Desgaste psicológico profesional. Respuesta psicosocial.

Desgaste psicológico profesional. Respuesta psicosocial.

Vivimos en una sociedad laboral en la que los cambios son una constante. Cambios profesionales dirigidos a rediseñar tareas y puestos de trabajo con el objetivo de que la organización sea lo más rentable posible.
13 Diciembre 2014

Todos estos cambios, en mayor o menor medida, afectan al empleado a tres niveles: cognición, emoción y conducta. La flexibilidad exigida hoy hace que el empleado experimente sensaciones de desgaste psicológico profesional, proceso que interactúa en un contexto (el contrato psicosocial) y media entre variables no reguladas en un continuo (satisfacción - insatisfacción). Esta experiencia subjetiva queda definida según expectativas y fundamentalmente resultados. La motivación laboral deja de ser sinónimo de satisfacción, al igual que tampoco antónimo de insatisfacción. Es el desgaste psicológico profesional el que define en estos tiempos los motivos por los que los empleados podrían sentirse formar parte de una organización, un contrato psicosocial en continuo cambio. Las expectativas que tengamos, el valor que demos a los resultados y sobre todo la fuerza en la relación entre ambos definirán un desgaste cognitivo, emotivo y conductual en un contexto determinado, el laboral.

En cualquier situación de intercambio social se generan todo tipo de expectativas, creencias que determinan como han de ser los resultados. En las relaciones interpersonales en las organizaciones sucede lo propio, las personas nos relacionamos y esperamos de los otros una respuesta que satisfaga nuestras expectativas. En este contexto nace un concepto que la literatura lo define como contrato psicológico (Rousseau,1989; Herriot y Pemberton, 1995; McLean Parks, Kidder y Gallagher, 1998). Eligiendo entre diversas definiciones, al referirnos al contrato psicológico nos podríamos estar refiriendo al “conjunto idiosincrásico de expectativas recíprocas mantenido por los empleados acerca de sus obligaciones (es decir, todo aquello que deben hacer con respecto al empleador) y sus derechos (es decir, todo aquello que esperan recibir en correspondencia)”  (McLean Parks, Kidder y Gallagher,1998). Esta cuestión es de suma importancia ya que entra en valor las expectativas que tiene el empleado sobre los resultados de sus aportaciones. Es decir, no se trata sólo de cuestiones económicas sino además, por ejemplo, psicosociales. Por lo que en este sentido cabe destacar que no deberíamos definir un contrato psicológico únicamente bidireccional entre empleado y empleador, sino como una interrelación constante del empleado con todas las “fuerzas” involucradas en la organización. Este tipo de contrato quedaría mejor definido como un contrato psicosocial (Gracia, Martínez-Tur y Peiró, 2001), en donde tengan cabida todas las interrelaciones operativas en la organización.

El paso de un contrato psicológico a psicosocial podría ser considerado a través de un proceso clave en las organizaciones, la socialización. Es decir, un paso a nivel psicológico en el que la persona deja de sentirse ajena en la organización a formar parte de ella. Es posible entender el concepto desde la entrada (o cambio puesto) del empleado en la organización hasta la propia salida de este. Si bien en un principio su relación es bidireccional con el empleador (contrato psicológico), con el paso del tiempo y las relaciones interpersonales generadas, en este contrato empieza a tener un cariz importante el aspecto psicosocial. Por lo que si en un principio el motivo de satisfacción es entre dos agentes, con la socialización se convierte en “trifactorial” dependiente de empleador, supervisores y compañeros. En este sentido, en el empleado se generarán expectativas sobre su desarrollo de aprendizaje, apoyo social, relaciones informales…. En cualquier caso, creencias del empleado de cómo debería ser su relación con el grupo psicosocial al que pertenece. Este contexto, el contrato psicosocial es un aspecto clave en el desgaste psicológico profesional. Las expectativas en los resultados que pretende conseguir en las interacciones con los diferentes agentes organizacionales tendrán un peso específico en su satisfacción. Regulada esta a través de desgaste psicológico profesional.

Fco. Javier Herrán Gamarra

Psicólogo del trabajo. Seguridad y Salud psicosocial

Para citar este artículo:

- Herrán Gamarra, Fco. Javier. (2014, 13 de Diciembre). “Desgaste psicológico profesional. Respuesta psicosocial”. www.prevencionintegral.com. Disponible en: http://www.prevencionintegral.com/comunidad/blog/psicoprevencioncom

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