OSHA se propone aún más transparencia

OSHA se propone aún más transparencia

Para ello publicará los datos de siniestralidad de las grandes empresas
29 November 2013

Hace unos días les contábamos que en general la cultura anglosajona admite sin dificultades grados de transparencia que son difícilmente aceptables para los latinos, pero a veces la realidad supera a la más desbordante imaginación.

OSHA (la Autoridad Laboral federal norteamericana) anunció el 7 de noviembre su intención de modificar el reglamento de registro de accidentes de trabajo, que actualmente no requiere que estos sean comunicados a la autoridad sino simplemente registrados y mantenidos a disposición de las autoridades. Las estadísticas se elaboran a partir de un muestreo de dichos registros que se realiza anualmente.

La principal innovación que incluye el nuevo reglamento, que fue publicado en el Federal Register (Boletín Oficial) el 8 de noviembre y estará sometido a información pública durante tres meses, es la obligación por parte de las empresas de más de 250 trabajadores de transmitir electrónicamente sus datos a OSHA, quien los publicará una vez eliminados los datos personales. La propuesta de reglamento deja muy clara que el derecho a la privacidad de los datos (protegido por la cuarta enmienda a la Constitución) no es aplicable a este caso. OSHA presentó la medida como un elemento más de los esfuerzos del presidente Obama para aumentar la transparencia.

De todas formas, y como era de esperar, la polémica no se ha hecho esperar (y no ha hecho más que empezar). Según informó The Wall Street Journal, los sindicalistas han manifestado su entusiasmo por la medida, dado "lo difícil que es conseguir información interna de los centros de trabajo" dijo Randy Rabinowitz, un abogado que representa a los sindicatos y es partidario de mayor exigencia en el cumplimiento de la normativa de seguridad.

En cambio, Joe Trauger, vicepresidente de Recursos Humanos de la patronal National Association of Manufacturers discrepó enérgicamente: "Desvelar información de esta clase sirve poco al bien público, puede ser fácilmente mal interpretada y puede conducir a juicios injustos o erróneos sobre una empresa o una actividad concreta".

Fuente: OSHA y The Wall Street Journal

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