¿Cuándo tendremos una ley general de teletrabajo?

¿Cuándo tendremos una ley general de teletrabajo?

Urgen cambios en las leyes laborales y en los convenios colectivos
19 May 2020

A raíz del confinamiento total de mediados de marzo, muchas empresas tomaron la decisión de imponer medidas de conciliación de vida laboral y familiar. Las empresas han permitido que los padres y madres con niños en edad escolar, así como con dependientes puedan estar en sus casas trabajando a distancia. Después, y debido a las medidas más drásticas de confinamiento total, se incorporaron todos los trabajadores menos los considerados esenciales. Ello, ha comportado que se pudiera trabajar en sus domicilios reduciendo los desplazamientos entre los hogares y los centros de trabajo y, consecuentemente, las posibles exposiciones a contagios.

Hace muchos años que se acuñó el concepto de teletrabajo. Como sabemos, el prefijo Tele viene del griego y significa 'a distancia'. Por ello, el trabajo a distancia ya estaba en boca de todos a finales del 2010 para mejorar las condiciones laborales de las personas que querían conciliar la vida labor y familiar. Muchos estudios hablan de varias ventajas del teletrabajo, entre ellas: el aumento de la productividad; la reducción de costes en las plantas físicas; la reducción del absentismo laboral; la rotación del personal; y la fidelización de los trabajadores al preferir un empleo con flexibilidad. Incentiva el trabajo en equipo; Aporta una mejora de la movilidad en las ciudades reduciendo el índice de contaminación; Mejora la inclusión social, así como potencia la inclusión de trabajadores descentralizados; Impulsa el uso de las nuevas tecnologías.

Según estudios España era un país, hasta ahora, con una incorporación mediana en el mundo por implantación del teletrabajo. Ocupábamos el lugar 16 de los 28 de la UE. Obviamente los países nórdicos eran los primeros seguidos de Países Bajos, Bélgica, Francia o Reino Unido. En nuestro caso, el nivel de teletrabajo era del 17% sumando los criterios de teletrabajo real (3%), Trabajo en movilidad (6%) y trabajo en movilidad ocasional (8%).

Se han publicado y escrito múltiples estudios y directrices, respectivamente, sobre cómo implantar el teletrabajo en las empresas y en las administraciones. Pero ¿Por qué no ha funcionado hasta que se nos ha impuesto por una pandemia?

El primer concepto es el concepto empresarial anticuado de presencialidad: Estando en un Comité de Dirección de una gran compañía la dirección expresaba su reticencia a la implantación del mismo por miedo a bajar la productividad. A pesar de ello, muchos trabajadores estaban en casa de los clientes y, eso, no comportaba problemas de baja productividad.

Muchas grandes organizaciones ya se dieron cuenta que si mejoran la organización y trabajan por proyectos y por objetivos, el teletrabajo se simplifica y se obtienen resultados más altos de los esperados. Realmente, esta pandemia ha demostrado esta máxima de que que los profesionales han superado con creces las expectativas de los empleadores tanto por responsabilidad como por la extensión del horario de trabajo.

El segundo concepto del porqué no ha funcionado antes eran las propias solicitudes de los trabajadores con el cambio de modelo laboral: Beneficios sociales: ¿Cómo aseguramos que se haga el fichaje al entrar y al salir y que cumple el horario laboral?, ¿Tendremos que seguir dando ticket restaurant si no se hace el almuerzo en el lugar de trabajo?; Protección de Riesgos Laborales (PRL): No hay legislación clara para determinar los accidentes en su casa, ¿cómo podemos asegurar que era un accidente laboral? ¿Cómo ampliamos los espacios de trabajo de los hogares como centros de trabajo? ¿Cómo aseguramos que tienen la iluminación, ventilación, espacio adecuados que cumplan la legalidad?; En el ámbito de las TIC de las empresas: ¿Hay que proporcionar el ordenador personal aunque lo destine para sus usos? ¿Tenemos que pagarle el wifi? ¿Qué software hay que ponerle en base a su perfil? ¿Cómo aseguramos los datos para cumplir con la GDPR? ¿Se llevará la información de la empresa?; Relacional: reuniones con discusiones en vivo y en directo. Encontrarme con mis amigos para tomar el café con las porras o los churros antes de fichar… el pincho de tortilla de media mañana o las cañas de la tarde… eso, ¿cómo se harán?

Somos seres sociales y que queremos compartir. En estos dos meses, múltiples empresas han tenido que adquirir miles y miles de ordenadores personales portátiles para que sus trabajadores puedan trabajar a distancia ya que los ordenadores de sobremesa no eran posible adaptarlos para la nueva situación de contingencia. Esto ha comportado un gran esfuerzo de los equipos de TIC pero cabe pensar en si se han formado y capacitado a los trabajadores. Los profesionales han demostrado que el teletrabajo ha venido para quedarse y que es necesario no plantearse si seguiré con mi mesa y mi silla en la oficina, si podía seguir realizando las reuniones con mi equipo de trabajo, si los clientes atendían las videoconferencias, etc.

Por ello, ahora todos proclamamos que el teletrabajo es una buena opción … Además, tenemos que pensar que con nuestras medidas responsables hemos contribuido a disminuir la contaminación de las grandes ciudades al reducir exponencialmente los traslados a los puestos de trabajo. La verdad es que soy muy optimista en que el Trabajo a Distancia ya está entre nosotros. Muchos trabajadores ya no volverán a sus lugares de trabajo y escogerán esta forma de trabajo más provechosa, más sostenible y productiva. Pero no se podrá realizar si no hay cambios legislativos en las actuales leyes laborales y en los convenios de todos los sectores. La realidad digital avanza mucho más rápido que las leyes y que los legisladores. Por poner un ejemplo del personal que han tenido que adaptarse de forma muy rápida son los maestros y los alumnos. Los segundos lo tenían más fácil ya que son nativos digitales pero los primeros, han tenido que adaptarse y pasar de clases presenciales y con deberes en papel a hacerlo por herramientas de videoconferencia en el que los alumnos sabían más que ellos.

Otro ejemplo es el de los gestores comerciales de las oficinas bancarias que han tenido que atender a sus clientes mediante herramientas online minimizando las visitas a las oficinas. No cabe decir que las grandes multinacionales tienen herramientas para mejorar los procesos de teletrabajo a la vez que automatizan más rápidamente los perfiles a las situaciones de contorno. En cambio, las Pymes no pueden invertir grandes sumas económicas en dichas herramientas a la vez que les cuesta gastar tiempo y recursos en este tema más allá de creer y dar confianza en los suyos. Muchas personas con espacios insuficientes en casa, o con precariedad de conexiones tecnológicas les cuesta mucho la conciliación con el resto de los miembros de la familia debido a la concepción actual de las viviendas y de las telecomunicaciones en ámbitos rurales y desfavorecidos. Pensemos en un sector en el que tengamos un familiar o un amigo trabajando en él y veremos cómo ha sido su transformación. La gran mayoría, no eran nativos digitales y han tenido que hacer un gran esfuerzo para adaptarse en un tiempo récord a esta situación sin formación previa ni soporte de terceros. Por ello, sería muy importante y urgente que las Comunidades Autónomas (mediante las ayudas del Estado) promuevan una formación integral de capacitación para modelar el teletrabajo con cursos online gratuitos para asegurar la buena adopción de las nuevas metodologías de Teletrabajo.

Las capacidades deben ser guiadas por expertos pedagógicos y tecnológicos que permitan asumir requerimientos y conocimientos que ayuden a la gestión de los criterios de tiempo y forma de las rutinas de trabajo: Los tecnólogos deben ampliar los conocimientos tecnológicos para eliminar los miedos de la adopción de éstas formas de trabajo que requiere una gestión del cambio delante de éstas nuevas metodologías y nuevos ritmos. Debemos pensar que nuestro sistema legal romano es muy lento y basado en una legislación muy poco ágil. Por el contrario, los países anglosajones se basan en evidencias y en la clara adopción de regulaciones que permiten adopciones más fáciles de los avances tecnológicos. De ahí que ellos sean los líderes en teletrabajo y en la innovación.

En este momento de Estado de Emergencia nacional sería buen momento para que se aprobara una ley general de Trabajo a Distancia que tuviera en cuenta los parámetros, así como regular cómo se debe ayudar a promover el teletrabajo en todas las empresas (grandes, pymes y autónomos) y en los hogares. Cómo deben ser las condiciones laborales en los hogares, cómo se deben facilitar las conexiones y las herramientas de trabajo, cómo se deben mejorar las capacidades.

Todos decimos que el Trabajo a Distancia, ha venido a quedarse. Debemos empeñarnos en que sea así. Para ello, cabe no perder el tiempo para tener un consenso social y avanzar en las líneas legales, de protección y de regulación que permita que sea una realidad y que no sea un espejismo de "un mes de abril".

Fuente: Eleconomista

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