Cinco alimentos raros pero saludables y ricos

Cinco alimentos raros pero saludables y ricos

La gran variedad de productos nuevos que llegan a los supermercados es una de las consecuencias más positivas de la globalización
24 April 2022

Comer sano no tiene por qué ser aburrido. Hoy en día, los supermercados cuentan con gran variedad de opciones para preparar un menú saludable. Los beneficios de la dieta mediterránea han sido ampliamente documentados. Sin embargo, los más atrevidos tiene a su disposición gran cantidad de alimentos procedentes de otras culturas, ricos, sanos y originales.

1.Wakame

Todavía son muchos los que desconfían al oír hablar de algas, sin embargo, a raíz de la popularización del sushi cada vez son más las personas familiarizadas con este producto. El wakame es un alga con múltiples usos culinarios, muy popular en la gastronomía japonesa. Hoy en día es fácil encontrarla en los supermercados; Mercadona, por ejemplo, las vende congeladas.

El wakame tiene un sabor sutil y marino. Su textura es carnosa y suave. Contiene vitaminas del complejo B, hierro, ácido fólico y calcio. Es ideal para adelgazar, ya que es hipocalórico y, dado su alto contenido en agua, tiene un gran efecto saciante.

Se puede comer en ensaladas, añadiendo salmón o atún. También se puede usar como ingredientes de recetas como la sopa miso.Están ricas y tienen muchas propiedades beneficiosas, sin embargo, no conviene abusar de ellas. Las algas son muy ricas en yodo y si se consumen en exceso pueden provocar problemas de tiroides. Como curiosidad: se ha estudiado por qué los japoneses pueden consumir algas con frecuencia sin sufrir- como los occidentales- estos efectos. La respuesta está en su flora intestinal: los japoneses llevan siglos comiendo algas y para nosotros es un producto nuevo. Por ello, su flora intestinal, a diferencia de la nuestra, está capacitada para digerirlas y eliminar el exceso de yodo.

2. Romanescu

El romanescu es una variedad de coliflor y es, para muchos, uno de los vegetales más bellos del mundo.

Destaca por su alto contenido en vitaminas C y K. También es importante su aporte de la antioxidante vitamina E, lo que no es habitual en un producto tan pobre en grasas. En ella se encuentran igualmente buenas dosis de ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, concretamente B6 y B2.

El romanescu puede cocinarse al vapor, aliñado con aceite de oliva, vinagre y sal, una forma muy sana de disfrutar de este vegetal. Para una versión más sabrosa, podeos hacerlo al horno, gratinado con bechamel y queso rallado.

3. Judía manteca

La primera vez que vi unas judías verdes de color blanco, me sorprendí bastante y no pude resistirme a probarlas. Resulta que las “judías verdes blancas” reciben el nombre de judías manteca y son muy características de la zona de Levante. Son tiernas y mantecosas y su sabor es más suave y fino que la judía verde que encontramos habitualmente en las fruterías.

En cuanto a sus propiedades nutricionales, son muy similares a las judías verdes tradicionales. Destacan por ser una verdura con pocas grasas y con un bajo aporte calórico, sólo 30 calorías por 100 gramos. Contienen numerosas vitaminas, entre las que destaca la vitamina C, con propiedades antioxidantes y útil para prevenir los resfriados. Además, aportan vitamina A y ácido fólico y son una gran fuente de fibra.

4. Lentejas rojas

Las lentejas rojas tienen un tamaño similar a la lenteja pardina, la más popular en nuestra gastronomía. La principal diferencia entre ambas radica en su color y sabor. Es una variedad muy popular en la cocina tradicional de la India para preparar platos vistosos, nutritivos y sabrosos como el Dahl o curry de lentejas rojas.

Son ricas en hierro, fibra, hidratos de carbono, vitaminas, proteínas y minerales. Sobre todo, se recomiendan para personas con problemas digestivos, ya que son más fáciles de digerir que las lentejas comunes, porque no tienen hollejos.

No hay que ponerlas a remojo antes de cocinarlas y su cocción es más rápida que la de las tradicionales: en 30 minutos están listas.

5. Pak choi

El pak choi se asemeja a la acelga, pero es, en realidad, una col. Empezó a llegarnos hace poco a través de tiendas orientales y especializadas. En los últimos años se está volviendo muy popular y ya puede encontrarse en todo tipo de comercios.

Como todas las coles, el pak choi es rico en agua fibra y vitaminas, tiene muy pocas calorías y es saciante, pero ligera y fácil de digerir. Su sabor recuerda un poco a la endibia, pero más suave y con algunos matices dulces. Puede cocinarse como cualquier otra verdura, pero es especialmente agradecida en salteados de verduras en wok o cocinada al vapor.

Fuente: Economistjurist

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