Hernández-Fernaud, Estefanía
Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional / Universidad de La Laguna / Campus de Guajara, s/n / 38205 La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, España
34 922 31 75 27 / efernaud@ull.es
Rolo, Gladys
Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional / Universidad de La Laguna / Campus de Guajara, s/n / 38205 La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, España
34 922 31 75 24 / grolog@ull.es
Díaz-Cabrera, Dolores
Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional / Universidad de La Laguna / Campus de Guajara, s/n / 38205 La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, España
34 922 31 75 23 / mddiaz@ull.es
ABSTRACT
La carga mental está relacionada con las demandas objetivas impuestas por la tarea, el juicio subjetivo del trabajador y la capacidad limitada de procesamiento. La carga mental afecta al rendimiento, el bienestar, la salud y la seguridad de los trabajadores. Los métodos subjetivos de evaluación son los procedimientos más utilizados actualmente. En este estudio se analiza la estructura del instrumento y se relaciona con las características del entorno laboral; además se compara la carga mental en diferentes profesiones. Participaron 250 trabajadores. El instrumento estaba compuesto por 31 ítems sobre carga mental, y cinco ítems sobre condiciones ambientales. Los resultados muestran la estructura factorial del instrumento.
Palabras clave:
Carga mental, evaluación subjetiva, multidimensional.
INTRODUCCIÓN
La carga mental de trabajo deriva de aquellas actividades que implican un mayor esfuerzo intelectual y cognitivo, teniendo más importancia los procesos relacionados con la percepción e integración de la información y la toma de decisiones. Según Gaillard [1], la carga mental de trabajo está relacionada con las demandas objetivas impuestas por la tarea, el juicio subjetivo del trabajador y las limitaciones en la capacidad de procesamiento de la información.
El concepto de carga mental ha ido adquiriendo mayor centralidad como factor del rendimiento individual dentro de los sistemas complejos. Al tiempo, ha ido adoptando cada vez más relevancia en el campo del análisis del trabajo, la evaluación de los requisitos de un puesto determinado y el diseño del puesto [2, 3, 4].
La complejidad del concepto de carga mental de trabajo, unido a la variedad de factores que deben incluirse en la evaluación del constructo, ha llevado a desarrollar
una gran variedad de instrumentos de medida. Entre todos esos instrumentos quizás los más estudiados y utilizados desde el punto de vista aplicado son los métodos de evaluación subjetivos. Tales métodos asumen que una mayor exigencia de capacidad mental de trabajo está asociada con los sentimientos subjetivos de esfuerzo, y éstos pueden ser evaluados adecuadamente por las personas.
A la hora de evaluar la carga mental de un puesto de trabajo desde un punto de vista aplicado debemos tener presentes, básicamente, dos tipos de indicadores: en primer lugar, los factores inherentes al trabajo y/o tarea que se realiza, especialmente, la cantidad y complejidad de la información a tratar en el desempeño del puesto y, el tiempo disponible para realizar el trabajo. Y, en segundo lugar, la incidencia de los factores antes señalados sobre la persona [5].
MÉTODO
PARTICIPANTES
La muestra estuvo compuesta por 250 trabajadores que ocupaban distintos puestos en varias empresas. Siguiendo la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO-88), el 2% de los trabajadores eran directivos, el 4,9% eran profesionales científicos e intelectuales y técnicos superiores, el 12,2% eran técnicos de nivel medio, el 18,3% eran empleados de oficina, el 38,2% eran trabajadores de servicios y un 24,4% eran operarios (Figura 1).
24,4%
 |
|
2,0% 4,9% 12,2% Directivos Científicos, técnicos superiores Técnicos de nivel medio |
18,3%
Empleados de oficina Trabajadores de servicios
Operarios
38,2%
Figura 1. Porcentaje de distribución de la muestra en función del puesto.
La edad media de los participantes era 33,12 años (d.t.= 11,63; rango: 18-61). El 47% de la muestra eran varones y el 53% eran mujeres. El estado civil de los participantes era soltero en el 59,2% de los casos y casado el 35,2%. En cuanto al nivel educativo, el 50% poseían estudios universitarios, el 43,1% tenían estudios secundarios y el 6,9% habían cursado la enseñanza básica. El 49,4% de los trabajadores estaban contratados de forma indefinida, el 42,9% tenían un contrato temporal y el 7,7% eran autónomos o no tenían contrato. La media de antigüedad en el puesto de trabajo actual es de 5,43 años (d.t.= 7,72). La media de horas de trabajo por turno era 6,97 (d.t.= 2,58).
INSTRUMENTO
Se elaboró una escala multidimensional para la evaluación de la carga mental de trabajo subjetiva. La escala estaba compuesta por 31 ítems que debían ser evaluados en una escala de cinco puntos. Los ítems evalúan cinco dimensiones teóricas de carga mental: a) información: se refiere a la cantidad y complejidad de la información que el trabajador maneja en su puesto de trabajo; b) demandas cognitivas: se refiere a los procesos cognitivos implicados en la realización de las tareas; c) organización temporal del trabajo: hace referencia a las condiciones de presión temporal y ritmo de trabajo que exige el puesto; d) características de la tarea: considera diferentes aspectos de las tareas que desempeña el trabajador (p.e.: cantidad de tareas, interrupciones, etc.); y
e) consecuencias: hace referencia a los efectos que la carga mental de trabajo tiene en el trabajador. Además, los trabajadores debían evaluar, también en una escala de cinco puntos, las condiciones ambientales de su entorno de trabajo: temperatura, iluminación, ruido, espacio y condiciones higiénicas.
PROCEDIMIENTO
La escala se aplicó de forma individual y autoadministrada.
RESULTADOS
Antes de realizar los diferentes análisis se invirtieron los ítems negativos. Se comprobó si los ítems del cuestionario presentaban una distribución normal y si existían outliers univariados. En todos los ítems la prueba de normalidad Kolmogorov- Smirnov es estadísticamente significativa, lo que es de esperar debido al gran tamaño de la muestra. Por ello, se ha considerado el valor del estadístico, observándose que todos son inferiores a 0.30, asumiendo la distribución normal para cada ítem. Existen outliers univariados siguiendo el criterio de no aceptar puntuaciones típicas superiores a ±3 (Tabachnick y Fidell, 1989), por lo que se eliminaron cuatro casos.
Se realizó un análisis factorial de componentes principales y rotación varimax. El análisis factorial mostró un determinante de 1.564E-05, el coeficiente de adecuación muestral fue KMO de 0.786 y la prueba de esfericidad de Bartlett fue
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