El Tribunal Superior de Justicia de Canarias considera que una joven apuñalada en su trabajo no sufrió un accidente laboral

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias considera que el ataque que sufrió una joven el 30 de abril de 2017 en la calle Prudencio Morales, número 13, de Las Palmas de Gran Canaria, cuando entró al portal de su lugar de trabajo y la entonces pareja de su jefe le asestó múltiples puñaladas, provocando que quedase incapacitada, no es un accidente laboral.

El magistrado Humberto Guadalupe Hernández, emitió un fallo en el que estima el recurso de suplicación interpuesto por los hijos de la señora a la que la víctima cuidaba, el Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Mutua Asepeyo, ya que indica que "la agresora actuó trastornada por los celos identificados como amorosos o de pareja, no laborales y por tanto, guiada por una motivación personal".

La sentencia ante la que se interpuso el recurso de suplicación expresa que "estima la demanda contra los herederos de la empleadora de la agredida, a la Seguridad Social y a la mutua Asepeyo sobre prestaciones, al declarar que la baja médica del 30 de abril de 2017 derivada de un accidente de trabajo, condenando a las demandadas a estar y pasar por tal declaración y a la Mutua a que abone a la actora en la cuantía y las revalorizaciones correspondientes en cuanto a la base reguladora de 862,44 euros".

El fallo será recurrido por el letrado de la agredida, Ibán Uriarte, pues considera que la sentencia es un "surrealismo extraordinario impropio de un alto tribunal, ya que un accidente in itinere nada tiene que ver con la motivación sino con la dirección y horarios en el que ocurre", resalta el letrado.

Desirée Valladares, de 25 años, quedó incapacitada y ciega de un ojo después de que la que era novia de su empleador le asestara múltiples puñaladas con la finalidad de "ponerla fea" tras sentir celos de ella debido a que su pareja le decía que "la muchacha que trabajaba para él, era más guapa", según relató en el juicio llevado a cabo en su contra los días 5 y 6 febrero por tentativa de asesinato y en el que se le condenó a diez años de prisión.

La víctima conoció a su jefe en una entrevista de trabajo en la que le ofreció que fuese su empleada del hogar y que cuidase a su madre, un trabajo que realizaba desde las 20.00 horas del domingo hasta las 20.00 horas del viernes. El hombre vivía en la misma casa que la señora a la que la agredida cuidaba, lo que ocasiono que convivieran.

Valladares, recibió amenazas por parte de la novia de su empleador durante meses, que la acusaba de "quitarle el marido" y le enviaba mensajes en los que le decía que la habían empleado porque era "una muerta de hambre", situación que le llevó a pedirle sin éxito a su empleador que aclarase las cosas con su pareja porque ella "no quería tener problemas".

Fuente. La provincia