AEPSAL opina: La pandemia del accidente laboral
AEPSAL opina: La pandemia del accidente laboral
El incremento de un 23.5% de los accidentes mortales en jornada laboral en los primeros 4 meses de 2020 con respecto al 2019 es un dato luctuoso y si además consideramos que la actividad se detuvo el 13-3-2020, los profesionales de la PRL debemos pensar cual es nuestro papel en todo esto.
La pandemia de los accidentes laborales sigue muy viva en España, el incremento de los accidentes mortales en un 23,5% en estos primeros meses con respecto al año pasado es un dato muy preocupante para los profesionales de la PRL. Por otro lado, tenemos el ficticio dato de los accidentes con baja, los cuales han disminuido un 24.1%, cifra camuflada por la baja actividad de la segunda quincena de marzo y el mes entero de abril. En febrero tuvimos solo un 1,4% menos, pero en la primera quincena de marzo (del 1 al 14-03-2020) tuvimos un 3,5% más. Al igual ocurre con los accidentes de la segunda quincena de marzo y abril, que su porcentaje no se encuentra relacionado con la actividad que fue claramente inferior: en 2019, 82.409 accidentes, mientras que en 2020, 44.283 accidentes laborales en las mismas fechas señaladas. Las diferencias porcentuales de enero a abril de 2019 con respecto a 2020 ha sido de un -24,7% de accidentes con baja, dato que debe asustarnos considerando el parón económico de mes y medio.
Si la valoración del incremento de accidentes mortales se realiza considerando la relación contractual, el dato de accidentes mortales se eleva al 28,1% en asalariados, bajando a 29,2% el de los trabajadores por cuenta ajena. Los hombres han recibido un mayor impacto con un incremento del 25,4 %, mientras que las mujeres han disminuido un 14,3%. La causa más sobresaliente del accidente mortal es el “Quedar atrapado, ser aplastado, sufrir amputación” con un incremento de un 55%. Con respecto a la mortandad por actividades suben en industria y agricultura y reducen un poco en construcción y servicios. Pero el sector servicios es líder en todos los datos referidos a accidentabilidad de asalariados; mayor número de accidentados en jornada, in itinere, leves, graves y mortales. Al fin y al cabo, es en servicios donde más trabajadores ahí, pero también se suele considerar el sector menos riesgoso con respecto a agricultura, industria y construcción. Algo no funciona.
Se ha producido un aparente incremento del 11,9% de los accidentes mortales in itinere y lo califico así pues en enero hubo un incremento del 37,5%, en febrero un 35,7% y del 1 al 13 de marzo el incremento fue del 100%, la cifra del 11,9% se enjuaga con los datos de la segunda quincena de marzo y el mes de abril en los que apenas hubo tráfico.
Accidentes graves, comparativa de enero a abril de 2019 y 2020; disminución de 20,2% y los leves de un 24,1%, pero considerando el incremento de accidentabilidad del 3,5% en los 13 primeros días de marzo, se estima, podrían haber sido desastrosos los datos si no se hubiera paralizado la actividad el 13-3-2020. Los principales accidentes leves acaecidos, en lo que llevamos de año, siguen siendo los de connotación ergonómica “Movimiento del cuerpo como consecuencia de o con esfuerzo físico”, los graves “Caída de personas – Resbalón o tropezón con caída” típicos de seguridad, los mortales “Infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales” podrían relacionarse con factores psicosociales de forma simplista.
Los datos de la enfermedad laboral, todos los que nos dedicamos a la PRL sabemos que son muchos más de los que se informan; porque la enfermedad no se relaciona con el trabajo o la enfermedad se sufre tras años de trabajo, etcétera. Los datos con los que contamos actualmente son descorazonadores con un aumento superior al 60% desde que se contabilizan en 2007. La enfermedad laboral nos habla de la necesidad de cambiar el modelo de gestión de la PRL, concentrado en un cumplimiento burocratizado y poco aplicable, ágil y eficaz. La contabilización de este año será algo que habrá que mirar con lupa y cierto escepticismo, por ello, solo expondré el recorrido desde 2007 a 2019, donde el incremento nos debe sonrojar a todos los que nos dedicamos a la PRL y reflexionar cual es nuestro papel en la salud de los trabajadores.
La pandemia ha dejado claro cuál es el rol de los prevencionistas en España. En los días de la pandemia hemos podido leer, oír, ver, infinidad de opiniones de muy distintas profesiones hablando de protecciones respiratorias, días antes a la pandemia eran solo los profesionales de PRL los únicos que hablaban, escribían, estudiaban o se interesaban por el uso de equipos de protección respiratoria, sus características, lugares de uso, etcétera, curiosamente en la pandemia ha sido imposible ver a algún profesional de PRL consultado, existen muchos más detalles del ninguneo hacia la profesión, que por ser por todos conocidos no entrare a mencionar, quizás por ser demasiados.
Los números son tozudos y siguen marcando la importancia de la PRL en España, por ende, la de la seguridad y salud de las trabajadoras y los trabajadores en España. Quizás la conciencia de los responsables sea tan frágil e irresponsable que ni tan siquiera pese a los casi 17 millones de accidentes laborales* que llevamos acumulados desde la creación de nuestro Reglamento en 1996, es difícil calcular el lastre económico de estas cifras, pero evidentemente, es tan cuantiosa que no se entiende no sea abordado el problema, a no ser que se desconozca o existan otros intereses.
El futuro no se escribe solo, cada uno de nosotros con nuestra actividad, decisión, opinión, influimos en dicho futuro. J.S. Coleman (1926-1995), uno de los sociólogos más relevantes de nuestra época, describe los sistemas sociales bajo la construcción del individuo, de las decisiones personales, la macro a partir de la micro. Otro de los grandes pensadores, en este caso del “management”, Peter Druker (1909-2005), decía “La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”. Te esperamos en AEPSAL para construir el futuro, crece con nosotros.
Ismael Sánchez-Herrera
Presidente de AEPSAL
Fuente: AEPSAL