El 'aterrizaje' de un hombre de Granado en Activa Mutua pone en guardia al sector

El 'aterrizaje' de un hombre de Granado en Activa Mutua pone en guardia al sector

Miguel Ángel Díaz Peña, mano derecha del secretario de Estado de Seguridad Social en la era Zapatero, entrará en la Junta de Gobierno de la patronal
26 November 2019

"En abril de 2004 las mutuas campaban a sus anchas. Parte de sus ingresos y gastos no constaban en los Presupuestos. Pagaban personal y actividades privadas con cuotas de la Seguridad  Social (...). Mantenían una red ingente de agentes comerciales que competían con otras mutuas otorgando de forma generalizada devoluciones ilegales de cuotas, los famosos 'extornos' (...). Sus directivos cobraban por centenares salarios superiores a los del jefe de Gobierno, se financiaban planes de pensiones y pólizas de indemnización, se despedía a los directivos escasos meses antes de la jubilación para pagarles cantidades astronómicas…". Este párrafo de enmienda a la totalidad a la operativa de las mutuas de accidentes de trabajo forma parte del artículo 'Mutuas y corrupción' publicado en 2015 en el medio 'Público' y firmado al alimón por el hoy secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, y por el que fuera su número dos y hombre de confianza en el organismo durante los años de la era Zapatero, Miguel Ángel Díaz Peña.

El asunto viene a cuento porque la Secretaría de Estado de Seguridad Social -dirigida en funciones por Octavio Granado- acaba de dar su visto bueno al nombramiento de Díaz Peña como nuevo director gerente de Activa Mutua, en una decisión que afecta de pleno a uno de los principales actores del sector pero que ha agitado y de qué manera al conjunto del ámbito de las mutuas, según aseguran fuentes de las entidades. El motivo no es sólo la crudeza de las reflexiones del ex número dos de Granado sobre 'las circunstancias' del sector sino también que su condición de gerente le dará acceso a la Junta de Gobierno de Amat, el principal órgano ejecutivo de la asociación empresarial que aglutina a todas las entidades del sector y el ámbito en que éstas definen, entre otras cosas, sus estrategias de 'lobby' para influir sobre el Gobierno.

El aterrizaje de Miguel Ángel Díaz Peña en Activa Mutua tiene, además, su intrahistoria. Según publicó el diario El País, el Ministerio de Trabajo sancionó a Activa Mutua con 875.000 euros por dos infracciones graves y seis muy graves entre las que se contaban actuar con ánimo de lucro -algo taxativamente prohibido en estas entidades colaboradoras con la Seguridad Social- y distribuir de forma irregular los beneficios de la mutua, que deben revertir por ley en las arcas de la Seguridad Social.

Trabajo no se limitó a sancionar a la mutua, objeto de una investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción, sino que asumió la operación de 'saneamiento' de su cúpula directiva que se concretó tras la Junta General del pasado 17 de julio. El Ministerio 'forzó' la salida sin indemnización del antiguo director gerente, vetó al candidato alternativo propuesto por la dirección de la mutua con el argumento de que formaba parte del equipo directivo bajo el que se produjeron las irregularidades y, en última instancia, propició el nombramiento de Miguel Ángel Díaz Peña como nuevo gerente, según el relato de las fuentes sectoriales consultadas.

Fuentes de la Seguridad Social niegan este último extremo. Sostienen que a la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social no le compete plantear los candidatos más adecuados sino ratificar o vetar las propuestas planteadas desde la entidad. Admiten eso sí que la propuesta del nombre de Miguel Ángel Díaz Peña les convenció de inmediato y manifiestan su total confianza en que "la presencia de una persona de su solvencia profesional y conocimiento del sector contribuirá a encarrilar la situación de una entidad que en los últimos tiempos ha atravesado algunas vicisitudes", en relación a las irregularidades denunciadas por Anticorrupción y las sanciones impuestas por el Ministerio.

Desconfianza en el sector

La confianza de los dirigentes de la Seguridad Social es, en este caso, inversamente proporcional a la del sector. A la defensiva tras la decidida intervención del Gobierno para resolver la situación de inestabilidad en Mutua Gallega nada más llegar Octavio Granado al Ministerio de Trabajo, que desembocó en su integración en Ibermutuamur, las mutuas de accidentes de trabajo interpretan la llegada de Díaz Peña al sector como un movimiento más de Granado para tener a las entidades bajo su control.

Recuerdan que su condición de director gerente le dará acceso a la Junta de Gobierno de Amat, el principal órgano ejecutivo de la asociación empresarial del sector y dónde se adoptan de manera colegiada la mayor parte de las decisiones de la organización.

Las mutuas viven desde hace meses, y de forma más intensa tras el cambio de Gobierno de junio de 2018, con el temor de que el Ejecutivo socialista desencadene más pronto que tarde un proceso de consolidación forzada en el sector para ganar eficiencia y acabar con todas esas distorsiones que Granado y Díaz Peña identificaron en el referido artículo de opinión.

El pasado mes de marzo los dos gigantes del sector -Asepeyo y Fremap- anunciaron de forma sorpresiva y prácticamente al unísono la configuración de sendas plataformas para compartir servicios con otras mutuas en busca de una ganancia de eficiencia. Asepeyo se asoció a MC Mutual y Fraternidad-Muprespa, en tanto que Fremap firmó con Mutua Universal y Solimat. El movimiento recordó a la Corporación Rama constituida en su día por Ibermutuamur, Unión de Mutuas, MAC, Cesma y Mutualia con el mismo objetivo hace ya unos años. Una de las últimas decisiones de Activa Mutua ha sido integrarse en Corporación Rama.

Fuente. Lainformación

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