Accidente mortal en una planta de Azucarera: el informe de la Inspección de Trabajo es demoledor y deja en muy mal lugar a la compañía y al comité de empresa.

Accidente mortal en una planta de Azucarera: el informe de la Inspección de Trabajo es demoledor y deja en muy mal lugar a la compañía y al comité de empresa.

Concluye que el siniestro se debió a las grandes carencias en prevención de riesgos laborales y al deterioro de la máquina que aplastó al trabajador fallecido 
14 August 2020

El informe de la Inspección de Trabajo sobre el accidente mortal acaecido en la planta de Azucarera en el Portal a finales de diciembre es demoledor y deja en muy mal lugar a la compañía y al comité de empresa. Según la resolución comunicada esta semana por el organismo estatal a FICA-UGT, que denunció los hechos en su día ante la pasividad del comité de empresa, Marcos Morales perdió la vida por la absoluta carencia de medidas de prevención de riesgos laborales y por el deficiente estado de la cinta transportadora móvil que le aplastó y que había sido manipulada de forma imprudente por personal ajeno al fabricante.

Trabajo determina que los hechos constituyen una infracción grave en materia de prevención de riesgos laborales tanto por el incumplimiento del Estatuto de los Trabajadores como de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, por lo que propone la preceptiva sanción para AB Azucarera, sin menoscabo de las acciones penales que pudieran adoptar la familia del jerezano de 41 años fallecido y el sindicato denunciante.

El informe, que se basa en las inspecciones realizadas por Trabajo y por la Policía, la documentación e informes aportados por la empresa y el Centro de Prevención de la Junta de Andalucía, y los testimonios de trabajadores y técnicos de la planta, concluye que el accidente se produjo por “un mal uso constante de la cinta transportadora móvil, forzada para ganar más altura y manipulada de forma insegura por personal ajeno al fabricante”.

En un lenguaje técnico, detalla que el fallecido se ubicó bajo la cinta para manipular el mecanismo de elevación modificado “sin usar ningún elemento auxiliar” para sujetar la máquina, “sin valorar correctamente la avería, subestimando el riesgo y las graves consecuencias” de esta operación.

Ninguno de los dos trabajadores afectados por el siniestro se percató, prosigue el informe, del deterioro de las piezas que manipulaban y que al ser desmontadas provocaron que el mecanismo trasero de sujeción, “previamente deteriorado”, cediera por el elevado peso de la máquina que se desplomó sobre el operario, comprimiéndole el tórax y el abdomen hasta causarle la muerte”.

En su relato de los hechos–pavoroso–, Trabajo indica que el fallecido y su compañero de guardia aquel día carecían de experiencia y conocimiento de la cinta “por la falta de un procedimiento de trabajo seguro para la realización de este tipo de faenas con riesgo de atrapamiento, basado en una deficiente evaluación del riesgo, y por carecer de una organización de los trabajos y equipos humanos de mantenimiento del centro de envasado”.

En el resumen de las causas, Trabajo subraya que la modificación “errónea” de la cinta para alcanzar más altura “sometió al rodamiento a una sobrecarga que provocó su deterioro” y finalmente “su ruptura”.

A ello se une la “poca experiencia en trabajos de mantenimiento del centro de envasado” por parte de los trabajadores afectados, así como su “desconocimiento de la maquinaría, del mecanismo de elevación y de su modificación”.

Del mismo modo, y no por ello menos relevante, pone de manifiesto que estos trabajos se realizaban por la “información verbal” que compartían los trabajadores del centro de envasado y el personal de mantenimiento, “sin un control técnico previo para la evaluación de las averías e incidencias, que no se registraban o se hacía a posteriori”.

Y todo ello, añade, debido a la “falta de dirección y supervisión real de estos trabajos desde la desaparición de la figura del jefe de Mantenimiento”.

Trabajo insiste en que “no existía un procedimiento de trabajo a partir de la correcta evaluación de riesgos ni tampoco había un sistema auxiliar para la sujeción de las máquinas a fin de trabajar de manera segura”. Es más, en este punto el informe señala que se empleaban “unos calzos de fabricación propia no homologados y cuya existencia desconocían los trabajadores afectados, su superior jerárquico y hasta la propia técnico de prevención de riesgos de la fábrica”.

El secretario provincial de FICA-UGT, Antonio Montoro, ha significado este jueves la contundencia del informe de la Inspección de Trabajo, que pone de manifiesto que la empresa incurrió en una “negligencia grave”. “La resolución es demoledora en primera instancia, aunque seguramente la empresa, que en todo momento ha defendido que cumplía con la ley, recurrirá”.

Desgraciadamente, esto no restablece la vida de la persona, pero por lo menos tiene que servir para evitar más accidentes mortales en la provincia tras un año nefasto en este sentido. No nos alegramos ni por la empresa ni por la familia del trabajador, pero tenemos que seguir combatiendo esta lacra”, apostilló.

Fuente: Diariode jerez

¿Qué opinas de este artículo?