Los sindicatos del metal y motor de Alemania y Francia negociarán la semana de cuatro días para salvar los buenos empleos
Los sindicatos del metal y motor de Alemania y Francia negociarán la semana de cuatro días para salvar los buenos empleos
La reducción del tiempo de trabajo ha sido una constante desde que se fortaleciera la lucha social hasta este siglo, azotado por dos crisis de gran destrucción económica, la financiera de 2008 y la actual creada por la pandemia de Covid 19. Es este último cataclismo el que trae de nuevo a las mesas de negociación de empresarios y trabajadores la reducción del trabajo semanal y del porcentaje del salario, pero en esta ocasión se hace para salvar los puestos de trabajo.
Una negociación que a buen seguro entrará en España por las mismas multinacionales que alcancen un acuerdo semejante en Alemania y Francia. El primer sindicato de Alemania, el más poderoso de Europa, IG Metall reconoce que es necesario rebajar el tiempo de trabajo para salvar empleos de altos salarios y buena cualificación como son los de la industria del metal y el automóvil.
En unas declaraciones al diario ’Sueddeutsche Zeitung’, el mandamás del sindicato, Joerg Hofman, asegura que “la semana de cuatro días podría permitir conservar los empleos industriales en lugar de suprimirlos”. Anteriormente, ásya había anunciado un movimiento así el aguerrido y temido jefe del sindicato francés CGT, Philippe Martinez, quien expresó la fórmula de “trabajar menos para trabajar todos y producir de otra manera”. Para Martínez reducir el tiempo de trabajo supone permitir la creación de empleo.
La industria del motor de Alemania, ya golpeada por el inevitable proceso de descarbonización y el cambio acelerado hacia el coche eléctrico y la movilidad compartida, tiene cierta experiencia en la reducción de las horas. Hace dos años en una dura negociación de condiciones laborales, se alcanzó un acuerdo para que los empleados pudieran trabajar 28 horas semanales, en un periodo máximo de 2 años, para ocuparse de niños o familiares cercanos. La pandemia ha puesto en peligro alrededor de 300.000 buenos empleos de estos sectores. España tiene un serio problema en estas industrias ya que la toma de decisiones importantes se produce en otros países.
Fuente: Lacelosia