PERE CASALDÁLIGA: El otro y la seguridad vial

PERE CASALDÁLIGA: El otro y la seguridad vial

Hace pòcos días falleció nuestro paisano Pere Casaldáliga dejando una estela de ejemplos sobre la convivencia. Los lideres ideológicos más generalistas llegan a la gran masa de personas con acciones que resultan convincentes por su coherencia, su ética y su universalidad. Casaldáliga operó en el campo de los pobres y los débiles, los grandes abandonados de la seguridad vial. Y para él, el paradigma de la convivencia es EL OTRO. Es el gran mensaje de la seguridad vial aplicable hoy más que nunca a la seguridad laboral y a la seguridad de todas las pandemias.
20 Agosto 2020

Las cualidades humanas que promueve el cristianismo, en coincidencia con todas las demás religiones y creencias, son reconocidos por los responsables de la seguridad vial, como estilos de vida imprescindibles para conseguir la máxima reducción en las cifras de accidentes y víctimas de tráfico.   La seguridad vial más eficiente se mueve alrededor de la idea de hacer entender y convencer a todas las personas que de una u otra manera son usuarios de la vía pública sobre la trascendencia de todos y cada uno de ellos de que, la mejor fórmula es  la pacificación y la tranquilidad en la vía pública, lo que se consigue pensando siempre en EL OTRO. Se trata de huir de la conducción egocéntrica y abrir las voluntades a compartir espacios y tiempos en un clima de normalidad, entendimiento y  comprensión.

Los conductores incívicos reciben beneficios del propio sistema en forma de poder, placer y liderazgo, lo que retroalimenta el incivismo. Los conductores cívicos por el contrario no encuentran beneficios en el sistema y sí ven en  sus comportamientos frecuentemente frustración y subordinación. Las creencias externas al sistema, sólidas, profundas y morales tales como el ayudar a los demás, cumplir con la norma o renunciar al placer personal por el bien colectivo, son aquellas que promueven quienes piensan en los más débiles. La moderación de la circulación invita a los conductores y demás usuarios a un ejercicio de autodominio y de demostración de pausa , que puede llegar a convencerles de las ventajas de conducir con tranquilidad como placer y como medida de seguridad. 

Las cifras de víctimas en accidente de tráfico, muertos, lesionados medulares, lesionados cerebrales, heridos graves de politraumatismos y otras personas lesionadas, muchas de ellas con secuelas de por vida, justifican priorizar la inseguridad vial como un problema social de primera magnitud. Ello justifica cualquier priorización de la seguridad vial en las unidades de primera asistencia, servicios de urgencias hospitalarias y actuaciones de cirujía traumatológica del sistema sanitario. El sistema requiere priorizar asimismo las prestaciones de los centros especializados de parapléjicos o lesionados medulares o cerebrales en general así como todas las tareas de rehabilitación funcional y social de las personas accidentadas, un aspecto éste en el que la Pastoral del Tráfico se muestra especialmente sensible para atender y extender a las familias y amigos o cercanos de los accidentados, los testigos o testimonios de los accidentes y sobre todo, las propias víctimas.

Pere Casaldáliga entendió, protegió y gestionó con humildad estos valores en general pero quizás no supo verdaderamente de las repercusiones positivas que tuvieron en la seguridad vial. Pensar en el otro es el marco ideal para un tráfico seguro.Y también en la seguridad laboral y en la resolución de todas las pandemias.

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