Recomendaciones para evitar que los hospitales vuelvan a quedarse sin EPI

Recomendaciones para evitar que los hospitales vuelvan a quedarse sin EPI

El Comité CEL de Logística Sanitaria distribuye un análisis de buenas prácticas para garantizar la eficiencia del suministro ante la covid-19.
19 February 2021

Uno de los mayores problemas a que se enfrentaron los hospitales españoles durante la primera ola de la pandemia fue la falta de material de protección y EPI. Por un lado, por una oferta incapaz de satisfacer la demanda y, por otro, por problemas en la cadena de suministros. Ante esta situación, y para que no vuelva a repetirse, el Comité de Logística Hospitalaria, dependiente del Comité Español de Logística (CEL), ha elaborado un informe con recomendaciones para mejorar la eficiencia en este ámbito. Adjuntamos su texto completo.

El documento pone en común las experiencias y mejores prácticas para actuar en circunstancias como la actual. Para su elaboración, se ha tenido en cuenta el plazo de aplicación más inmediato para resolver las incidencias actuales, como la importancia de concienciar a la cadena de suministro de mantener los flujos y servicios para productos y materiales prioritarios. También se incluye una reflexión a futuro observando las mejores prácticas para optimizar los procesos y agilizar la respuesta de la cadena de suministro ante nuevas emergencias sanitarias.

Tres ejes

El texto se centra en tres ejes: asegurar los flujos logísticos de abastecimiento, determinar los requisitos mínimos de calidad para el suministro de productos sanitarios y plantear una serie de recomendaciones preventivas a toda la cadena de transporte para la entrega segura e higiénica de productos a establecimientos sanitarios.

Otro de los puntos abordados en el documento es la necesidad de consolidar la capacidad de adaptación de la producción de otros sectores para los productos demandados, y desde el CEL se menciona la agilidad en las licencias u homologaciones necesarias de dichos proveedores alternativos para suministrar a los servicios de salud. Esto permite que se flexibilice la cadena de valor a nivel local, reduciendo la dependencia de otros mercados y además creado oportunidades de actividad industrial para aquellas empresas que experimentaron un parón en sus fábricas ante situaciones de emergencia.

Ramón García, director de Innovación y Proyectos del Centro Español de Logística, y director técnico del Comité CEL de Logística Sanitaria, observa este momento de crisis sanitaria como una disrupción global: “Todos los análisis apuntan a que medio plazo dejemos de tener tanta dependencia de cadenas de suministro basadas en proveedores de fuera de la Unión Europea (fundamentalmente en China) y recurriremos en mayor medida a producción local y contando con la impresión 3D como un elemento de trabajo habitual, especialmente para las urgencias”.

Por otro lado, García ha comentado que, a futuro, cuando superemos esta crisis, “se hace necesario fomentar la transformación digital en los procesos logísticos de la cadena de suministro sanitaria para responder con rapidez y eficiencia en todas las situaciones”.

Principales recomendaciones

  • Monitorizar de forma constante la situación ante la posibilidad de que se agrave respecto a la expansión del virus, con el fin de mantener la continuidad ante la falta de recursos y personal.
  • Analizar la situación desde el inicio para tomar las medidas de contención en casos futuros (establecer reservas estratégicas ante situaciones de crisis, definir protocolos de actuación, planes de contingencia, etc).
  • Considerar la redefinición de proveedores utilizados, identificando alternativas deslocalizadas para limitar el riesgo de desabastecimiento en situaciones de emergencia y crisis que afecten a la cadena de suministro.
  • Integrar la actividad de fabricación 3D con recursos propios o externos como proveedores habituales en las áreas logísticas sanitarias, especialmente ante urgencias y roturas de stock.
  • Seguir la tendencia que viene marcada por la integración y centralización de servicios y estandarización de procesos y catálogos que permite alcanzar una visión global de la cadena de valor sanitaria y una mayor eficiencia.
  • Promover y apostar por una filosofía de colaboración a la par que se desarrollan herramientas para tal fin. Establecer acuerdos y estrategias de colaboración entre los diferentes agentes del sector, favoreciendo el intercambio de información, una planificación conjunta y promoviendo la integración y coordinación entre cliente y proveedor.
  • Realizar un análisis del proceso de compras de material sanitario bajo la nueva Ley 9/2017 de 8 de noviembre de Contratos del Sector Público y las implicaciones en su eficiencia, dado que esta función es una de las que más recursos consume y es prioritario analizar los procedimientos con el objetivo de agilizarlos y estandarizarlos a la par que se incluyen cláusulas logísticas en la contratación y una centralización de determinados procesos de compras.
  • Mejorar la visibilidad de los riesgos de las redes mediante el intercambio de información y la elaboración de instrumentos normalizados de evaluación y cuantificación de los riesgos.
  • Asegurar que los riesgos de la cadena de suministro y el transporte se evalúen como parte de los procesos de adquisición, gestión y gobernanza.
  • Crear herramientas de comunicación de los riesgos antes y después de las interrupciones.
  • Mejorar compatibilidad internacional e interinstitucional de las normas y programas de resiliencia.
  • Establecer planes de contingencia, a la par que se aumenta el grado de preparación mediante la adquisición de todos los recursos necesarios, la capacitación de los profesionales de la salud y otros interesados, incluidos los proveedores de servicios logísticos, para reaccionar ante las emergencias de acuerdo con los establecido previamente.
  • Estudiar e implementar las mejores prácticas sectoriales. Analizar casos de éxito adoptados por entidades sanitarias e incluso de otros ámbitos de la cadena de suministro con casuísticas operativas similares que permitan identificar soluciones a problemas detectados en la función logística sanitaria.
  • Fomentar la transformación digital en los procesos logísticos de la cadena de suministro sanitaria, evolucionando los que aún son analógicos y manuales a digitales. Así como, estandarizados y automatizados para evitar las soluciones reactivas provocadas por la falta de fiabilidad en los datos, conectividad entre los agentes y visibilidad de la cadena. De esta forma, se conseguirá una trazabilidad total de todos los suministros y responder con rapidez y eficiencia en todas las situaciones.
  • Desarrollo profesional de la función logística. Continuar avanzando en la formación del personal logístico sanitario a la par que se identifican las necesidades reales en cada área, permitiendo adquirir el conocimiento y competencias necesarias para ofrecer el máximo servicio al paciente

Fuente: Diariomedico

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