La más leída de la semana: Escrivá recurre a las mutuas para frenar la factura de las bajas de más de un año

La más leída de la semana: Escrivá recurre a las mutuas para frenar la factura de las bajas de más de un año

El descontrol por la Covid y la escasez de recursos empuja a Seguridad Social a tirar del personal de las mutuas para evaluar el estado médico de los trabajadores en esa situación y agilizar los procesos de alta
17 January 2021

"Afortunadamente, la mutua no puede extender en ningún caso el alta por incapacidad temporal derivada de contingencia común". La frase forma parte de un documento de pedagogía sindical sobre el marco legal que regula los procedimientos de baja por IT y muestra bien a las claras la frontal e histórica oposición de los sindicatos a la participación de las mutuas en el proceso de alta de los trabajadores aquejados por enfermedades comunes, aquellas que no tienen que ver de forma directa con su actividad laboral. El asunto es controvertido porque, bien al contrario, las empresas defienden desde hace tiempo que deben ser los médicos de las mutuas de accidentes de trabajo y no los del sistema público de salud - en concreto, el médico de cabecera- como sucede ahora, los que extiendan las altas cuando se entienda que el trabajador está ya recuperado y listo para poder volver al tajo.

Las empresas observan que el sistema incentiva la prolongación de las bajas de los trabajadores más allá de lo razonable porque el personal médico del sistema de salud no tiene ningún incentivo para firmar las altas de los trabajadores. Los sindicatos, por el contrario, opinan que poner las altas en manos de los médicos de las mutuas, cuyos órganos de administración están formados por empresarios, dispararía las situaciones en que los trabajadores son dados de alta cuando aún no están en condiciones de trabajar. Las posturas son irreconciliables y la prueba es que el asunto ni siquiera se ha podido tratar en el diálogo social durante los últimos años.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está a punto de variar ese orden de cosas. Así se refleja en un documento interno de la patronal del sector de la mutuas de accidentes de trabajo, Amat, al que ha tenido acceso La Información, y en el que la organización da cuenta a sus asociados de que los responsables del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) han encomendado a sus servicios jurídicos "que estudien el instrumento jurídico adecuado para habilitar a las mutuas, tanto a poder realizar los reconocimientos médicos de los trabajadores a partir de los 365 días, como la disposición de los centros de las mutuas para que los inspectores médicos del INSS puedan pasar consulta".

En el esquema actual, el personal médico de las mutuas se encarga de hacer el seguimiento ordinario del trabajador en situación de baja y su margen de maniobra se limita a la posibilidad de elevar una propuesta de alta al médico del sistema de salud o al inspector sanitario del INSS, bien cuando considere que el trabajador está ya en disposición de trabajar o bien cuando se ha cumplido el periodo legal de 365 días a partir del cual se exige realizar una evaluación de la situación médica del paciente. En los casos de las bajas de larga duración - más de un año en esa situación- ese examen médico lo realizan los denominados Equipos de Valoración de Incapacidades (EVI), formados por médicos del INSS y cuyo informe suele ser tenido muy en cuenta por los profesionales del sistema sanitario público a la hora de dar o no el alta al trabajador en situación de baja.

El coronavirus ha colapsado este esquema de actuación. Durante los tres meses durante los que se prolongó el estado de alarma los inspectores del INSS no pudieron ejecutar los preceptivos exámenes médicos que corresponde realizar cuando un trabajador alcanza los 365 días o los 545 días en situación de baja y su labor de apoyo al sistema sanitario también ha derivado en un volumen no pequeño de bajas. El resultado ha sido una plantilla de médicos reducida a las mínima expresión y un progresivo embalsamiento de bajas de larga duración, que no sólo han incrementado un 27% la bolsa de trabajadores en esta situación, según publicó ABC, sino que ha disparado la factura en prestaciones derivada de esta circunstancia.

Más influencia sobre las altas

La situación de colapso se ha tornado tan grave que el departamento que dirige José Luis Escrivá está dispuesto a abrir la puerta para que el personal médico de las mutuas participe en la evaluación médica de los trabajadores con bajas de más de 365 días y sin otorgarles la potestad para dar el alta a los trabajadores que sí puedan desempeñar un papel mucho más activo e influyente en este proceso.

Fuente: Lainformacion

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