La sal es más importante que las bajas temperaturas en la formación de hielo marino

La sal es más importante que las bajas temperaturas en la formación de hielo marino

Cuando los mares polares se congelan y se forma hielo, no se debe solo al aire frío que enfría la superficie del agua
6 January 2023

Investigadores de la Universidad de Gotemburgo han descrito este efecto en un nuevo estudio científico. El hielo marino se forma en las regiones polares porque hace mucho frío en invierno. Sin embargo, el agua fría es más pesada que el agua tibia, por lo que el agua fría debe hundirse y no permanecer en la superficie. Este hundimiento debería devolver el agua más caliente a la superficie evitando que se forme hielo en los océanos.

Los investigadores presentan una explicación de por qué no es así. El estudio se publicó en la revista Science Advances (adjuntamos enlace). “La salinidad del agua superficial es menor, gracias al suministro de agua dulce proveniente del derretimiento del hielo en los polos y la precipitación en el océano. La diferencia de salinidad entre el agua superficial y el agua más profunda es un factor importante para la formación de hielo marino a bajas temperaturas en los polos. Sin la diferencia de salinidad, el agua no se habría estratificado, lo que provocaría una mezcla continua del agua de mar y evitaría la formación de hielo”, dice Fabien Roquet, profesor de oceanografía física en la Universidad de Gotemburgo.

La diferencia en la salinidad crea una "tapa" La superficie del agua, con su menor salinidad, crea una “tapa” que evita que el agua caliente suba a la superficie. Sin esa tapa, las frías temperaturas polares no serían suficientes para congelar agua más cálida en continuo movimiento. La fuerza de esta tapa de salinidad se debe a las propiedades únicas del agua de mar. En agua dulce, el agua que está a menos de 4 grados centígrados tiene una densidad menor y, por lo tanto, permanece en la superficie y se congela en hielo, sin mezclarse con agua de mayores profundidades.

En el océano, el agua salada tiene una densidad que es más baja exactamente en el punto de congelación, alrededor de -2C. Sin embargo, la densidad del agua varía mucho menos con la temperatura en agua fría que cuando está más caliente, lo cual es muy inusual para un fluido.

El hielo marino inhibe el efecto invernadero “Cuanto más te acercas a los polos, más importante es la salinidad para limitar la mezcla y la igualación de la temperatura del agua en toda el agua”, dice Fabien Roquet.

Este descubrimiento muestra cuán importantes son las propiedades especiales de la molécula de agua para el clima de la Tierra. El intercambio de calor entre el océano y la atmósfera se ve afectado no solo por las diferencias de temperatura, sino también por la salinidad del océano. Sin este hecho, sería imposible que se formara hielo marino en mayor medida.

El hielo marino es en sí mismo un factor importante para impedir el efecto invernadero, porque refleja la luz del sol. “Con el calentamiento global, vemos una disminución en el hielo marino, lo que afecta la capacidad de los mares polares para mantener la 'tapa' de menor salinidad que evita que el carbono se eleve a la atmósfera. Pero al mismo tiempo, un clima más cálido puede conducir a un aumento de agua dulce en los mares polares a medida que los glaciares se derriten y las precipitaciones aumentan potencialmente. La diferencia de salinidad puede aumentar, lo que puede contribuir a mantener la formación de hielo marino. Pero es difícil predecir qué efecto será el dominante; solo tenemos que esperar y ver”, dice Fabien Roquet.

Fuente: Universidad de Gotemburg

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