La responsabilidad del empresario es la mayor garantía para no contribuir a la difusión del virus de manera incontrolada

La responsabilidad del empresario es la mayor garantía para no contribuir a la difusión del virus de manera incontrolada

El ministerio de industria, comercio y turismo ha editado una guía de buenas prácticas para los establecimientos comerciales que incluye, entre otras cuestiones de interés para empresarios y trabajadores: medidas de protección frente al COVID-19 para los trabajadores, medidas organizativas del establecimiento y cómo gestionar la aparición de un caso entre el personal
3 April 2020

Redacción

La guía, que deben seguir también las contratas de servicios de limpieza o servicio de reparto bajo contrato, concluye que “la responsabilidad del empresario es la mayor garantía para no contribuir a la difusión del virus de manera incontrolada”. Para ello, además de las ya conocidas medidas de higiene frecuente de manos (lavado con agua y jabón o  soluciones alcohólicas); poner a disposición de empleados gel o solución alcohólica sustitutiva en cantidad suficiente para su turno y puesto de trabajo; evitar el contacto  estrecho y mantener una distancia de más de un metro con las personas; cubrirse la   boca y la nariz con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos inmediatamente y evitar tocarse ojos, nariz, boca… debido a que las manos facilitan la transmisión del agente infeccioso.

Sistema de trabajo de turnos

A nivel organizativo se indica establecer un sistema de trabajo en turnos, con rotación de empleados para minimizar riesgos sin que varíe la atención y servicio a los clientes. Además, se debe realizar limpieza y desinfección de los puestos de trabajo en cada cambio de turno.

Debe lavarse y desinfectar a diario la ropa textil de trabajo en ciclos de lavado a 60/90ºC. También hay que suspender el fichaje con huella dactilar sustituyendo el sistema por otra opción que impida la facilidad de trasmisión.

Otras medidas son:

  • La ventilación adecuada de todos los espacios.
  • Limpiar y desinfectar con frecuencia las instalaciones, sobre todo, superficies, pomos de las puertas, muebles, lavabos, suelos, teléfonos, etc. Puede utilizarse lejía de uso doméstico diluida en agua (concentración de cloro 1 g/L,  preparado con dilución 1:50 de una lejía de  concentración  40-50  gr/L). Estos virus se inactivan tras pocos minutos de contacto con desinfectantes comunes como  la  dilución  recién  preparada  de  lejía. También son eficaces concentraciones de etanol 62-71% o el peróxido hidrógeno al 0,5% en un minuto.
  • El personal de limpieza utilizará equipo de protección individual adecuado dependiendo del nivel de riesgo que se considere en cada situación, y los desechará de forma segura tras cada uso, procediendo con posterioridad al lavado de manos.
  • Después de cada jornada, se deberá realizar limpieza y desinfección de superficies, máquinas dispensadoras, pomos, mostradores… y cualquier superficie que haya podido ser tocada.
  • La protección de las manos tiene que hacerse, en las tareas de limpieza, con guantes  de vinilo/ acrilonitrilo. Si se utilizan guantes de látex, se recomienda que sea sobre otro de algodón.

Notificación de caso y revisión de programas de limpieza

En caso de sospecha de sufrir la enfermedad se deberá llevar mascarilla quirúrgica, extremar las precauciones higiénicas y evitar el contacto. Además, la empresa deberá realizar la notificación al servicio de prevención para que éste adopte las medidas oportunas y el cumplimiento de requisitos del ministerio de Sanidad.

Ante un caso hay que revisar los programas de limpieza de todos los espacios para asegurar que el proceso de desinfección de superficies potencialmente contaminadas se realiza de forma adecuada y con la mayor frecuencia posible según los medios disponibles.

Cuarentena de las devoluciones

  • Se debe evitar la manipulación directa por parte de los clientes de los alimentos, en especial los no envasados. Se recomendará el uso de guantes desechables, que tienen que estar siempre disponibles, de un solo uso en las zonas de autoservicio.
  • Es preferible el pago con tarjeta y la limpieza del TPV tras cada uso. En cajas se utilizarán guantes para cobrar y se lavarán frecuentemente con soluciones alcohólicas.
  • El establecimiento ha de establecer un aforo máximo. La distancia entre vendedor y cliente, y entre clientes, debe ser de un mínimo de 1 metros, tanto en el proceso de compra como en las colas.
  • Los clientes tienen que estar informados de las medidas organizativas y contarán con líneas de seguridad en el suelo.
  • Se debería instalar en las cajas de cobro mamparas de plástico rígido o semirrígido, o similar, de fácil limpieza y desinfección.
  • En caso de que el producto esté expuesto sin envasar hay protegerlo en vitrinas, plástico, cristal, metacrilato o cualquier otro material que garantice su higiene.
  • Si hay devolución de productos hay que recogerlos con guantes desechables y desinfectarlos. No se pueden devolver de forma inmediata al lineal. Deben estar en cuarentena antes de que vuelvan a la venta, si es posible.
  • El establecimiento debe disponer de papeleras con tapa y pedal para depositar pañuelos, etcétera.
  • Se deben facilitar entregas a domicilio realizadas por pago on-line para evitar el uso de  dinero en efectivo depositando la entrega en la puerta del domicilio, manteniendo la distancia de al menos 1 metro y sin ningún contacto físico.  
  • Asimismo, se tienen que limpiar los equipos y vehículos de transporte utilizado para el reparto, interior y exteriormente.

Pausa para recuperación del personal

La guía incluye la recomendación de pausas para mantenimiento, limpieza y reposición de los lineales y puntos de autoservicio o de recogida de productos. Este momento, que se indica que se realice en torno al medio día, serviría de recuperación del personal por sobreesfuerzo y por la tensión que vive día a día por lo excepcional de la situación. Estos horarios de cierre deberán ser conocidos por los clientes.

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