El arte de establecer tus propios límites
El arte de establecer tus propios límites
Establecer límites es una parte fundamental del desarrollo de cada una de las relaciones saludables en tu vida.
Pero, ¿qué es exactamente “establecer límites” y por qué lo llamo un arte?
La libertad de una persona termina en donde la libertad de otra comienza. Esta es la razón por la que es esencial establecer tu propio “territorio” psicológico, así como expresar tus deseos e ideas de una manera positiva a quienes te rodean.
Por ejemplo, en tu vida amorosa deberías de expresar lo que esperas de la vida y de la relación en general, lo que deseas y lo que estás o no dispuesto a soportar.
Claro que no es necesario entregar una lista detallada con tus expectativas en la primera cita, pero a medida que la relación va progresando y se comunican diariamente, pronto tendrás la oportunidad de dejar en claro lo que realmente es importante para ti: tus sueños, valores, etc.
Después, será oportuno definir algunas reglas básicas para la relación y en el mejor de los casos, la otra persona estará de acuerdo.
Los límites que establecerás serán tan únicos como tú. Para algunas personas la infidelidad es un gran problema y razón más que suficiente para romper la relación, mientras que para otros, es una expresión de la libertad personal y estarían dispuestos a mantener una relación abierta.
Algunos, odiarán que su pareja sea perezosa o impuntual y a algunos más, hasta les parecerá graciosos y lo soportarán. ¿Cuáles son tus límites?
Esto no sólo es válido en tu vida amorosa. Estableces límites en todas tus relaciones: con tus padres, tu familia y amigos (usualmente durante y después de la pubertad cuando tienes edad suficiente para negociar).
TU decides si lo que ellos opinen va a definir tu elección de pareja, tu carrera y demás decisiones, no ellos. Tú decides si su opinión es tan importante como la tuya en esos aspectos y por qué.
Recuerda que la gente que te aprecia tratará que vivas de acuerdo a sus valores porque creen que eso es lo que te hará feliz. En realidad, es algo bueno puesto que significa que les importas pero la decisión tiene que ser tuya y es tu responsabilidad comunicársela a ellos.
¿Por qué lo llamo un arte?
Primero, porque requiere de mucho trabajo, habilidad y algo de talento. No sucede de la noche a la mañana. Tienes que encontrar la manera correcta de explicar lo que quieres a las personas que te importan, a veces, corres el riesgo de ofenderlas. Intenta no ser muy duro, explica tus razones y se receptivo a sus opiniones.
No seas egoísta y solo exijas. El tema de los límites es un camino de doble sentido que requiere acuerdo y entendimiento.
Las personas más cercanas a ti te conocerán mejor, pero si no pueden estar de acuerdo en principios fundamentales, su relación será puesta a prueba. Incluso, podría terminar.
Esto también es algo bueno. Así ni tu ni la otra persona involucrada desperdiciarán su tiempo.
Por último, pero no menos importante, después de establecer adecuadamente tus límites, define lo que quieres y comunícaselo a las personas que quieres.
El resultado será genial. Las personas sabrán qué esperar de ti y lo que te pueden o no pedir; sabrán que aunque estés ocupado los sigues queriendo y estarás rodeado de las personas correctas para ti.
No digo que esto es una tarea fácil. Si tienes talento natural seguro que ya lo haces de manera inconsciente y tienes relaciones estables con las personas que amas. Si es tu caso, ¡genial! Si no, recuerda que es algo que PUEDES lograr, inténtalo.