¿Qué quieres hacer con tu tiempo?

Redacción

No hay fórmulas mágicas para añadir horas al día. Depende de ti el sacar el máximo partido a esas horas para conseguir tus metas.

El dueño del tiempo

Cuando hablamos de usar bien o mal el tiempo, el único criterio válido es el del dueño de ese tiempo, o lo que es lo mismo, cada uno de nosotros.

La cuestión, pues, será utilizar nuestro tiempo en aquello que más nos interese, con el fin último de aumentar nuestra cuota de felicidad.

¿Qué quieres hacer con tu tiempo?

Si antes de emprender un viaje, planificas la mejor ruta, ¿por qué no planificas también lo que quieres hacer con tu tiempo?

Tener objetivos bien definidos es la mejor garantía de alcanzar el éxito. Sin ellos, el propio manejo del tiempo carecería de sentido.

La trampa de la actividad

Resulta muy fácil caer en la trampa de la actividad, trabajar cada vez más para subir por una larga escalera y descubrir, al final que esa escalera está apoyada en la pared equivocada.

¿Tienes claro que la escalera por donde subes te lleva a donde tú quieres? Organiza tu tiempo y a ti mismo

Administrarnos a nosotros mismos

"Planifica tu futuro porque tendrás que pasar allí el resto de tu vida."

Planificar es decidir qué vas a hacer. Una vez planificado lo que quieres alcanzar a largo plazo, así como los objetivos a medio y corto plazo, es necesario que establezcas programas de trabajo que conduzcan a su logro.

La forma de administrarnos

La forma de organizarnos y administrar nuestro tiempo ha ido evolucionando. De las notas, pasamos a la agenda, y de ésta llegamos a la tercera generación, que suma a las generaciones precedentes la idea esencial de priorizar, además de incluir el concepto de planificación diaria.

Pero está emergiendo una cuarta generación de tipo diferente, en la que el desafío no está en administrar el tiempo sino en...

¿Cómo conseguirlo?

Cuando interrumpimos una tarea varias veces, el retomarla nos supone no sólo un sobreesfuerzo, sino también una pérdida de tiempo, puesto que tenemos que emplear otra vez el mismo que cuando la comenzamos, para lograr centrarnos nuevamente en lo que hacíamos.

Es cierto que no podemos elegir, a veces, en qué lugar realizamos nuestro trabajo, pero sí podemos intentar hacerlo en determinadas horas en las que sabemos que las interrupciones van a ser menores.

¿Urgente o Importante?

"¡Todo lo que me pide mi jefe es urgente!"

Muchas personas piensan que, por lo menos, la mitad del tiempo que ocupan es para atender demandas que consideramos urgentes.

Dos factores que definen una actividad son urgente e importante.

Urgente

Significa que se necesita una atención inmediata.

Nos presionan.

Importante

Tiene que ver con los resultados.

Algo es importante cuando tiene relación con nuestra misión, con nuestros valores, con nuestros objetivos de alta prioridad.

¿Cómo puedo saber si lo que hago a veces con prisas y agobios es realmente urgente?

Muchas veces, las cosas importantes no son urgentes, sino que más bien requieren iniciativa.

Hay personas que viven centradas en lo urgente, corren de un lado para otro y siempre parecen muy ocupadas.

El estar ocupado se ha convertido en un símbolo de nivel social:

Si estamos ocupados, somos importantes

Muchas cosas importantes que contribuyen a alcanzar nuestros objetivos generales y que dan significado a nuestras vidas, son relegadas por aquellas que consideramos urgentes.

Saber decir NO

La familia, los amigos, los colaboradores... todos pretenden que les dedique mi tiempo.

Aunque es fundamental para mantener el equilibrio tener una red social en la que apoyarse, es cierto que, muchas veces, el no saber negarnos a una propuesta, puede generarnos estrés e incluso conflictos interpersonales.

Por ello, es importante desarrollar la habilidad de saber decir NO con el fin de no encontrarte haciendo cosas que te roban tu tiempo de relax o que te desvían de tu tarea.

¿Cómo negarse amablemente?

Es importante que tengas una actitud asertiva, es decir, considerar que todo interlocutor tiene derecho a decir que no y que una respuesta negativa no tiene que suponer necesariamente un ataque personal.

Si quieres negarte a algo y "quedar bien", has de ser empático, esto quiere decir que te pongas en el lugar del otro (en este caso del que te pide algo a lo que quieres negarte) y comiences tu negación con frases del tipo: "comprendo tu situación...", "sé que hoy no es tu mejor día..."

El siguiente paso será negarse, decir NO, sin dar explicaciones.

Finalmente, ofrece alternativas.

Atender a los amigos, la familia... no está reñido con el disfrute de tu tiempo. Incluye el "NO" en tu repertorio cuando lo creas necesario.