El INSS reconoce enfermedad profesional por exposición a tóxicos a un trabajador ya fallecido

El INSS reconoce enfermedad profesional por exposición a tóxicos a un trabajador ya fallecido

Tenía reconocida una incapacidad permanente absoluta por enfermedad común, a pesar de haber estado expuesto más de veinte años a un ambiente pulvígeno
29 June 2015

La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Gipuzkoa ha reconocido la enfermedad profesional tras el fallecimiento de Mohamed B.A., por EPOC e insuficiencia respiratoria severa, engrosamientos nodulares, pleurales y cáncer de pulmón.

El trabajador falleció con 67 años el pasado 11 de Octubre, tras 20 años de trabajo en la fabricación de ladrillos refractarios en AMR Refractarios de Hernani, expuesto a intenso ambiente pulvígeno y varías sustancias cancerigenas.

Mohamed B.A. comenzó a trabajar en 1970 en Refractarios Aristegi, más tarde AMR Refractarios y lo último en  KROSAKI ocupando diferentes puestos en los molinos, hornos y prensas, hasta que en 1990 se le dio la incapacitad permanente total, que por agravamiento se transformó en 2008 en incapacidad permanente absoluta. El INSS concedió ambas incapacidades por enfermedad común, ignorando el origen de la enfermedad respiratoria, de claro carácter profesional.

Tras su fallecimiento, el Gabinete de Salud Laboral de CCOO, inició los trámites para el reconocimiento de la enfermedad profesional y la mejora de la pensión de viudedad y orfandad, pensiones que tras este reconocimiento se verán incrementadas. El propio INSS requirió a Osalan la elaboración del informe, constatándose en éste que el trabajador estuvo en su trabajo expuesto a polvo inerte, polvo de sílice, formaldehído, volátiles de alquitrán, polvo de carbón y hollín, asociando esta exposición a la enfermedad por la que falleció.

Osalan recalca que en los años 70 y 80, el polvo y ruido en el ambiente de trabajo superaba los valores límites legales y que la empresa no realizaba evaluaciones de contaminantes químicos, ni de polvo de sílice.

También se constata el ambiente contaminante generado en el puesto de trabajo por los vapores de alquitrán de brea liquida, materiales con los que se impregnaban los ladrillos, y la exposición al formaldehído en las prensas manuales y automáticas. Tampoco se realizaban mediciones del cromo, material que también es cancerígeno.

En lo relativo a la exposición al amianto en algunos puestos de trabajo, la empresa no se registró en el RERA ni ha tramitado la inclusión de sus trabajadores en el plan de vigilancia posocupacional de Osalan para al personal expuesto.

Ahora la familia va a iniciar los trámites oportunos para la demanda de daños y perjuicios frente a la empresa, así como el recargo de prestaciones por la falta de medidas de seguridad en el puesto de trabajo.

Para Alfonso Ríos, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, resulta escandaloso el número de graves enfermedades profesionales que permanecen ocultas como comunes, hecho que favorece que otros trabajadores continúen expuestos a sustancias tóxicas y cancerígenas. El sindicato entiende que es fundamental la acción sindical para visualizar el origen de las enfermedades, lo que contribuye a mejorar la cuantía de las pensiones de los afectados y sus familias y mejora también la prevención en las empresas. 
Fuente: CCOO

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