Cómo evitar accidentes en la escuela

Cómo evitar accidentes en la escuela

Los datos apuntan que el 57,2% de los accidentes en la población infantil española se produce fuera del hogar. La mayoría de ellos, el 44,6%, sucede en la escuela, por delante de parques y jardines (21%) y la vía pública (20%)
4 July 2017

Por ello, la revista Gaceta Sanitaria acaba de publicar un estudio, que adjuntamos en su texto completo, elaborado por dos investigadoras de la Universidad Pública de Navarra, en el que dan a conocer la percepción de niños y niñas sobre las causas y las estrategias de prevención de los accidentes laborales.

El trabajo se ha elaborado a partir de una muestra de 584 escolares navarros de 8 y 9 años, que es la edad en la que varios estudios epidemiológicos evidencian un aumento de la siniestralidad.

Tras rellenar el Cuestionario de percepción de accidentes escolares, los resultados muestran que el 76% de los encuestados, tanto niños como niñas, consideran que son los varones los que padecen más accidentes en el entorno escolar. Entre las respuestas, sugieren que “son brutos”, “más movidos”, “se suben a las porterías”, “juegan a peleas y se hacen daño” o “quieren ser lo más fuertes”.
 
Respecto a las situaciones de riesgo que pueden evitarse, los escolares de Navarra trascienden la circunstancia física inmediata y refieren las relaciones de convivencia como una esfera que puede desembocar en enfrentamientos con resultado de lesiones.

Caídas, puntapiés, choques o balonazos son algunos de los accidentes inesperados que identifican los encuestados, mientras que “los que se hacen los chulos”, “los que pasan cuando hay peleas” o “las que ya no son amigas” se plantean como posibles conflictos de convivencia que pueden causar lesiones.

Los escolares plantean el desarrollo de medidas preventivas (como la implantación de barandillas), la adquisición de hábitos de cautela y comportamiento seguros o la promoción de actitudes de respeto, tolerancia y altruismo.

También sugieren la solicitud de participación de una persona adulta para mediar en los conflictos o en las situaciones que entrañen peligro. “Esta demanda –apuntan las autoras del estudio– abre un espacio a la figura de la enfermería escolar como recurso de prevención y promoción de la salud”.
 
La percepción infantil recogida en esta investigación avala que su puesta en marcha permite aprender, construir y desarrollar valores y actitudes que buscan estilos de vida saludables y la adopción de una cultura preventiva.

“Las intervenciones educativas pueden reducir significativamente las conductas de riesgo escolar y contribuir a la adquisición de competencias en el cuidado de la salud que posibiliten la elección de conductas saludables a lo largo de la vida”, afirman las investigadoras.

Fuente. Agencia Sinc

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