Profesionales a prueba de robots

Profesionales a prueba de robots

Este artículo del Decano del Col.legi d'Enginyers Industrials de Catalunya Sr. Josep Canós sobre la repercusión en la actividad, empleo y futuro de los Ingenieros Industriales ante los avances tecnológicos nos hace ver que ésta y otras muchas profesiones van a seguir siendo necesarias en el mundo industrial e incluso pueden multiplicar su actividad actual entre robots, si se empiezan a promover actuaciones organizativas y formativas en las líneas adecuadas previendo con tiempo las nuevas tareas que van a ser necesarias crear y promover.
11 Septiembre 2019

No hay semana que pase que no leamos noticias alarmantes sobre el futuro del mercado laboral como consecuencia de la digitalización de la industria. Es cierto que la transformación digital de la industria comporta amenazas, pero no lo es menos que nos abre la puerta a nuevas oportunidades que debemos saber aprovechar.

La digitalización supone hacer el tránsito hacia a una industria más inteligente, que produce bienes de más calidad, de forma más rápida y a un coste inferior. Supone también afrontar de forma eficaz retos inaplazables, como la introducción de un modelo de economía circular que minimice al máximo el impacto de la producción y del consumo sobre el planeta con la revalorización de residuos.

La economía circular es un ejemplo de cómo la Industria 4.0 genera nuevas formas de ocupación, a través de nuevos conceptos, como el de la bioeconomía, donde las empresas químicas pueden aportar soluciones innovadoras en el campo del reciclaje o la separación de los materiales para mejorar la gestión de los recursos naturales y abrir así nuevos mercados diversificados con una dependencia reducida de los combustibles fósiles. En el caso de Catalunya, el reto imprescindible es conseguir que esta adaptación de los procesos productivos actuales llegue -sobre todo- al amplio tejido de pymes.

Aunque a algunos informes, como el reciente de la consultora McKinsey Global Institute, cuantifican sobre 800 millones el número de puestos de trabajo que se pueden perder de aquí al 2030 en todo el mundo por la irrupción de la Industria 4.0, en el caso de Cataluña creo que hay que desdramatizar. Como señalaba un informe del Departament de Industria de la Generalitat de finales del 2017, aunque el 35% de los puestos de trabajo tienen una alta probabilidad de ser automatizados, no quiere decir que todos ellos serán substituidos por robots. Sí que es seguro que muchos puestos de trabajo se transformarán, pero en global el impacto puede llegar a ser -incluso- positivo.

Estas previsiones sí que deberían ser un toque de alerta para adaptar nuestro modelo educativo -desde la educación obligatoria a la FP y la universidad- para proveer a las empresas y a los futuros inversores de mano de obra capacitada para ejercer las habilidades laborales que se empiezan a vislumbrar en campos como la robótica, la gestión de sistemas de información y tratamiento de datos, mecatrónica y electrónica, automatización o la logística.

Porque ya no se trata sólo de aumentar la cantidad de formación a todos los niveles: se trata de enseñar habilidades, no siempre cognitivas, que hagan que las carreras de los profesionales sean a prueba de robots.

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