La experiencia del espacio paralelo: ventajas y riesgos del metaverso

La experiencia del espacio paralelo: ventajas y riesgos del metaverso

En un encuentro organizado por LA NACION, empresarios y especialistas analizaron el presente y el futuro de esta nueva tecnología; cómo es el trabajo que empezaron a hacer algunas marcas y que oportunidades surgen
31 May 2022

Sobre estas cuestiones se habló en la primera jornada de la versión renovada de Management 2030, el encuentro organizado por LA NACION, que comenzó con un diálogo entre los avatares del secretario general de Redacción del diario, José Del Rio, y del presidente de Accenture Argentina y de la región de Sudamérica Hispana, Sergio Kaufman, en entornos cambiantes como el desierto de Sahara o el planeta Marte.

Parece ciencia ficción, pero ya es la realidad

“El metaverso es básicamente construir nuestra realidad desde lo digital, digitalizar nuestra realidad y estar inmersos en eso. Lo que primero fue la computación y después fue la telefonía celular es lo que, en tres o cinco años (nadie sabe justo cuándo) será el metaverso. Nuestra realidad de lo cotidiano va a estar totalmente atravesada. Es esta realidad virtual, elementos como los Oculus nos permiten meternos en el estudio de la nacion, ir al desierto de Sahara o estar en el fondo del mar”, explicó Kaufman, a lo que Del Rio agregó que, si bien suena como algo de ciencia ficción, ya es real.

“En este momento nos sentimos en la realidad y no solo es un juego, aunque parece un juego. Buena parte de lo que pasa hoy en internet, sea en la banca, en el comercio electrónico o en las redes sociales, se va a meter en este formato. Vamos a ir al banco o a comprar a la verdulería en el metaverso. Es raro, pero cada vez va a estar más centrado en lo humano. Cada vez va a ser más fácil para una persona meterse ahí dentro”, afirmó Kaufman.

De vuelta ya en el mundo real, el ejecutivo de Accenture dijo que las empresas están realizando pruebas piloto, pero que el uso generalizado va a llegar en tan solo unos meses o, a lo sumo, en algunos años. “Tenemos que empezar a pensar en esto, porque va a ser nuestra nueva realidad. Por la pandemia se digitalizó todo, y creo que la realidad y lo que queda del Covid-19 como costumbre, nos va a llevar muy rápido al metaverso”, consideró. Y agregó que hoy no hay una manera directa de invertir allí, porque recién se están viendo los primeros pilotos de empresas o startups.

“Siempre que se toma una idea innovadora, hablar de retorno es muy difícil. Si recordamos la burbuja de las punto.com en 2001, alguien podría haber dicho que iban a fracasar porque en su momento no funcionaron y, sin embargo, hoy son dominantes en el mundo de los negocios. Esto necesariamente va a tener intentos y algunos fracasos, pero sin duda el camino del éxito va por este lado, aunque no sabemos exactamente qué forma tomará”, cerró.

En el panel presencial –que también luego tuvo su versión en avatares–, Carlos Pérez, presidente de la agencia de publicidad BBDO Argentina, sostuvo que el metaverso es “una gran promesa” y que él no es escéptico, pero tampoco optimista.

“Me parece que hay que ver cómo se da. Es importante hablar del metaverso porque es una gran promesa y las promesas nos gustan y nos llaman la atención”, afirmó. Y dijo que el punto de inflexión para esta tecnología fue el concierto de Travis Scott en el videojuego Fortnite. “Hubo 34 millones de personas que lo vieron online y se dio el cruce de las tres cosas que, para mí, constituyen hoy el metaverso y que son el entretenimiento, la socialización y el gaming. Cuando convergés ahí, se arma una combustión interesante”, apuntó.

Pérez agregó que las personas son las que definirán a futuro qué experiencias funcionan y cuáles no, y hasta qué punto están cómodas en una reunión en el metaverso. Y recordó una frase de Bill Gates que dice que sobreestimamos los progresos tecnológicos de los próximos dos años, pero subestimamos los de los próximos diez.

El rol de la Generación Z

En un análisis sobre los usuarios, la fundadora & CEO de Trendsity, Mariela Mociulsky, consideró que los integrantes de la Generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012) que vienen del mundo del gaming están más familiarizados con esta tendencia que el resto de la población y, al mismo tiempo, tienen valores arraigados, lo cual hizo que cuando hubo un caso de abuso en el metaverso lo denunciaran enseguida.

“En eso hay algo positivo. El metaverso es, como lo indica la palabra, el ‘más allá del universo’. La posibilidad de tener un universo paralelo donde puede haber una infinita cantidad de oportunidades para un mejor bienestar social, pero también donde se pueden replicar las inequidades, la polarización o las mismas problemáticas que tenemos en el mundo actual. Por eso es muy importante entender qué está pasando y qué le pasa a la gente con esto”, aconsejó.

En cuanto a las marcas, dijo que, al ser muy dispar el conocimiento sobre el metaverso, habrá que estudiar qué targets están más familiarizados como para dirigirse a ellos. Hay ya algunas marcas argentinas incursionando, como María Cher.

“Concretamente, empezamos a explorar en el metaverso diseñando algunos productos: unas botas, una cartera y un saco y, posiblemente, en unos días ya van a estar en un market place. Y para dentro de muy poco tiempo, la idea es que uno se pueda comprar un saco y que se pueda llevar en formato digital su gemelo o alguna prenda de la misma categoría”, describió María Cherñajovsky, dueña de la marca.

Consultada por Del Rio acerca de si la decisión de incursionar en esto obedecía a un cálculo de negocio o a la posibilidad de innovar, dijo que desde la marca siempre observan lo que está pasando porque la moda también es social. “El metaverso y los NFT son el mundo que viene. Son los nuevos rock stars. Entonces, estar tiene más que ver con eso que con que hoy creamos que vamos a poder vender más y generar un gran negocio. Creo que tiene que ver con la exploración creativa”, apuntó.

La importancia de lo lúdico

Y no solo en el diseño hay un espacio para la creatividad, sino que la parte lúdica del metaverso también tendrá lugar en las oficinas, según dijo Domingo Speranza, socio y CEO de Newmark Argentina.

“En un mundo híbrido, donde lo presencial tiene que ver con lo social, el metaverso entra en diferentes aspectos, tanto sociales como lúdicos. Yo imagino desde centros de investigación colaborando y trabajando juntos, a una neurocirugía, o una reunión de trabajo, o un momento de esparcimiento. En realidad, las oficinas y los espacios de trabajo se están transformando cada día más en espacios sociales, explicó.

Sobre las inversiones inmobiliarias, dijo que en el mundo real las corporativas ascienden a US$30.000 millones al año, con lo cual los US$500 millones que se invirtieron en el metaverso son marginales, aunque tienen potencial. “Es como lo que pasa con las criptomonedas. El metaverso es especulativo. De sostenerse este mundo, el que compró islas en el metaverso va a ser como el que compró Bitcoin hace cinco años”, puntualizó.

Por otro lado, el director general de Humanize Consulting, Alejandro Melamed, dijo que el metaverso tiene que servirle a la gente para convertirse en mejores personas, para tener la oportunidad de disfrutar mucho más y poder desplegar todo su potencial.

“Creo que no sabemos lo que no sabemos y estamos viendo algo que no sabíamos que podía existir. Estamos en la versión 1.0 de esto. Es como si estuviéramos con el primer teléfono celular. Jamás, previo al teléfono celular, nos hubiéramos imaginado un teléfono celular. Ahora, en ese momento no nos imaginábamos que podría llegar a haber un teléfono inteligente con todo lo que estamos haciendo ahora, con lo cual estimo que el metaverso nos va a seguir dando muchas sorpresas y tal vez es difícil adivinar el futuro, pero lo bueno es que lo estamos construyendo entre todos, y todos somos parte de este momento histórico”, confió.

En cuanto a los riesgos que supone el metaverso, dijo que el primero es el de la pérdida de la privacidad; en segundo lugar mencionó la falta de responsabilidad de los usuarios y/ o las empresas y, en tercer lugar, la posibilidad de que la experiencia pueda cambiar a todo el mundo para mal.

“Aquellos que están en el diseño de esto pueden cambiar de raíz desde las generaciones a la educación y el trabajo, absolutamente todo, con lo cual los riesgos son muchos. Y tenemos que pensar que, en este mundo, la ciberseguridad es el otro aspecto que siempre se engancha. En cualquier momento se puede hackear un metaverso y la vida de las personas puede recaer en manos que desconocemos”, advirtió.

En este punto, llegó el turno de la sección “sin filtro”, en la que los CEO que participaron en ediciones anteriores del encuentro preguntan a sus colegas. Entonces, apareció en las pantallas Gastón Remy, fundador de Nuqlea, que le consultó a Carlos Pérez cuán tangible es el metaverso y cuándo se sabrá el valor que crea. La respuesta fue que falta para saberlo, a lo cual Melamed sumó que aún no se entienden las verdaderas implicancias porque los usos son limitados y el potencial, enorme.

Otro participante de ediciones anteriores, Fernando Storchi, fundador de Megatlon, cuestionó si el metaverso es un paradigma que cambiará las relaciones interpersonales. Cherñajovsky recogió el guante y dijo que existirá la posibilidad de contactarse con alguien y tener un vínculo. “Seguramente será muy distinto, pero creo que es válido. A mí me cuesta muchísimo, pero al menos es válido”, confió.

A su turno, Peréz recomendó ver la película Her que demuestra que una relación virtual se puede sentir real y Mociulsky también hizo hincapié en ese film.

¿Enamorase en el metaverso?

“Creo que es posible enamorase en el metaverso, porque también es la evolución de las redes sociales y las aplicaciones de citas. Hasta hace poco era noticia cuando se casaba una pareja que se había conocido por internet. Conocerse en el metaverso y tener buenas conversaciones puede llegar a enamorar”, concluyó Mociulsky.

¿Qué opinas de este artículo?