Comunicación interna, la estrategia está en el interior

Comunicación interna, la estrategia está en el interior

La pandemia impulsa planes comunicativos para cohesionar a los equipos y generar compromiso
20 June 2021

De la conversación de pasillo a la circular del tablón de anuncios, la comunicación interna es probablemente el tipo de comunicación más antigua que realizan las empresas. Eso no quiere decir que se haya gestionado siempre de forma profesional ni que se haya sido consciente de su rol esencial en la gestión y la reputación de la compañía. “Hace tiempo la comunicación interna significaba llevar la intranet y montar las fiestas de Navidad”, comenta Enric Almuzara, mánager de Talento y Cultura del RACC, “pero esto ha cambiado radicalmente”. 

Hace años que la comunicación interna va ganando entidad. Las directivas de las organizaciones constatan que es una herramienta estratégica para conseguir sus objetivos empresariales.

El paso de estructuras muy jerarquizadas a organizaciones más horizontales y la incertidumbre de la pandemia han reivindicado la comunicación dentro de la empresa como un elemento transversal clave para su funcionamiento.

El paternalismo deja paso a una comunicación interna donde priman honestidad, transparencia, empatía y personalización

Joan Cuenca, director del Máster en Estrategia y Dirección de Relaciones Públicas de Blanquerna-URL lo resume así: “No se trata de transmitir información operativa sino de comunicar el rumbo del buque insignia, la perspectiva de negocio de la organización, la historia de sus éxitos y el aprendizaje de sus fracasos. Son factores que motivan más allá de variables como el sueldo, la estabilidad o el liderazgo”. La motivación va íntimamente ligada al compromiso, a sentimientos de pertenencia y orgullo de la compañía, herramientas valiosísimas que ayudan a conseguir los objetivos estratégicos. 

El reto más grande ha sido conseguir la confianza de las directivas, que tendían a ser celosas de la información que compartían”, asegura Almuzara. La pandemia ha acabado por certificar ese cambio. “En momentos complicados hemos visto que explicar las cosas ha funcionado, aunque fueran desagradables o complejas. El empleado lo entiende mejor. Es un cambio cultural”. El paternalismo deja paso a una comunicación interna donde priman honestidad, transparencia, empatía y personalización.

La comunicación como salvavidas

Además, la incertidumbre sanitaria y laboral hicieron de la gestión de la información una cuestión vital. “Si en un período normal nuestro departamento genera unas 60 páginas

de comunicaciones al mes, entre mediados de marzo y mediados de mayo de 2020 generamos más de 600”, explica Almuzara. “La estrategia era mantener la compañía unida en medio de la crisis apostando por la escucha activa y la pedagogía”.

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