Bill Gates cree que en 18 meses las IA enseñarán a leer: "Serán tan buenos profesores como los humanos"
Bill Gates cree que en 18 meses las IA enseñarán a leer: "Serán tan buenos profesores como los humanos"
Quizás suene extraño, pero si hacemos caso a Bill Gates podríamos encontrarnos con una situación similar en poco tiempo. Por afinar el tiro, bastarían 18 meses.
Si por algo se ha hecho popular Gates, más allá del papel que ha desempeñado en la historia del software y su olfato empresarial al frente de Microsoft, es por su faceta de visionario. Que no anda escaso de puntería en lo que a nuevas tecnologías se refiere lo ha demostrado ya en varias ocasiones.
Hace cerca de 20 años el magnate ya dio en el clavo al predecir el éxito de los smartphone, las plataformas sociales, los pequeños dispositivos conectados o los comparadores de precios y tampoco le fue mal al vaticinar algo parecido a lo que acabó siendo la pandemia. Cuando de opinar se trata tampoco le cuesta lanzar comentarios arriesgados, como ya demostró con los NFT o coches eléctricos.
"Las IA llegarán a esa capacidad"
Ahora el foco de Gates se ha centrado en la inteligencia artificial (IA) y sus aplicaciones en educación. Durante una charla magistral impartida en la cumbre ASU+GSV, celebrada en San Diego, EEUU, el empresario se mostró convencido de que la IA van camino de ayudar a los niños a leer y perfeccionar sus habilidades de escritura. Tan próximo ve ese escenario que no le extrañaría que pudiera darse ya a corto y medio plazo, tras apenas un año y medio de entrenamiento.
"Si tomo solo los próximos 18 meses, las IA entrarán como asistentes del maestro y le darán retroalimentación sobre escritura. Luego ampliarán lo que somos capaces de hacer en matemáticas —reflexionó el empresario en California—. Nuestro cuello de botella en matemáticas se trata más de cómo encajamos en el sistema general y cómo logramos la adopción de ese maestro". ¿Sustituirán por lo tanto las IA a los profesores? Gates apunta a un escenario en el que actuarán como apoyo.
"Las IA llegarán a esa capacidad, a ser tan buenos tutores como cualquier ser humano", explicó Gates, convencido de que la "increíble fluidez a la hora de leer y escribir" que ya han desarrollado los chatbots a lo largo de los últimos años les servirá para ayudar a los estudiantes a mejorar su habilidad con las letras.
"Al principio lo que más nos sorprenderá es cómo ayuda con la lectura y cómo te da feedback sobre la escritura", abundó el empresario en declaraciones recogidas por la cadena CNBC. Al fin y al cabo, dar lecciones sobre escritura o evaluar textos exige prestar atención a aspectos como la estructura o la claridad expositiva, un "ejercicio altamente cognitivo" que ha sido difícil asignar a los ordenadores.
Que la IA logre avanzar en su uso educativo no supondrá únicamente un hito interesante a nivel tecnológico. Si lograse convertirse en una herramienta de apoyo tendría interesantes aplicaciones en el terreno práctico, como facilitar el acceso a clases particulares a estudiantes que ahora no pueden permitírselas.
"Esto debería ser un nivelador. Porque tener acceso a un tutor es demasiado costoso para la mayoría de estudiantes, sobre todo si ese tutor se adapta y recuerda todo lo que has hecho y revisa tu trabajo", reflexionó Gates.
"La IA va a ayudar con las matemáticas —la capacidad de entender los errores mentales, la capacidad de darte feedback muy rápido de forma aún más profunda de lo que lo hacen los sistemas actuales—, pero no diría que ayude inmediatamente con la parte motivacional. Todavía no tenemos el tutor personal".
"El estándar de oro del aprendizaje es básicamente un tutor personal que observa tu cansancio y tus intereses y se adapta constantemente. Porque cuando tienes un estudiante, eso es mucho más fácil de hacer —enfatiza Gates—. Las IA alcanzarán esa capacidad, para ser tan buenos tutores como cualquier humano".
No es la primera vez que Gates comparte su optimismo sobre la IA y sus aplicaciones. Hace poco más de un mes plasmó parte de sus ideas en su blog personal, en el que reconoció que a lo largo de su vida únicamente ha asistido a dos demostraciones tecnológicas que le mereciesen la etiqueta de "revolucionarias": la primera, 1980, fue la interfaz gráfica de usuario que derivaría en Windows; la segunda, en 2022, una muestra de las capacidades de ChatGPT.