Diez trucos para estar motivado (según la ciencia)
Diez trucos para estar motivado (según la ciencia)
La palabra motivación procede del latín motivus o motus, cuyo significado original es ‘causa del movimiento’. La evolución del término nos lleva en el lenguaje actual a la definición psicológica: «Lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado». Si pensamos en el día a día, la motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta hacia metas o fines determinados. Un empuje del que muchas veces se necesita una doble dosis para seguir adelante, especialmente en los tiempos más difíciles.
Si necesita un poco de ayuda para estimular tu motivación en el trabajo, en tu vida social o personal, la ciencia puede echarle una mano con los siguientes trucos.
Pensar en positivo
Uno de los puntos de partida más importantes para la motivación es pensar en positivo, ya que los razonamientos van a influir decisivamente en cada paso que demos. Los estudios psicológicos explican que afrontar el día a día con una visión positiva de las cosas permite avanzar hacia las metas.
Cuestionarse la viabilidad
Varios análisis científicos han demostrado que las personas que se plantean si son capaces de alcanzar un objetivo, generalmente, tienen más éxito que los que simplemente dicen sin pensar que lo van a lograr. Cuestionarse sirve para plantear preguntas que inician un proceso mental para, inconscientemente, buscar la solución a los problemas y así llegar al objetivo sin frustrarse.
Plantear escenarios realistas
Tan esencial es pensar en la viabilidad, como plantear escenarios realistas sobre el objetivo que se quiere conseguir para estar motivado. Una investigación de la Universidad de Nueva York señala que las personas que tienen demasiadas ideas fantasiosas tienden a trabajar y esforzarse menos que aquellas con un pensamiento más crítico o realista. De ello se desgrana que, si queremos mantenernos motivados, debemos tener una perspectiva realista sobre nuestras metas para ver el camino que debemos seguir y estar dispuestos a recorrerlo.
Separar la meta en etapas
Es muy importante no pensar solo en la meta, también en los puntos intermedios necesarios para llegar a ella, como apunta una investigación de la Universidad de Harvard. La institución estadounidense ha demostrado que nada puede motivarnos más a continuar que la sensación de estar progresando, ya que, cuando una persona siente que no progresa, por mucha motivación intrínseca que tenga, terminará tirando la toalla. Por ello, la ciencia recomienda marcarse una serie de pequeños objetivos diarios, semanales y mensuales.
No te recompenses los pequeños pasos
No obstante, aunque sea importante marcar etapas intermedias, no deben premiarse. La recompensa perjudica el objetivo, según un estudio de la Universidad de Oxford. Por mucho que crea que se las merece, los investigadores han demostrado que reduce la motivación a largo plazo, incluso puede tener el efecto contrario.
El método de los tres porqués
Varias investigaciones han demostrado que recordar el significado de lo que hacemos nos dará mayor fortaleza mental y motivación para seguir adelante. Una de las mejores técnicas para ello es el ‘método de los tres porqués’: se trata de preguntarse tres veces por qué queremos llegar a la meta. Las respuestas, previsiblemente, serán altamente motivadoras.
Competitividad sana
Para los especialistas en salud mental, la competitividad entre amigos, siempre que sea sana, es una gran fuente de motivación. Esta predisposición a la competencia puede sernos muy útil para incentivarnos a luchar por nuestros objetivos. «Si un familiar, un amigo o un compañero de trabajo tiene metas parecidas a las tuyas, puedes reclutarle para tener una sana competencia que pueda ayudaros a ambos. Semana tras semana, podéis poneros al día de quién ha logrado correr más kilómetros, fumar menos cigarrillos, conseguir más ventas, hacer más flexiones, conquistar a una persona, etcétera», apuntan los psicólogos.
Practicar ejercicio
Aunque puede darse el caso de que la motivación que busca sea precisamente para hacer ejercicio, los expertos señalan que entrenar es vital para aumentar la energía de nuestro cuerpo y aliviar el estrés. Además, un estudio apunta que hacer ejercicio de forma regular, solo 15 minutos al día, es suficiente para conseguir una mayor motivación.
Cuide su mente
Lo decían los romanos: «men sana in corpore sano». Porque tan importante es cuidar el cuerpo como cultivar la mente. Más concretamente, un análisis de científicos de varias partes del mundo ha comprobado que meditar periódicamente permite estar más preparado para resistir los impulsos irracionales y mantener los compromisos.
La importancia del lugar
El espacio donde vaya a realizar la actividad para la que quiere estar motivado es clave. Un estudio de la Universidad del Sur de California revela que una parte importante de la generación de la motivación tiene que ver con las señales contextuales. Por ello, ciertos lugares nos recuerdan lo que queremos llegar a conseguir, algo que activa ese empujón anímico necesario.