GUILLEM VIRGILI: In itinere a la carta.

Las ciudades inteligentes (Smarts Cities) y los proyectos de elección por teléfono móvil del mejor medio de desplazamiento para el destino requerido ( Hubs Projects) vienen siendo el fiel reflejo de que cada vez más, las nuevas tecnologías de comunicación se van preocupando con mayor acento en facilitar información a los ciudadanos para darles la mejor opción para su desplazamiento habitual u ocasional. El progreso de la información puntual de los medios de transporte que de manera instantánea te dicen en tu móvil la mejor opción, dejan sin efecto las iniciativas, loables pero lentas que como el car-poolling, han requerido inversión de hormigón y cemento para ponerlas en práctica y que, una vez acabada la construcción, la iniciativa ha quedado ya fuera de contexto en algunos casos de manera muy llamativa por existir otras alternativas mucho más baratas, sencillas y razonables.

Las nuevas tecnologías son el futuro inmediato en el mundo de la movilidad. Quienes como Guillem Virgili se preocuparon en su cátedra de transportes de la UPC Universitat Politécnica de Catalunya, de instruir a varias generaciones de ingenieros industriales y de caminos acerca de las técnicas de movilidad y las ventajas de una planificación de la intermodalidad en el transporte de viajeros, sobre todo en las áreas metropolitanas, tuvieron que enfrentarse y sufrir un contexto poco favorable porque se iba edificando un urbanismo de grandes inversiones en asfalto a la medida de los vehículos particulares, en unas ordenaciones y regulaciones de la circulación vial concebidas para favorecer de manera escandalosa a los vehículos particulares de turismo y unas Administraciones Públicas gubernativas que hacían de la conducció  de vehículos a motor un sistema mayoritario  como única y arrolladora alternativa para la movilidad de las personas en grave perjuicio para los flujos colectivos.

Guillem Virgili fue precursor de la movilidad del futuro defendiendo a ultranza la intermodalidad. No debe concebirse el tráfico como una necesaria colección de itinerarios "prète a porter" y de puerta a puerta, de origen y destino a elección de cada uno con su fórmula particular más cercana a donde debe ir a trabajar, a su domicilio o a su gestión. Antes al contrario, se deben de elegir los itinerarios mayoritarios, legislar para las grandes necesidades, aportar recursos para las grandes redes de transporte y dejar elegir al ciudadano el que mejor se ajusta a sus necesidades, con un margen importante de peatonalidad o ciclismo relacionado con la salud de la persona.

La intermodalidad concebida como aproximación de los nodos (paradas, intercomunicadores, aparcamientos o parc and ride, areas de transición ) entre las lineas de metro, bus, taxi,... situándolos en puntos de concentración de personas, como grandes superficies, hospitales o centros de asistencia primaria, universidades, colegios, polígonos industriales, complejos deportivos y zonas de ocio, es la gran solución de futuro que siempre predicaba Guillem Virgili incluso en sus últimos años de vida, pues me contaba, con gran visión, que era mucho más lógico y barato promover un gran intercambiador de transportes colectivos con un gran parking que construir una autopista. Y me daba ejemplos y cifras escalofriantes. De haberlo decidido antes, todos estaríamos llegando mucho más rápidos y seguros a destino, y las grandes inversiones de obra civil promovidas por los grandes capitales de contructores de carreteras, autopistas y automóviles particulares, podrían haberse dedicado a otros destinos sociales y ambientales de mucha más necesidad. No detecten por favor ningún posicionamiento político ni en Virgili ni en el blog. Solo sentido común. Basta con saber sumar. Y quizás multiplicar y dividir.