Adopción histórica de un nuevo tratado sobre propiedad intelectual, recursos genéticos y conocimientos tradicionales
Adopción histórica de un nuevo tratado sobre propiedad intelectual, recursos genéticos y conocimientos tradicionales

Redacción
Los miembros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) aprobaron un nuevo tratado histórico relacionado con la propiedad intelectual, los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados. Este avance culmina décadas de intensas negociaciones y representa un hito significativo en la protección de estos valiosos recursos.
Este tratado es el primero de la OMPI en abordar esta intersección y también es el primero que incluye disposiciones específicas para los pueblos indígenas y las comunidades locales. Una vez que entre en vigor, establecerá en el derecho internacional un nuevo requisito de divulgación para los solicitantes de patentes cuyas invenciones se basen en recursos genéticos y/o conocimientos tradicionales asociados.
Propuesta Inicial de Colombia
Las negociaciones para este tratado comenzaron en la OMPI en 2001, tras la iniciativa de Colombia en 1999, y se destacaron por la inclusión de los pueblos indígenas y las comunidades locales en las discusiones. El director general de la OMPI, Daren Tang, celebró la adopción del tratado e indicó que “estamos demostrando que el sistema de propiedad intelectual puede seguir incentivando la innovación mientras evoluciona de manera más inclusiva, respondiendo a las necesidades de todos los países y sus comunidades”.
Solicitud de patente en recursos genéticos
El tratado exige que, cuando una invención reclamada en una solicitud de patente se base en recursos genéticos, cada parte contratante requiera a los solicitantes que divulguen el país de origen o la fuente de esos recursos. Además, si la invención se basa en conocimientos tradicionales asociados a ellos los solicitantes deben divulgar el pueblo indígena o la comunidad local que proporcionó los conocimientos.
Los recursos genéticos, presentes en plantas medicinales, cultivos agrícolas y especies animales, no pueden protegerse directamente como propiedad intelectual, pero las invenciones desarrolladas a partir de ellos sí, y generalmente se hace a través de patentes. Muchos están vinculados a conocimientos tradicionales, utilizados y conservados por los pueblos indígenas y comunidades locales durante generaciones, lo que contribuye al desarrollo de invenciones protegidas.