De la central térmica al huerto urbano

Las centrales térmicas producen grandes cantidades de cenizas volantes durante la combustión de los combustibles fósiles. Estas cenizas contienen trazas de muchos metales como el arsénico, el berilio o el cromo, entre otros. La gestión de estos residuos ha sido un problema, hasta que se han empleado para la síntesis de zeolitas.

Mediante un tratamiento térmico y un poterior tratamiento alcalino con hidróxidos, es posible obtener de estas molestsa cenizas, zeolitas sintéticas, normalmente en forma sódica. Las zeolitas con compuestos de aluminio y silicio con un contraión que tiene grandes posibilidades como intercambiador iónico.

En los últimos años, se han llevado a cabo, y se siguen realizando, estudios para el uso de zeolitas como adsorbente de nitrógeno y fósforo en aguas residuales y así obtener fertilizante de lenta liberación y de bajo coste que además, mejora las propiedades físicas del suelo reteniendo agua y reduciendo la pérdida de nutrientes por precipitaciones o exceso de riego.

Intentar ser capaces de cerrar el ciclo del fósforo, que ha entrado oficialmente en la lista de las 20 materias primas críticas, mediante residuos industriales es un gran avance, una gran idea y una gran apuesta de futuro sostenible. 

Dicen que el ser humano es extraordinario, nunca había estado más convencida de ello...