El impacto de la automatización, más allá de las fronteras

El impacto de la automatización, más allá de las fronteras

Hasta hace poco, América Latina y el Caribe había quedado al margen del debate sobre los profundos cambios que está experimentando el mercado laboral global debido a la incorporación de la robótica y la inteligencia artificial.
21 May 2021

Una de las razones principales es que, al menos hasta antes de la pandemia del COVID-19, la adopción de estas tecnologìas en nuestra región había sido relativamente lenta. Sin embargo, las transacciones internacionales de bienes y servicios que caracterizan a las economías globalizadas hacen que se deba tomar en consideración no solo la automatización en un país determinado, sino también en un marco global. ¿Qué efectos ha tenido entonces en nuestra región la creciente adopción de robots que se está viendo alrededor del mundo?

Efectos directos de la automatización

La digitalización, la robótica y la inteligencia artificial han transformado el mundo del trabajo como lo conocíamos. El rol de la tecnología ha crecido exponencialmente en todos los sectores de la economía, generando nuevas ocupaciones y cambiando las tareas que realizamos los seres humanos y las habilidades que necesitamos para abrirnos camino en el mercado laboral. No se necesita ir demasiado lejos para visualizar la envergadura de este cambio: la tecnología ha sido fundamental para que millones de personas puedan trabajar a distancia durante la pandemia del COVID-19. ¿Cuál hubiese sido la caída en el empleo sin internet, datos en la nube ni videoconferencias?

El rol de la tecnología ha crecido exponencialmente en todos los sectores de la economía.

Es difícil realizar pronósticos sobre el futuro, pero diferentes análisis anticiparon que cerca del 47% de los empleos en Estados Unidos y más del 60% para varios países de América Latina y el Caribe se encuentran en riesgo de ser automatizados. Esto puede tener sentido, ya que en países desarrollados la introducción de robots ha tenido un efecto negativo sobre el empleo total y los salarios (como muestran estos estudios de Acemoglu y Restrepo y Graetz y Michaels). La evidencia para nuestra región aún no existe, pero se prevé que estos impactos directos de la automatización no sean tan negativos porque la penetración de robots todavía no es muy significativa. De cualquier manera, el destacado economista Daron Acemoglu afirma que el cambio más importante en los mercados laborales en los últimos 30 años ha sido la caída del valor del trabajo como parte del ingreso total de los países, a medida que la automatización se va abriendo camino.

Efectos indirectos de la creciente adopción de robots en las economías desarrolladas

Más allá de los efectos directos que se dan en los países que implementan nuevas tecnologías, en la séptima entrega de la serie El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe argumentamos que, cuando hablamos de automatización, también es necesario tener en cuenta los efectos indirectos que se dan en otras economías que tienen relaciones comerciales con dichos países. El canal a través del cual se producen estos efectos es el mismo que caracterizó el fenómeno de offshoring durante las décadas pasadas, y que ahora, por la automatización, puede dar pie a un proceso de reshoring o nearshoring: al reducir la necesidad del trabajo humano y, por tanto, los costos laborales de producción, la automatización está provocando que lo que antes se producía en economías en desarrollo vuelva a producirse en países desarrollados. 

Cuando hablamos de automatización, también es necesario tener en cuenta los efectos indirectos que se dan en otras economías que tienen relaciones comerciales con los países que automatizan su producción.

Para indagar sobre este tema, nuestro estudio analiza el impacto indirecto de la incorporación de robots en Estados Unidos en tres economías latinoamericanas, Brasil, Colombia y México, usando información administrativa para el periodo 2011-2016. En línea con las tendencias globales de la automatización, la cual está causado pérdidas de empleo en la mayoría de los países del mundo, la investigación muestra un efecto negativo en el empleo y en los salarios de Brasil y Colombia. Este impacto podría explicarse porque el uso de robots habría incentivado la producción doméstica en Estados Unidos frente a la alternativa de producir en países con menor costo de mano de obra como Brasil y Colombia. Sin embargo, en México, cuya economía está más vinculada con la estadounidense, el impacto del uso de robots en Estados Unidos es positivo (México destina el 75% de sus exportaciones a su vecino del norte, e importa el 53% de este país, lo que la convierte en la economía más interdependiente con Estados Unidos). Así, con el caso de México vemos que es posible que la automatización aumente la productividad de la producción estadounidense, incrementando la demanda de insumos intermedios producidos por nuestros países. El efecto de la automatización en Estados Unidos sobre la región dependerá entonces de varios factores, incluyendo cuán cercana es la relación comercial entre Estados Unidos y cada país de América Latina y el Caribe.

El estudio, titulado ¿Cuál es el impacto de la automatización en el empleo y los salarios?, también destaca los impactos heterogéneos en el empleo. Cuando analizamos los impactos diferenciales, encontramos que las mujeres, los adultos mayores y las personas que trabajan en firmas pequeñas son los más afectados. Así, observamos que los grupos históricamente más vulnerables son los que se ven más afectados por la incorporación de nuevas tecnologías en Estados Unidos.

¿Cómo afrontar el avance de la automatización?

Todo parece indicar que el fenómeno de la automatización se verá potenciado por los efectos que ha tenido la pandemia. Para maximizar las oportunidades y mitigar los riesgos asociados a la cuarta revolución industrial, nuestro estudio destaca que es fundamental tener una agenda de políticas que permita identificar los sectores que se verán más afectados tanto directa como indirectamente. Igualmente, se recomienda desarrollar programas de formación en habilidades socioemocionales, digitales y técnicas, que permitan adecuar los perfiles de los trabajadores para que puedan transitar desde ocupaciones en declive hacia las que se encuentran creciendo. Por último, los gobiernos deben acompañar a los trabajadores en sus transiciones laborales, brindándoles protección contra riesgos y conectándoles a buenas oportunidades de empleo.  

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