PREVENCIÓN DE RIESGOS DE ACTOS TERRORISTAS. II PARTE.

PREVENCIÓN DE RIESGOS DE ACTOS TERRORISTAS. II PARTE.

Evidentemente los autores directos solo son una pieza más de la maquinaria ideada por el terror. Tras ellos hay amigos, financistas, interesados políticos y, más aún, interesados económicos.
18 Octubre 2014

Para vencer hay que prepararse.

Proteger y prevenir, son acciones que se encuentran  estrechamente ligadas al reconocimientos de  valores como libertad, seguridad, justicia y democracia, pues,  los actos terroristas atacan directamente estos valores republicanos con el objeto de causar descontento y promover  la violencia de los sectores más pasivos.

Así como hay que conocer la realidad, establecer la verdadera esencia de las acciones violentas, del mismo modo se debe tener presente que toda acción de prevención no puede disminuir conculcar los derechos que se trata de defender, de lo contrario habría un contrasentido de tal naturaleza que pondría a la prevención del delito como una de esas que se tratan de prevenir y evitar.

No obstante su importancia en Chile no se observa que se hayan tomados las medidas preventivas para controlar  las emergencias provocadas por los actos de terrorismo. No se divisan claramente las medidas e instrucciones en escuelas, cines, centros comerciales, estadios, lugares masivos de reunión, lugares vulnerables como pasarelas, puentes, aeropuertos y puertos. Hoy es el momento preciso de educar, prevenir y asegurar los espacios para una mejor y más efectiva protección de las personas y los bienes.

¿Cómo se debe hacer?

1.- Una tarea obligatoria es reeducar a la población en los beneficios de una sociedad libertaria y con ciudadanos que pueden detentar el máximo de sus derechos, los que ciertamente se pierden y colapsan en un estado caótico producto del desquiciamiento de algunos. Como en muchas cosas, la educación es la herramienta básica en la erradicación de los actos terroristas.

2.- Establecidos los propósitos y metas  que se obtienen con la educación, corresponde a la autoridad organizar un plan o proyecto donde se involucre a la ciudadanía en la totalidad de sus niveles y donde  la propia gente en sus diversas actividades como  trabajadores, estudiantes, instituciones culturales, fiscales, militares y de la ciudadanía proponga conforme a sus medios y denro del respeto a los derechos esenciales, sisemas de vigilancia de  actos y acciones destinados a socavar la paz y la tranquilidad del colectivo. La importancia de esto radica que no se trata de imposiciones del poder vigente, sino,  un sistema basado en el libre albedrío de las organizaciones ciudadanas por lo que cuentan y son una manifestación real de la soberanía.

Hay que entender con mucha claridad, que en reiteradas ocasiones los actos terroristas tienen una respuesta tan desproporcionada por parte de la autoridad, que en definitiva los sectores violentos encuentran en  quienes detentas el poder del Estado la máxima complicidad derivada del exceso de violencia manejada como parte del poder del Estado.

En este sentido la primera misión preventiva dice relación con la defensa de los derechos fundamentales, que no es la lucha contra la diversidad ni la divergencia. La diversidad es precisamente lo que el terrorismo desea terminar.

3.- Una medida preventiva es la asociación que debe nacer entre el mundo público y el mundo privado. En una sociedad donde el consumo es lo primordial y lo más relevante, aún sobre el valor de las personas, es fácil a veces, obtener dividendos trabajando para la pare oscura. Sucedió muchas veces en todos los que en un principio ayudaron a los nazis financiando su desarrollo y posteriormente trabajando para ellos directamente.

4.- En una sociedad atacada por este azote muchas son las víctimas inocentes. Una acción social directa en ayuda de los sufrimientos causado por las acciones terroristas permiten demostrar la inutilidad del esfuerzo violento y la UNIDAD SOCIAL. Circunstancias estas que desmoralizan y confunden a quienes optan por la fuerza en la lucha anti sistémica.

En las medidas de prevención del terror, y como parte de la educación a la población, no debe dejarse sin comunicación a la masa. Un error de los gobiernos con vocación fascistoide, es la de reprimir y aislar a la población. Con ello se deja la puerta abierta a los rumores, a la falsa información y, por otro lado, a los abusos del Estado o de organismos  policiales y de seguridad, que creen tener facultades extraordinarias para barrer con los derechos fundamentales y garantías constitucionales. Felizmente en Chile ni hay terrorismo ni hay abusos sistemáticos del Estado en la lucha contra la violencia, salvo digámoslo, la hipótesis mal concebida que la lucha del pueblo mapuche por su reconocimiento pudiera revestir características de terrorismo.

5.- Los cuerpos de seguridad generalmente actúan en forma independiente. Más aún, actúan en competencia y muchas veces esconden importantes datos, los que si fueran compartidos y comparados entre los que las diversas fuerzas de seguridad tienen podrían haber prevenido con mayor eficacia la violencia. En este sentido corresponde a la autoridad civil tener la coordinación y el control de todos los cuerpos de seguridad, incluyendo los de inteligencia militar y policial.

6.- ¿Hacia dónde dirigir la investigación?

Evidentemente los autores directos solo son una pieza más de la maquinaria  ideada por el terror. Tras ellos hay amigos, financistas, interesados políticos y, más aún, interesados económicos. Todos ellos tienen permanente necesidad de una política de desinformación y los medios de comunicación social son eficaces para ello.

En este sentido habrá que investigar el financiamiento y establecer quienes están en los presupuesto del terrorismo. Generalmente son piezas claves y no necesariamente del grupo marginal. Se ha observado por los investigadores que sectores de competencia aprovechan la ocasión para provocar paralizaciones en los sistemas productivos, herramientas, procesos, stocks, de otras empresas de similar giro. En especial si estas están vinculadas a prestaciones de servicios públicos.

7.- Los procedimientos informativos y el acceso que las personas tengan a la autoridad debe ser de tal eficacia que el autor del acto terrorista nunca pueda saber si alguien lo observa o alguien lo puede denunciar. Esta elevada educación preventiva del acto terrorista se  da cuando la sociedad se ha compenetrado que aún con todas las falencias del sistema republicano, constitucional y democrático, es muchísimo más amigable que el propuesto por la violencia. El razonamiento de “que bueno que a esos ladrones  los quemen”, debe ser superado por la educación y la seguridad que todo acto de corrupción será abatido al igual que el terrorismo de fuerza, pues, el otro también es terrorismo silencioso en lo económico. El ciudadano activo cuida su sociedad y la vigila contra los actos de fuerza.

Como complemento del comentario anterior una forma de prevenir es vigilar a nivel de usuario por medios que los hagan visibles, como cámaras u otros de perfeccionamiento técnico. Pero, también los que no se observan ,como agentes ciudadanos destinados a realizar los mismos movimientos que cualquier usuario, solo que su actividad es de pura vigilancia. De ese modo, se crea en el delincuente terrorista una situación de incertidumbre y paranoia que permite se delate por sí mismo.

Tal vez, en Chile, ya se debiera implementar un proyecto preventivo de las acciones terroristas.

Es cierto, que no conocemos  el terrorismo puro que devasta otras naciones incluso las más poderosas. Solo sabemos de terrorismo de Estado. Pero, precisamente por ello, en este momento cuando se observa que hay brotes aislados de acciones alarmistas y de propaganda basadas en detonaciones y bombazos de menor calibre, pero que así y todo causan entrabamientos en el desarrollo de  la vida ciudadana, especialmente si la prensa interesad o sea, aquella que responde a intereses económico-políticos hace de caja de resnancia, es, a mi modo de entender cuando las escuelas, universidades, centros de trabajo, hombres de la vida pública y privada, instituciones ancestrales y de prestigio, se vuelquen a mirar sin escepticismo o desidia los brotes de fuerza que podrían desembocar más adelante en actos de terrorismo. Prevenir es Cultura y lo que falta precisamente es Cultura Prevetiva en su más amplia expresión.

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