, “Según nuestra estimación era de 100 metros de largo, 25 metros de ancho y unos 135 a 140 metros de profundidad. Era un bloque del orden de 700 mil toneladas” (Sugarret en ICME). Fig.5,pag. 6 .

Figura 8. Muestra distintos aspectos de la intervención de Codelco en el segundo intento de rescate subterráneo. Fuente: Constanzo, 2012 y archivos personales

Dado que la situación era mucho más compleja de lo que se pensó originalmente, Comienza a evaluarse la posibilidad de abandonar los trabajos, pues por una parte los accesos estaban totalmente bloqueados y por otra, el reacomodo del bloque continuaba aumentando en cada minuto el riesgo de un nuevo colapso, por lo que cualquier intento de fortificar o de hacer trabajos en ese sector era un riesgo mayor. El domingo 15 de agosto, se siente un gran crujido que hace suponer un colapso inminente, por lo que se da la orden de abandonar rápidamente la mina, dejando en su interior gran cantidad de equipamiento, pues se privilegió la seguridad de las personas. Había fracasado el segundo intento después de 5 días de intenso y permanente trabajo.

De acuerdo al Sr. Ovidio Rodríguez, los siguientes son algunos de los factores que permitieron terminar esta etapa sin tener accidentes:

Haber realizado, antes de salir de Rancagua, una prolija selección del mejor personal operativo y de jefaturas, pues se sabía que llegarían inicialmente a realizar trabajos de reforzamiento en lo que se llama un cerro vivo (en movimiento) y por lo tanto de alto riesgo.

Haber podido conformar un equipo de trabajo en el que por una parte los 4 jefes sin dejar de ser muy estrictos, logran mantener una gran ascendencia sobre los trabajadores. Paralelo a esto se genera un alto grado de confianza y empatía mutua entre Jefes y trabajadores, complementado además con un clima de buen humor, que permitió bajar el nivel de ansiedad.

Al igual que en lo operativo, un aspecto esencial fue haber conformado un buen equipo de expertos en prevención, ya que a pesar de que ninguno de ellos se conocía y venían de realidades muy distintas, lograron formar en pocos días un equipo cohesionado en el que antes de tomar una decisión importante, siempre se efectuaba un análisis conjunto. Como expertos en prevención de riesgos, debieron mantenerse siempre atentos a lo que estaba ocurriendo, pero procurando que los trabajadores se sintieran relajados, e interviniendo con ellos solo en situaciones de riesgo inminente.

Trabajar por turno, para dar tiempo al descanso y siempre con supervisión directa de los jefes operativos y de los expertos en prevención de riesgos.

Debido a la premura del tiempo, a lo complejo y cambiante de la situación, no siempre se podía cumplir con los rígidos estándares operacionales a lo que estaban acostumbrados, por lo que tuvo que extremarse el proceso de la evaluación de riesgos y tomar medidas de prevención alternativas en función de lo que iba apareciendo en el área. En resumen, más que aplicar estándares rígidos, siempre se aseguraron de dedicar tiempo para planificar y evaluar los riesgos antes de realizar algún trabajo.

Discusión resultados

De toda la revisión de antecedentes bibliográficos entrevistas y conocimiento ´personal previo de la faena, es claro que si bien el colapso de un mega bloque de estas dimensiones era difícil de imaginar, si había una importante historia de caídas de rocas, accidentes graves, fatales y ruidos de desprendimientos que permitían suponer un inminente colapso importante, al que no se prestó la suficiente atención.

Por otra parte, siguiendo la misma línea de antecedentes, queda claro que el conjunto de barreras legales preventivas existentes, léase fiscalizadores, organismo administrador de la ley 16.744, Comité Paritario y Departamento de Prevención de la empresa, no funcionaron como teóricamente debían haberlo hecho.

Respecto del éxito logrado en términos de contactar vía sondajes a los mineros, si bien es un hecho inédito a nivel mundial, no es producto del azar sino que el fruto final de un conjunto de factores imposibles de detallar en esta oportunidad, pero que puede resumirse en: Tener un foco claro, profesionalismo a todo nivel, compromiso del gobierno de turno que se tradujo entre otras cosas en apoyar con los recursos que se solicitasen y principalmente el haber designado un responsable al que finalmente todos debían reportar.

Dado la cantidad de situaciones anómalas o a lo menos de bajo estándar para el medio minero, con que se encuentran las empresas que llegan a ayudar, es que siempre se puso en duda la calidad de sus profesionales. El ejemplo más claro fue la desconfianza que se tenía en los planos topográficos, pero el haber logrado el contacto, fue una demostración de que ellos estaban correctos y probablemente si se hiciera un análisis objetivo, nos encontraríamos que probablemente contaban con buenos profesionales, pero atrapados en un sistema de gestión que les limitaba.

Respecto del exitoso resultado en termino de que no hubiesen ocurrido accidentes, en ninguno de los intentos de rescate, podemos ver que hay aspectos en común, que parten por haber contado con personal operativo y líderes que conocen bien su trabajo y con una formación y disposición positiva en seguridad, continúa con una planificación y organización previa del trabajo, que se iba flexibilizando en base a evaluaciones de riesgo permanente a medida que la situación cambiaba.

A todo lo anterior, debe sumarse la acción directa o de asesoría permanente de los expertos en prevención de riesgos que actuaron en forma profesional, organizada, cohesionada y desinteresada como un solo equipo de trabajo, lo que permitió mejorar los estándares de seguridad en los distintos puntos de trabajo como asimismo de las mejoras de caminos y otras condiciones sub estándares.

Conclusiones

Fue un rescate final exitoso, estamos orgullosos de ello, pero ¿no deberíamos estar sintiéndonos más a menudo igual de orgullosos por evitar este tipo de accidentes? En Este caso particular, duele ver cuantos avisos hubo antes, frente a los cuales nuestra institucionalidad preventiva chilena no actuó adecuadamente, por lo que queda claro que es algo que se debe revisar.

Es impresionante comprobar, una vez más, que cuando el ser humano realmente se compromete con una causa, saca fuerzas, ingenio y recursos para lograr un objetivo, aun cuando todo parezca estar en contra. Probablemente esta es otra delas explicaciones de cómo fue posible que más de 40 empresas y 500 personas que la gran mayoría no se conocía, lograran armar en poco tiempo un solo gran equipo, de cuyos resultados todo el mundo quedó asombrado..

Agradecimientos

Los más sinceros agradecimientos a todos los Expertos en Prevención de Riesgos que participaron en estas etapas del rescate y en especial a los Señores Emilio Carvajal, Gabriel Rodríguez y Ovidio Rodríguez por compartir sus experiencias. Finalizar con un agradecimiento especial al Sr. Cristian Astudillo, Geólogo a cargo por parte de AngloAmerican de la sonda de La contratista Terraservice y que a juicio del autor fue una de las piezas claves, no reconocidas, en el éxito de la operación.

Referencias bibliográficas

http://www.camara.cl/pdf.aspx?prmID=381&prmTIPO=MANDATOANTECEDENTE , ICME, 2010

https://www.camara.cl/pdf.aspx?prmTIPO=MANDATOANTECEDENTE&prmID=61, SERNAGEOMIN

http://ciperchile.cl/wp-content/uploads/informe-achs-minera-san-jose.pdf, Informe ACHS, 2010                                                                                                                                                                       

http://ciperchile.cl/2011/07/16/se-salvan-33-mueren-41-el-siniestro-balance-de-los-accidentes-de-la-mineria-chilena-en-2010

http://pmi-panama.org/wp-content/uploads/2011/05/Present_HugoConstanzo_Rescate_minero_chile.pdf

https://prezi.com/djsbbtpkinrg/derrumbe-en-mina-san-jose-chile/,  Camii Parra 2014

Veliz,W. y Matthew, EL FACTOR GEOLÓGICO San José: Sondajes hacia la vida, 2012. Impresión Ograma.

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