La semana laboral de cuatro días comienza en pruebas en España: «El fin de semana de tres días es el futuro»

La semana laboral de cuatro días comienza en pruebas en España: «El fin de semana de tres días es el futuro»

Industria ha puesto en marcha los trámites para que unas 150 empresas apliquen la libranza de tres días
19 July 2022

El modelo laboral de trabajar cuatro días y librar tres echa a rodar en algunas oficinas de nuestro país. A la espera de que el Ministerio de Industria finalice los trámites para poner en marcha el proyecto en 150 empresas, la medida lleva años implantada en otros países europeos y entre algunas plantillas de nuestro país. Actualmente, ya existen varios casos tanto en España como en Europa. El mayor ejemplo de éxito en la implantación de este modelo es el de Islandia, que entre 2015 y 2019 comenzó a reducir la semana laboral de 40 a 35 horas sin tocar los salarios. En Bélgica también se permite aplicar la semana laboral de cuatro días , aunque las jornadas de lunes a jueves se alargan hasta un máximo de 10 horas diarias. A esto se une que desde principios de junio, unas setenta compañías del Reino Unido están probando el modelo de cuatro días con el mismo salario. Las empresas británicas del proyecto pertenecen a distintos sectores, desde la banca a la hostelería, y evaluarán durante seis meses si esta nueva forma de organización se puede aplicar sin perder ni un ápice de productividad.

Software Delsol fue una de las primeras compañías españolas que dio la bienvenida a la semana laboral de cuatro días con turnos rotatorios para poder atender a los clientes de lunes a viernes a pesar de la jornada extra de libranza. «Lanzamos esta medida en enero de 2020 para ayudar a conciliar al 100% de la plantilla», explica Ana Arroyo, responsable de Recursos Humanos en la compañía, que tiene su sede en Jaén.

Arroyo argumenta que con esta medida han conseguido mejorar el clima laboral , mantener a los clientes contentos y seguir creciendo un 20% en facturación al año. «La medida funciona porque no se han recortado los salarios y porque se presta un servicio de calidad. Además, no se sobrecarga al trabajador», puntualiza Arroyo. Para conseguir alcanzar esta meta, en la compañía jienense tuvieron que aumentar el número de trabajadores y realizar un desembolso inicial de 400.000 euros, una inversión que, asegura, ya se ha recuperado.

«En nuestra empresa nadie se quiere cambiar a otro trabajo»

La empresa jienense Software Delsol lleva ya más de dos años con semana laboral de cuatro días para toda la plantilla. Las libranzas se hacen de forma rotatoria de lunes a viernes. «Cada cinco semanas libramos viernes y lunes y te toca un puente largo», relata Antonio Peña, trabajador de atención al cliente en Software Delsol. Según la experiencia de Peña, la semana laboral de cuatro días está repleta de ventajas y beneficios tanto personales como a la hora de trabajar. «Esto de los cuatro días está genial porque te da tiempo a dejar tus cosas personales hechas sin necesidad de pedir días ni horas . Puedes ir al banco o realizar papeleos y gestiones». Peña, que está divorciado, explica que también le ayuda a conciliar y a quedar más con sus hijos.

En referencia al trabajo en la oficina, Peña remarca que se fomenta el tener más energía y el desempeñar la actividad sin agobios. «El día que descansas recargas las pilas y vuelves más despejado y tranquilo». cuenta. «Hay un compañerismo enorme, estamos todos a una. En nuestra empresa nadie se quiere cambiar a otro trabajo», añade.

A pesar del éxito de su puesta en marcha en determinadas compañías, la semana laboral de cuatro días sigue siendo una quimera y no está ahora en la agenda de gran parte de los empresarios en nuestro país . La amenaza de recesión, el intento de remontada de la actividad económica tras los peores meses de pandemia y la guerra en Ucrania no han generado un caldo de cultivo propicio para experimentos laborales. «La mayoría de las empresas con sede en España afrontan el reto de superar la difícil situación económica y el contexto de incertidumbre, sin embargo, la oportunidad que representan los fondos Next Generation para transformar el tejido empresarial español en términos de valor y productividad sí es un factor relevante si lo que se busca es trabajar menos horas manteniendo el nivel retributivo», argumenta Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.

Al mismo tiempo, hay empresarios españoles convencidos de que la semana laboral de cuatro días acabará imponiéndose en unos años . Fernando Polo, CEO de Good Rebels, puso en marcha esta forma de organización en su empresa de marketing digital hace justo un año. Polo explica que en la compañía que dirige, donde el teletrabajo también está muy presente, la productividad ha subido un 7% por empleado gracias a que trabajar cuatro días permite una mejor organización y que la plantilla cuente con más energía y esté más descansada a principios de semana. «De lunes a jueves, tenemos que ser capaces de hacer el mismo trabajo, gestionar mejor el tiempo y ser más productivos», asevera Polo.

Polo, que dirige las sedes situadas en Madrid, Barcelona, México y Reino Unidos desde Brighton; asegura que su mayor motivación es la de ser un ejemplo para otras empresas y dar un impulso social «Estoy convencido de que el viernes se acabará integrando en el fin de semana y de que el fin de semana de tres días es el futuro. Hay que perder el miedo a dar el salto. Se trata del mismo cambio que tuvo lugar hace 100 años cuando el sábado pasó a ser un día libre. También hay que tener en cuenta que no se puede implantar en muchas empresas en las que se trabaja durante 24 horas los siete días de la semana. Pese a ello, estoy convencido de que las mejoras se extenderán a los contratos de todo tipo de empresas gracias a un recorte de horas o a un mayor número de libranzas», sentencia Polo.

«Hemos reducido el número de reuniones y ampliado el trabajo en remoto para ganar tiempo»

En Good Rebels cumplen ahora en julio el primer año con la semana laboral de cuatro días. Pedro Jesús González, director digital en Good Rebels, explica que en la empresa en la que trabaja llevan años construyendo el cambio gracias a hábitos como operar con ordenadores portátiles, la gestión individual de la jornada o el desempeño laboral a distancia. «Hemos reducido el número de reuniones y ampliado el trabajo en remoto para ganar tiempo. Esto nos ha generado una bolsa de horas que nos permite otorgar más valor para el cliente con menos tiempo», aclara González. «Llevo aquí 12 años y desde el primer día me han recalcado la importancia de la autogestión del tiempo y de la organización propia. Esto es crítico para el modelo de cuatro días, que no se construye de la noche a la mañana, antes hay que dar una serie de pasos», relata.

Entre las ventajas adquiridas, González destaca la mejora de la conciliación, así como la disponibilidad de más tiempo libre; pero también señala avances laborales como que la creación de un marco más fácil de seguir por los clientes y compañeros.

En la misma línea se pronuncia Juan Carlos López, profesor de Relaciones Laborales en ESIC, quien recuerda que el primer debate histórico fue el de la implantación de las 40 horas semanales frente al modelo anterior de 48 horas. También se fueron conquistando derechos antes inexistentes como el descanso durante el fin de semana o las vacaciones pagadas. «Es un debate futuro que está ahí y que traerá un nuevo modelo de relaciones laborales», incide López.

Recorte salarial

Aparte del debate social, implantar el fin de semana de tres días en una compañía también conlleva resolver diferentes cuestiones legales. «Su aplicación parece sencilla, pero hay que decidir si se ejecuta con reducción o no de salario, o si se reduce o amplía la jornada de horas semanales , avisa el profesor de ESIC. Si la implantación afecta a toda la plantilla, dicha modificación no conllevará per se la existencia de contratos a tiempo parcial: todas las personas trabajadoras tendrán una nueva jornada completa, que será de cuatro días a la semana. «Eso sí, para llevarla cabo, será imprescindible una modificación del convenio colectivo de aplicación», aclara al respecto Elisabet Calzada, socia de Laboral de Cuatrecasas.

«Ahora ejecuto las tareas en cuanto llego para acabar antes»

El principal cambio derivado de este nuevo modelo laboral reside en la optimización del tiempo, según el testimonio de Marina Hernández, estratega digital en Good Rebels . «Ahora ejecuto las tareas en cuanto llego para acabar antes», indica. «También nos organizamos mejor entre nosotros, las disponibilidades están más claras, así como las fechas de entrega. En suma, a nivel laboral ha cambiado la forma de organizarno s, de comunicarnos entre los equipos y también con los clientes», asegura Hernández.

«Si surge algo urgente, atendemos al cliente los viernes, pero le hemos educado mucho en este sentido y ya no pide cosas este día, solo cuando ha ocurrido algo grave que afecta a la reputación de la marca», añade.

Hernández, que dice llegar motivada al lunes, cuenta que otra de las claves para ganar tiempo es el teletrabajo ya que ahorra horas de desplazamientos. Las reuniones también son en remoto: «Los encuentros con clientes solo son presenciales una vez al trimestre o cuando comienza un proyecto». La estratega digital de Good Rebels argumenta que es muy díficil encontrar unas condiciones laborales similares en otras compañías del sector y que, frente a lo ocurre en otras empresas de publicidad con mucha rotación, en su empresa casi nadie quiere cambiar a otro trabajo.

Entre las grandes compañías con sede en nuestro país, Desigual dio un paso adelante en la búsqueda de nuevos modelos de trabajo y conciliación y fue la primera empresa de moda en España en ofrecer a sus trabajadores reducir su jornada laboral a cuatro días a la semana, con opción de teletrabajar uno de ellos. Sobre la puesta en marcha en Desigual hace unos meses, Coral Alcaraz, directora de People en Desigual admite que este nuevo formato implica una reducción salarial del 13% asociada al ajuste de horas. De este recorte, la compañía asume la mitad y, al final, el empleado percibe una rebaja del 6,5% en su nómina.

Los empleados que disfrutan de este modelo laboral en España dicen estar satisfechos por contar con mayor tiempo libre, pero también por haber aprendido a organizarse mejor. En el caso de Desigual y según los datos de una encuesta interna, el 90% de los trabajadores consideran que la medida aumenta la felicidad de las personas. «Otro dato significativo es que el 80% creen que ha mejorado la conciliación de su vida personal y profesional y no se imaginan volviendo a trabajar los viernes», indica Alcaraz.

«Veremos normal que todos trabajen cuatro días y libren tres»

El director de Diseño de Marca de Good Rebels, Kike Valdenebro, cuenta que la implantación de la semana laboral de cuatro días no ha supuesto un cambio radical: «Ya habíamos probado muchas iniciativas previamente». Valdenebro subraya el hecho de que siempre se ha confiado en la autonomía de los empleados a la hora de gestionar su tiempo. «Esto supuso un paso más en el mismo sentido, ya que es una forma de animar a la gente a que organice su tiempo para poder disponer de los viernes libremente». «En esta empresa no trabajamos por horas, sino por valor aportado a los clientes y lo importante es llegar al viernes con todo el trabajo hecho. No fue un cambio tan radical, lo que sí ha pasado es que a partir de que tomamos la decisión mucha gente se lo ha tomado más en serio», puntualiza.

Valdenebro se muestra convencido de que la semana laboral es el futuro, como en su día, el futuro fue el fin de semana de dos días. «Creo que, antes o después, esto se extenderá a todos los sectores, veremos normal que todo el mundo trabaje cuatro días a la semana y libre tres», augura.

Al mismo tiempo, Valdenebro asegura que se ha conseguido aumentar tanto la satisfacción laboral como la productividad. «El objetivo no era trabajar cuatro días en vez de cinco comprimiendo el trabajo, sino trabajar menos horas entregando el mismo valor a los clientes» . La clave para conseguir estos resultados es identificar dónde se pierde el tiempo, qué tipos de trabajos se pueden mejorar y qué reuniones pueden evitar, relata el director de Diseño de Marca de esta compañía. «Hemos trabajado en herramientas, en mejorar la planificación interna, y en dar mucha formación para los equipos. El resultado al final es que todo el mundo ha entendido que puede entregar el mismo valor con menos horas, con lo cual, el viernes queda libre», resume.

Con todo, los expertos consultados advierten de que la semana laboral de cuatro días puede acabar con la productividad si no hay una buena organización. Además, recuerdan que no es aplicable en sectores clave como el comercio, la industria o la hostelería. «Hay que advertir que, si no se implementa correctamente, la semana laboral de cuatro días puede derivar en estrés y presión para los profesionales», indica Mónica Pérez, de Infojobs. «Por eso resulta fundamental encontrar una fórmula que, aún con la reducción del tiempo de trabajo, mantenga los objetivos de productividad de las empresas y no afecte al salario de los profesionales», añade.

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