LATIGAZOS CERVICALES: La patología de los alcances en el tráfico.
LATIGAZOS CERVICALES: La patología de los alcances en el tráfico.
Un conductor de turismo recibe una llamada por el móvil mientras conduce por un tramo de autopista cercano a una gran población, con circulación fluida pero intensa. Puede ser que esperara la llamada o que sea inesperada. Puede ser que quiera contestar o simplemente mirar quién está llamado o ha llamado. Sea cual fuere el nivel de atención que dedique a la consulta, deja de mirar al frente y enfoca su mirada al teléfono móvil. Mientras, el tráfico, sigue, y los vehículos que circulan en su carril aminoran la marcha e incluso llegan a detenerse. El tiempo necesario para frenar es menor que el tiempo de reacción del conductor. Se produce el alcance con el vehículo que circula delante.
El vehículo que alcanza al de delante sufre una brusca deceleración y su conductor, con mayor o menor tiempo puede sujetarse al volante breves instantes antes del impacto con tendencia a que su cabeza y su cuerpo van hacia delante, aunque tras la colisión puede producirse un efecto rebotas hacia atrás.
El vehículo que es alcanzado, tanto si se halla detenido como si aun se mueve hacia delante, recibe el impacto posterior de forma más sorpresiva y la tendencia del cuerpo de su conductor es de mantenerse quieto o despacio mientras el habitáculo es empujado hacia delante por la energía del impacto.
Ambos conductores sufren una acción dinámica en el cuello, sobre todo el del vehículo alcanzado, que puede ser amortiguado si lleva bien instalado el reposacabezas, un equipamiento no especialmente atendido, en general, por los usuarios. La cabeza humana reposa sobre una primera vértebra (el atlas) la cual rota sobre la segunda vértebra la cual dispone de una proturberancia en forma de diente (apófisis odontoides)
La base anatómica de la necesidad de los reposacabezas es la siguiente: La cabeza humana reposa sobre una primera vértebra llamada atlas (en recuerdo al ser de la mitología griega que llevaba al mundo sobre sus hombros).
Atlas a su vez rota (cuando giramos la cabeza hacia la derecha o hacia la izquierda) sobre la segunda vértebra (axis), que dispone de una protuberancia en que hace de eje para atlas, llamada apófisis odontoides (porque su forma recuerda a la de un diente).
En caso de colisión, en especial en caso de colisión por alcance, el cuerpo de la persona que va en el asiento puede desplazarse bruscamente hacia atrás, siendo detenido por el respaldo del asiento y los efectos sobre el cuello dependen del reposacabezas. En los coches sin reposacabezas (o con reposacabezas mal diseñados o mal ajustados) la cabeza continúa su movimiento hacia atrás, pudiendo llegarse a romper los ligamentos que impiden, en circunstancias normales, que la apófisis odontoides de axis dañe a la médula espinal. Si esto sucede, dependiendo de la severidad de la rotura, el individuo puede quedar paralítico o morir desnucado. Pero en los casos de existir reposacabezas aunque se hallen bien ajustados, puede existir lesión a partir de la magnitud de la energía del impacto y de la distancia del axis sobre el centro de gravedad del vehículo impactado, en lo que se define como el “momento flexor del cuello del conductor alcanzado”. Este es el origen del latigazo cervical.
El momento de una fuerza es su capacidad de producir un trabajo o de ceder energía a un cuerpo cuando hay una distancia entre el punto de aplicación y el centro de gravedad de dicho cuerpo.
La capacidad de lesionar unas vértebras cervicales está en función de la dirección de la fuerza en newtons que mueve el cuerpo de ocupante del vehículo al ser alcanzado por la distancia del cuello al centro de gravedad del cuerpo que sube sustancialmente en la postura de los conductores u ocupantes sentados en la parte delantera o posterior de los turismos.
Trabajo = Fuerza x Espacio = Energía aplicada al cuerpo del ocupante del vehículo
Momento flexor = Fuerza en newtons del alcance x distancia del centro de gravedad del cuerpo al cuello o más exactamente a la parte de la columna vertebral donde se ubican las cervicales.
La bibliografía científica presenta un sistema de evaluación de los latigazos cervicales en función de la fuerza que interviene en la flexión del atlas que pivota sobre el axis. Es el denominado NIC (Neck Injury Criteria = Crierios sobre lesiones en el cuello) que paulatinamente se va imponiendo como referencia para la objetivación de los latigazos cervicales que pueden aplicarse en ambos sentidos, es decir, conociendo masas y velocidades del impacto del alcance puede deducirse si la reclamación del lesionado a la Compañía de Seguros está científicamente justificada o no, pero también a la inversa, partiendo de la lesión objetivamente detectada y medida puede llegar a recalcularse la velocidad de impacto del vehículo.