La consulta del retrovisor revela tu capacidad de convivencia conduciendo.

La consulta del retrovisor revela tu capacidad de convivencia conduciendo.

Tan importante para la seguridad vial es ver lo que que tienes delante como saber lo que te viene por detrás. El arcaico retrovisor no acaba de encontrar su elemento de sustitución con cámaras de vídeo panorámicas o combinaciones ópticas que presenten en el tablier del conductor las imágenes de todo el entorno. Pero los fabricantes siguen poniendo retrovisores con espejos comunes que obligan al conductor a mirarlos con una necesaria frecuencia si se quiere ser un conductor seguro, un indicador que distingue un egocéntrico de un convivencial. Imprescindible para evitar los muertos de los "ángulos muertos".
29 Febrero 2024

El primer retrovisor que se conoce en un automóvil nació en una pista de carreras, concretamente en el circuito Marmon, de Indianápolis. A principios del siglo XX era práctica común que se sentara en la parte trasera de los coches de competición un mecánico para vigilar a los perseguidores. En 1911, en las 500 millas de Indianápolis, Estados Unidos, Ray Rannoun no encontró ningún mecánico dispuesto a acompañarle en la prueba, por lo que para ver a sus contrincantes se le ocurrió instalar un espejo en el coche. Obtuvo permiso para ello y además ganó la prueba con solvencia. Había nacido el retrovisor, que se comercializó en 1914.

Desde entonces el retrovisor ha venido siendo una pieza esencial para la conducción de vehículos a motor y por lo tanto un elemento clásico en la producción de nuevos modelos que vienen integrándolo, quizás más en la estética que en la eficiencia práctica. Porque por mucho que la reglamentación viene definiendo los tipos de espejos (interno y externos) y número mínimo de espejos a disponer según el tipo de vehículo que se trate (veáse sino en España el Anexo III del Reglamento General de Vehículos aprobado por Real Decreto 2822/1998 de 23 de Diciembre), los retrovisores siguen siendo deficitarios.

Expertos como Elon Musk director de fabricación del vehículo eléctrico Tesla ya se atreve a decir que los retrovisores no solo son deficitarios sino obsoletos, liderando un clamor en el mundo de la automoción para regular e imponer cámaras exteriores que permitan contemplar al conductor permanentemente el escenario de los lados y de detrás. ¿Cuántas veces nos hemos preguntado los muertos de tráfico que han dejado los “ángulos muertos” de la falta de visión lateral y posterior de los conductores?. Una asignatura pendiente de la seguridad vial que avergüenza no tener superada en la época de los monitores y suprainformación con el GPS y que no seamos capaces de instalar obligatoriamente un sistema de visión total…. Parece que ya hay grupos de trabajo europeos que están estudiando el “sightstream” o cámaras panorámicas con monitores en el panel de mandos…. Aunque hoy aun es un proyecto….

Pero lo que hay es lo que hay y aunque todos sabemos que en la conducción no es sólo lo que queda por delante de nuestro vehículo sino que la vista debe alternarse con vistazos a nuestros lados y hacia la parte posterior del vehículo, de modo que dominemos en todo momento tanto lo que hay por delante como lo que tenemos por los lados y por detrás con retrovisor o miradas directas para cubrir sus limitaciones, hay que reconocer que aun el retrovisor es la solución menos mala incluso teniendo en cuenta que cuanto mayor es la velocidad a la que nos desplazamos, más se estrecha nuestro campo visual. Y lo único que podemos hacer para mitigar este problema es ejercitar nuestra visión periférica para ampliar ese campo visual o, lo que resulta más sencillo y frecuente, mover la cabeza para ver de forma adecuada en todo momento. De hecho, nuestra observación debe ser tan activa que no llegamos apenas a sectorizar nuestros puntos de enfoque, sino que el barrido lo realizamos dentro de una visión global. 

Los investigadores y los creadores no han sido capaces de ofrecernos otra alternativa que el retrovisor. Total un simple espejo. Y nadie ha podido mostrarnos de manera sencilla el panorama posterior de un vehículo de turismo o aun más complejo, de un camión o de un autocar. El juego de imágenes concatenando ondas luminosas con las enormes posibilidades de transmisión no se ha traducido en un invento que plasme en el tablier del conductor la perspectiva posterior de manera que por el momento nos hemos seguir conformando con el espejo de visión directa que nos obliga a llevar el campo de visión hacia el retrovisor directo que precisa rebasar la luneta posterior o con los retrovisores laterales apartándonos de manera importante del cuadro de visibilidad delantera que sigue siendo el principal escenario de la conducción.

Estudios como el MAIDs (Motorcycle Accidents In Depth Study) nos dan cifras muy alarmantes de que cerca del 75% de los accidentes de motocicleta o ciclomotor  (PTWs power twoo wheels) por contacto con otros vehículos de cuatro ruedas, los conductores de éstos últimos ni han visto, ni han oído, ni han tenido la más remota sospecha de la presencia del motorista o ciclomotorista en su radio de influencia por lo que han efectuado la maniobra, generalmente de giro o de cambio de carril y han descubierto a la PTW al sentir el impacto.Las PTWs tienen mucha más agilidad que los 4 ruedas y se filtran con gran facilidad entre ellos, se aproximan y muchos los motoristas tienen la sensación de que desde el principio son percibidos por los conductores de 4 ruedas a los que se acercan. No es así.

El uso de los retrovisores sigue pues siendo básico para dominar nuestro entorno. La observación a través de los retrovisores debe ser breve pero frecuente. Es decir, el retrovisor se mira muchas veces pero siempre a vistazos¿Y qué significa “muchas veces”? Depende.

Dicen los expertos castizos que en una calle o en una carretera saturada, habría que mirar los retrovisores cada dos por tres, es decir, cada 6 segundos, para tener el escenario minimamente controlado. En una carretera despejada o en una autopista, donde se supone que el tráfico es menos denso, se sugiere mirar el retrovisor cada 10 segundos. 

Las ciudades cada vez más cargadas de circulación pero sobre todo invadidas de móviles vulnerables, especialmente bicicletas, ciclomotores y motocicletas que se filtran entre líneas y entre vehículos de cuatro ruedas como el agua, requieren una mayor comprobación. Ciudades como la de nuestra sede de Barcelona ha pasado de tener un tráfico de turismos acompañados por vehículos de dos ruedas a ser un tráfico de vehículos de dos ruedas acompañado de turismos. La moto domina y eso exige un respeto desde el prisma de la seguridad vial. Por ello recomendamos en ciudad dedicar la mirada tanto tiempo al tráfico de delante como al retrovisor por lados y detrás y en carretera dedicar simplemente el doble de tiempo al tráfico de delante que al de detrás….. mucha más atención que a las recomendaciones dadas hasta ahora….  

En cualquier caso, el ejercicio individual sobre nuestra capacidad de entender la circulación por vía pública como una convivencia pacífica y segura, es reflexionar sobre el número de veces que de manera natural miramos el retrovisor en momentos de tráfico tranquilo... lo que significa que estamos pendientes de los demás, de los otros.... velando por la convivencia.

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