¿Temen las mujeres competir con los hombres?

A pesar de los avances en igualdad, los hombres y las mujeres siguen difiriendo en muchos resultados sociales y económicos: las perspectivas de empleo, ganancias, carrera laboral , el acceso a puestos de trabajo bien pagados y primeras posiciones, campo de elección de estudio, participación en actividades políticas, y así sucesivamente.
 Una idea reciente en la literatura va más allá de las explicaciones tradicionales sobre la base de la discriminación estadística y apunta a que las causas de la brecha de género en los resultados del mercado laboral podrían ser consecuencia de diferencias en las actitudes psicológicas y preferencias. Según una serie de estudios recientes las mujeres tienen más aversión al riesgo, son menos seguras , más altruistas y más reacias a participar en competiciones.
Algunos estudios de laboratorio sugieren que las mujeres, incluso las más capaces, prefieren mantenerse alejadas de los ambientes competitivos.
Además, estos estudios muestran que las mujeres que compiten quedan de manera sistemática por debajo de los hombres (incluso si son capaces de actuar de manera similar a los hombres en situaciones no competitivas) y que la desventaja femenina es particularmente grande cuando las hembras compiten contra los hombres en vez de contra otras hembras . Por otro lado, los resultados de los experimentos de campo no son concluyentes: mientras que algunos trabajos confirman que en situaciones reales de la vida las mujeres logran un bajo desempeño en relación con los hombres en entornos competitivos, otros estudios no encuentran ninguna diferencia de género en el rendimiento.
Para contribuir a arrojar luz sobre el asunto un grupo de investigadores del IZA (Forschungsinstitut zur Zukunft der Arbeit) de Bonn realizaron un experimento de campo introduciendo la presión competitiva en el contexto de un examen de la universidad . El experimento incluyó a  720 estudiantes de pregrado matriculados en una universidad italiana y que asistían a cursos de economía en el año académico 2012-2013.
Se propuso a los estudiantes llevar a cabo un examen parcial bajo un esquema competitivo que tenía como premio algunos puntos de bonificación para añadir a la nota final. Los estudiantes compitieron en parejas de capacidad pronosticada igual pero diferente composición de género.
Se encontró que la probabilidad de que las mujeres participasen en la competición y obtuviesen buenos resultados era similar a la de los hombres. El género del competidor no juega ningún papel en el comportamiento de los estudiantes. Hombres y mujeres rinden de manera similar tanto en entornos competitivos como no competitivos.
Fuente: IZA