Carga mental y apoyo social. Perspectiva psicosocial.

Carga mental y apoyo social. Perspectiva psicosocial.

El apoyo social hace referencia a las relaciones entre compañeros y supervisores. En la carga mental y en el estrés es un mediador imprescindible.
20 Julio 2014

La carga mental ha sido definida como demandas cognitivas a las que está sometido el trabajador durante su jornada laboral. El nivel de actividad o esfuerzo y el tiempo disponible para dar respuesta a la demanda son las variables fundamentales que determinarán la aparición de la fatiga mental. Pero no dedicaré este post a la cuestión de la carga mental desde esta perspectiva cuantitativa, sino más bien desde lo que supone para el trabajador las diferentes variantes, es decir la configuración cualitativa o dificultad cognitiva que supone realizar la tarea, bien sea por exceso bien por defecto.

Cuando las demandas mentales del trabajo son excesivas en comparación con los conocimientos, destrezas y habilidades del trabajador aparece la denominada sobrecarga mental. No consiste en demasiado trabajo, sino en la dificultad excesiva del mismo. Por el contrario, cuando la tarea no implica ningún compromiso por parte del trabajador, ésta le resulta insuficiente y sumamente desmotivadora. Tanto una como la otra tendrán, muy probablemente, consecuencias cognitivas, afectivas y conductuales en el trabajador. Entre ellas podemos citar el estrés y un incremento de accidentabilidad debido a una atención y concentración inadecuada.

Karasek allá por el 1979, consideró que unas demandas de trabajo altas, y al mismo tiempo, una capacidad de control sobre las mismas baja, determinaría un tipo de estrés laboral al que está expuesto el trabajador, es decir “sobrecarga laboral”. Del mismo modo, unas demandas bajas y un control sobre las mismas alto supondrían una “infracarga laboral”. La prevención reside en encontrar el equilibrio en el que cada trabajador, en función de sus diferencias individuales, rinda mejor. Se trata pues de evitar los extremos y focalizar hacia el punto medio.

Ampliando este modelo, Jhonson, Hall, Theorell y el mismo Karaseck, a finales de la década de los 80, introducen un término que en mi opinión es fundamental. Se trata del apoyo social en el trabajo. De manera introductoria al concepto (ya que su importancia no cabe en un solo post) es posible determinar que el apoyo entre compañeros y sobretodo de supervisores actúa como amortiguador más que eficaz como medida preventiva del estrés derivado de una sobrecarga o infracarga laboral. House en 1981 consideró cuatro tipos de apoyo social que hoy en día están vigentes. Se trata de un apoyo emocional, instrumental, informativo  valorativo.

Cuando sentimos empatía, en cierta medida estamos dando un apoyo emocional encubierto. Una conducta dirigida a solucionar el problema que tiene la otra persona hace que este apoyo se manifieste. Y si además le damos información útil sobre como afrontar la toma de decisiones ante problemas, se queda cerrado un círculo que más pronto que tarde se verá recompensado por una confianza del receptor hacia el emisor de dicho apoyo social. Pero no acaba ahí todo, y es que reforzar es valorar y proporcionarle una evaluación de sus resultados, es más que un regalo.

El apoyo social, sin duda, nos hace más humanos y en las organizaciones de hoy en día, entender al trabajador desde sus competencias, destrezas y habilidades hará que dichas organizaciones tengan un potencial diferenciador. Si conseguimos que el trabajo no sea fuente de estrés porque no sabemos compensar las diferencias individuales y además enseñamos lo que sabemos, habremos conseguido no sólo la satisfacción del trabajador sino además su compromiso.

*Nota del autor.

Estimad@ lector(a),

Con el objeto de evitar malos entendidos le ruego que, si va a copiar parte o el contenido completo de este artículo, cite por favor la fuente y autor del mismo.

Le agradezco su interés. Reciba un afectuoso saludo.

Fco. Javier Herrán Gamarra

Psicólogo del trabajo. Seguridad y Salud psicosocial.

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