Las 10 claves que siguen las personas inteligentes para trabajar menos y hacer más

Las 10 claves que siguen las personas inteligentes para trabajar menos y hacer más

No por trabajar más tiempo vas a hacer más cosas: el cerebro tiene un límite y no puede mantener la concentración de forma indefinida. De hecho, según un estudio, a partir de las 55 horas semanales seguir trabajando puede no servirte de nada.
20 April 2022
 

Lo inteligente para ser productivo en el trabajo es huir de las jornadas excesivamente largas, encontrar momentos para cargar las pilas y seguir estas claves para trabajar menos, pero hacer más.

Trabajar muchas horas puede no servirte de nada. Es la conclusión que se podría extraer de un estudio de la Universidad de Stanford (California, EE. UU.), que ha observado que la productividad disminuye de forma importante con el paso de las horas.

A partir de las 50 horas de trabajo a la semana, la productividad se reduce de forma drástica, según la investigación. Tras 55 horas trabajando, la disminución es tal que seguir con las tareas ya no tiene sentido: trabajar 70 o 55 horas acaba suponiendo la misma cantidad de trabajo hecho, afirma.

Así, hacer jornadas muy largas es contraproducente para la mayoría de la gente, ya que el cerebro no puede concentrarse en las tareas durante más de unas pocas horas seguidas y buena parte de la jornada se acaba yendo en otras acciones, como socializar, comer o leer las noticias.

De ahí que surja la diferencia entre trabajar mucho y ser productivo, y debates como el de la semana laboral de 4 días. 

Como en todo, hay excepciones. Elon Musk trabaja entre 80 y 100 horas a la semana, pero también tiene un truco de productividad: divide sus días en franjas de 5 minutos para priorizar las cargas de trabajo entre sus distintas empresas.

La mayoría de las personas que quieran ser productivas en el trabajo, sin embargo, deberían huir de las jornadas excesivamente largas, encontrar momentos para cargar las pilas y seguir estas claves para trabajar menos, pero hacer más, según Entrepreneur:

1. Desconecta

No por trabajar más tiempo vas a hacer más cosas. 

El cerebro tiene un límite, y no es tan resistente como se podría pensar: la investigación de Stanford deja claro que no suele tener sentido trabajar más de 55 horas semanales, los psicólogos apuntan a que la mente solo aguanta unas pocas horas en la misma tarea y otro estudio incluso lo reduce aún más: "La capacidad de atención comienza a decaer significativamente después de solo 20 minutos".

Por eso, tomarse momentos de descanso y desconexión es esencial para recuperar la energía y la concentración, y para no caer en periodos de estrés que perjudican tu salud mental. Si puedes, libera los fines de semana y olvídate de la disponibilidad 24/7.

Si aun así en la práctica no puedes o no te dejan permitirte desconectar todo el fin de semana, al menos prueba a designar momentos específicos para el trabajo, como responder a correos cuando no tienes planes o tus hijos están acostados. "Programar pequeños bloques de tiempo aliviará el estrés sin sacrificar la disponibilidad", asegura Entrepreneur.

2. Programa y minimiza las tareas del hogar

No se trata de dejar de hacer las tareas del hogar para descansar, a costa de tener la casa desordenada y llena de suciedad, pero sí de evitar que te consuman buena parte del fin de semana y acabes 'trabajando' también en sábado y domingo.

Para evitarlo, programa las tareas para un periodo de tiempo concreto y haz todo lo posible para terminar en ese plazo. Si aun así te queda algo por hacer, déjalo para otro día o el próximo fin de semana y pasa al siguiente plan.

3. Haz ejercicio

Hacer ejercicio te ayudará a desconectar, reducir el estrés, desahogarte e, incluso, a que te vengan de repente ideas creativas. 

Nadar, salir a correr, jugar con tu equipo o con amigos, montar en bici, dar un paseo... elige tu actividad, introdúcela en tu rutina y disfruta de los beneficios: mover el cuerpo durante al menos 10 minutos libera GABA, un neurotransmisor calmante que reduce el estrés.

4. Reflexiona

Una vez que has podido desconectar, descansar y salir de la espiral del trabajo constante y del estrés, te resultará más fácil y útil reflexionar sobre tu día a día, tu situación, tu trabajo y empresa, tu sector... y encontrar soluciones.

Así, podrán surgirte buenas ideas y formas de organizarte mejor para aumentar la eficiencia en el trabajo o, incluso, buscar nuevas oportunidades.

5. Busca tu pasión

Ya tienes tu desconexión y has encontrado tu actividad con la que hacer ejercicio; ahora, céntrate en buscar tu pasión: hacer aquello que te encanta y te emociona te ayudará a apartar el estrés y las preocupaciones, abrir la mente y disfrutar.

Puede ser la lectura, el cine, un deporte, la música, la pintura, escribir, jugar con tus hijos... "Quieres que las cosas en el futuro sean mejores. Quieres esas cosas nuevas y emocionantes que hacen la vida mejor", explica sobre su misión Elon Musk, quien tiene la persecución de las pasiones y divertirse como unas de las claves para alcanzar el éxito.

6. Pasa tiempo con tus seres queridos

Aunque el trabajo te consuma casi cada momento de tu vida, o precisamente a causa de ello, no te olvides de las personas a las que quieres y que te quieren y saca tiempo para estar con ellos.

Jugar con tus hijos, cenar con tu pareja, tomar una caña con tus amigos... te ayudará a relajarte y recargar las pilas.

7. Planea microaventuras

Rompe la rutina y aprovecha el tiempo libre entre semana o el fin de semana para hacer algo nuevo: puede ser ir al teatro o al cine, planear una excursión o un pequeño viaje, salir a cenar, ir a un concierto, hacer un escape room o cualquier otra actividad diferente que te guste y se convierta en una pequeña aventura especial.

"Los estudios demuestran que anticiparse a algo bueno es una parte importante de lo que hace que la actividad sea placentera. Saber que tienes algo interesante planeado para el sábado no solo será divertido cuando llegue el sábado, sino que mejorará significativamente tu estado de ánimo durante toda la semana", recuerda Entrepreneur.

8. Despiértate a la misma hora

El fin de semana es la oportunidad para dormir más y mejor, despertarse más tarde y recuperar el sueño perdido. Sin embargo, debe hacerse con prudencia: caer en la tentación de despertarse mucho más tarde puede suponer la alteración de tu ritmo circadiano (ciclo natural que regula los cambios en las características físicas y mentales) y que te acabes sintiendo aturdido y, paradójicamente, cansado.

Por eso, es mejor no dormir mucho más allá de la hora habitual de despertarte durante el fin de semana y acostarse antes si necesitas recuperar horas de sueño, recoge el medio.

9. Reserva tiempo para ti

Tener tiempo para uno mismo ayuda a despejar la mente y disfrutar de esas pequeñas cosas que te gustan, y las mañanas del fin de semana pueden ser un buen momento para ello.

Aprovecha que te has levantado temprano para realizar una actividad física primero, seguida de otra mental, ya que el cerebro alcanza su máximo rendimiento entre 2 y 4 horas después de haberte despertado, apunta la web.

Además, dedicar tiempo a uno mismo y aplicar la estrategia del 'no-tiempo' en esas primeras horas de la mañana ayuda a impulsar la creatividad.

10. Prepárate para la siguiente semana

¿Temes que termine el fin de semana y empiece de nuevo la semana laboral? Dedicar unos minutos a prepararte para afrontar la semana que entra y a planificarla puede ayudar a reducir el estrés y aumentar la productividad.

"La semana parece mucho más manejable cuando la afrontas con un plan, porque lo único en lo que tienes que centrarte es en la ejecución", concluye Entrepreneur.

¿Qué opinas de este artículo?