Inditex y otras multinacionales del textil son requeridas para que detengan la explotación de los empleados de sus proveedores del Este de Europa

Inditex y otras multinacionales del textil son requeridas para que detengan la explotación de los empleados de sus proveedores del Este de Europa

En un informe sobre las penosas condiciones laborales de los tres millones de empleados del sector textil en los países del Este de Europa
17 July 2014

Un informe de la organización Clean Clothes Campaign (CCC) sobre las penosas condiciones laborales de los tres millones de empleados del sector textil en los países del Este de Europa, denuncia la falta de respuesta de los grandes grupos, como Inditex, a los que finalmente va destinada la producción, para impedir la explotación laboral de sus proveedores.

El estudio  ha sido realizado in situ en  Turquía, Georgia, Bulgaria, Rumania, Macedonia, Moldavia, Bosnia, Croacia y Eslovaquia, comprobando la organización CCC que la explotación laboral en estos países se asemeja a la de los países asiáticos. La veintena de grandes marcas contratistas, entre las que figuran las españolas Mango e Inditex, contratan con proveedores de países con salarios mínimos miserables, por debajo de los límites de la pobreza que define el Comité Europeo de Derechos Sociales.

Bulgaria, Macedonia y Rumania tienen salarios mínimos en el sector textil inferiores a los de China. En el Sur de Turquía, hay una población, Batman, de casi 400.000 habitantes donde se produce género ‘más barato que en China, y donde se explota sin piedad a refugiados de Siria , que no tienen siquiera permisos de trabajo y a mujeres kurdas.  En dos talleres que trabajaban para Zara y H&M, se comprobó que los salarios oscilaban entre 196 y 296 euros mensuales (al cambio de liras turcas) por 10,5 horas de trabajo diario. Estas condiciones eran mejores que las encontradas en otros talleres, donde los salarios de las mujeres sirias sin papeles no superaban los 130 euros y sin disponer de ningún derecho social. En este tipo de talleres no se ponían etiquetas a las prendas para que los trabajadores no pudieran denunciar a las marcas.

CCC ha requerido a Inditex y H&M para que tomen acciones inmediatas para que sus proveedores en Turquía respeten las leyes turcas sobre salario mínimo y horas extras a través de todo la cadena de subcontratas.  Además, los salarios deben ser elevados con carácter inmediato al mínimo del umbral de la pobreza, que es el 60% del salario medio nacional. Los precios de compra deberían ser calculados sobre esta base, permitiendo incrementos salariales porcentuales.

En Rumania, los trabajadores que confeccionaban para Inditex denuncian que no ganan el salario mínimo con las horas de trabajo legales y deben hacer horas extraordinarias. En dos talleres, los empleados  confesaron a CCC que realizan más horas extra de las que se permiten legalmente y muchas veces se les paga en negro. La organización requiere a Inditex y H&M, marca para la que también trabajaban estos talleres, que imponga la normativa legal rumana sobre pagas extraordinaras y salario mínimo, y también las mismas condiciones salariales que en el caso turco.

Hay que tener en cuenta que el salario mínimo en el sector es muy inferior al salario mínimo en la industria. Así, en Turquía es de 251 euros en el textil y de 415 en la media de otros sectores. En Bosnia, de 189 contra 416,  en Eslovaquia, de 392 a 627 y así sucesivamente.  Los salarios más bajos están en Moldavia y Georgia, con 114 y 132 euros, pero no mucho más es el de Macedonia, 175 euros para textil y 158 para calzado. En Bulgaria, un país miembro de la Unión Europea, los trabajadores, normalmente mujeres,  denuncian trabajar hasta 400 horas al mes.

A estas denuncias procedentes del Este, hay que añadir en el caso de Inditex las recientes de Chile y Argentina. En Chile, los empleados de tienda se han organizados sindicalmente para luchar contra las condiciones laborales vigentes. Buena parte del personal que ingresa en Zara son jóvenes que deben pagarse los estudios ya que en Chile la educación universitaria no es gratuita y gran parte sólo opta a una jornada parcial de 20 horas semanales, que les proporciona un salario base de 122 euros al mes. Los de jornada completa tienen el sueldo mínimo, que es de 276 euros más un variable del 3% sobre ventas, un punto más de lo que daba hasta que el sindicato consiguiera la subida, según declaraciones de la presidenta de éste, Carmencita Verdugo.

En Argentina, una ONG, La Alameda,  ha denunciado a 114 marcas, entre ellas Zara por esclavismo. Recientemente un taller clandestino ha sido desmantelado por la policía en el que trabajaban y vivían seis bolivianos encerrados y vigilados por un rottweiler, en el que trabajaban 13 horas diarias, con un salario que oscilaba entre 100 y 300 euros mensuales al cambio, según ha informado el diario suizo Le Temps. Se calcula en un 78% el total de la industria textil que basa su operativa en el trabajo ilegal de inmigrantes, mayormente bolivianos, incluso con menores, que son contratados en cerca de 4.000 talleres clandestinos en Buenos Aires.

Fuente: La Celosía

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