VISIÓN CERO... También para los accidentes de trabajo?... o no?..
VISIÓN CERO... También para los accidentes de trabajo?... o no?..
Las autoridades responsables de la seguridad vial de un territorio ya vienen utilizando el objetivo europeo de "Visión Cero" muertos con frecuencia, con más o menos fe, con más o menos oportunidad, o incluso con mayor o menor oportunismo. Pero puede decirse que "ya están en ello" y aunque por el momento se habla más en los discursos de nivel político que en las mesas de los expertos, lo cierto es que la "Visión Cero" es un referente.
Las autoridades responsables de la seguridad laboral por el contrario, asisten impertérritas al desarrollo de sus modelos preventivos (el europeo con sus servicios y técnicos de prevención y el americano con la implicación de sus mandos intermedios), tratando las cifras de muertos como "disminuibles" sin un posicionamiento tajante de "Visión Cero" ni para el año 2050 ni para el año 3000. Esa pasividad o conformismo que algunos llaman realismo nos parece cuanto menos alarmante. Porque el argumento que esgrimen los gurús de la prevención de riesgos laborales es que va a resultar imposible la movilización y la implicación de TODAS la empresas i ncluídas las Pymes y los Autónomos. Imposible de extender ni de controlar. La respuesta de los crédulos vialistas debe de ser inmediata: más difícil es llegar a todos y cada uno de los conductores y a pesar de ello, crremos en la "Visión Cero".
Ante esta bizantina discusión filosófica o patológica entre unos y otros responsables, ha aparecido una posición intermedia: si la seguridad vial consigue la "Visión Cero" está trabajando para eliminar los muertos en accidente laboral de tráfico, y ahora la prioridad de la prevención de riesgos laborales viales está a punto de instalarse entre los objetivos de los responsables públicos, parapúblicos (Mutuas y Gremios) y de empresa (directivos, responsables de recursos humanos y técnicos de prevención). Una transición que puede cómodamente favorecer a ambos seguridades: la vial y la laboral simultáneamente.
Las estadísticas de accidentalidad laboral son concluyentes al demostrarnos que el lugar de trabajo más accidentógeno es la vía pública, el equipo de trabajo más agresivo es el móvil (vehículo o máquina) y la máxima exposición al riesgo de lesiones severas en un puesto de trabajo es la conducción de vehículos a motor. Los accidentes “in itinere”, “in labore” y en misión se muestran como el fenómeno más frecuente en las tablas de análisis de la macroinvestigación de los accidentes de trabajo mortales y graves, y, al mismo tiempo, se presentan como ese gran vacío de gestión técnica empresarial y de las entidades especializadas en accidentes, sobre el que existen dificultades evidentes para crear y realizar actuaciones preventivas y de control. Nuestro trabajo aborda la necesidad de acción y de coordinación efectiva. Son pues la gran cifra estadística sobre la que los programas preventivos elaborados por los responsables de la seguridad laboral no aportan iniciativas de paliación de los riesgos al tratarse de un campo que tanto a los expertos en seguridad laboral como vial no acaban de abordar con suficiente eficacia.
El centro de trabajo convencional, bien sea la nave industrial, bien la obra civil, es un ámbito conocido sobre el que existen suficientes estudios como para sentar bases de un programa de evaluación de riesgos que puede dar pie a una serie de protocolos y recomendaciones de mejora de la prevención de riesgos laborales (casi nunca se habla de eliminarlos). Pero el centro de trabajo de la conducción de vehículos a motor, que combina la vía pública con el habitáculo del vehículo, se muestra a los laboralistas como un entorno con excesivos grados de libertad, con demasiadas confluencias de voluntades y de actitudes y con una importante combinación de competencias administrativas en la contemplación de los accidentes de tráfico que parecen constituir un difícil obstáculo para darle algún tratamiento técnico, efectivo y práctico que incida en la mejora de la seguridad vial-laboral (esa es la gran coartada de algunas empresas en implantar planes de movilidad de empresa).
Esa transición del campo laboral vial puede acabar siendo el gran promotor de una "Visión Cero" muertos para los accidentes laborales. Algún visionario europeo podría proponer una estrategia competitiva entre dos "Visiones Cero", una Champions League (no es falta de respeto, es una simple metáfora) de ver quien consigue implantar antes en su especialidad y en su territorio una "Real Visión Cero".