¡No sufras más por el estrés! Ejercicios para combatirlo
¡No sufras más por el estrés! Ejercicios para combatirlo
El estrés que diariamente tienen que pasar las personas en sus actividades laborales, en su ambiente familiar o, simplemente, en el transporte público mientras se dirigen a sus hogares o lugares de trabajo, es causante de numerosas enfermedades. De ahí radica la importancia de prevenirlo, para no esperar a que las consecuencias salgan a flote.
La actividad física es una de las formas más efectivas para hacer frente a las situaciones de tensión que se ven reflejadas en el cuerpo, por esta razón, debes adoptarlo como una rutina diaria. No te quitará más de 5 minutos, estás son las llamadas pausas activas.
Para la nuca
Inclina tu cabeza con movimientos repetitivos hacia adelante y hacia atrás, y de un lado a otro. Además, muévela circularmente para liberarte de los dolorosos nudos.
Para los hombros
Levanta los brazos con los dedos entrelazados y las palmas mirando al cielo. Posteriormente, estírate todo lo que puedas durante 10 segundos. Repite este ejercicio por lo menos 5 veces.
Para las piernas
Siéntate en tu puesto de trabajo, o frente a cualquier escritorio, y empuja tus brazos y pies contra él todo lo que puedas. Realiza una secuencia para contraerlos y extenderlos varias veces. También puedes hacer movimientos circulares con los pies para relajar los tobillos.
Para los brazos y la espalda
Al igual que en los ejercicios para los hombros, extiende tus brazos con los dedos entrelazados, pero esta vez con las palmas mirando hacia el frente, y estírate.
Para las manos
Estira un brazo hacia el frente con los dedos hacia arriba y con la otra mano alejalos de la palma en dirección a tu pecho. El tiempo ideal para este ejercicio es de 10 segundos; luego cambia de brazo.
Para la columna
Sientate e inclínate hacia adelante con la cabeza entre las piernas, descolgando los brazos. Simulando un ejercicio de abdominales, sube y baja lentamente. Otro ejercicio que puedes realizar es inclinar tu cabeza hacia adelante hasta apoyar el mentón con el pecho, puedes ayudarte con las manos en la nuca; mientras te encuentras en esta posición, respira profundo y relaja la mandíbula.