DESMOND TUTU: La injusta inseguridad vial de los países pobres

DESMOND TUTU: La injusta inseguridad vial de los países pobres

Los países con mayor índice de pobreza tienen las peores carreteras, los vehículos más inseguros y grandes dificultades en lograr una movilidad segura de las personas. El mandeliano Tutu nos recuerda los desequilibrios que genera el consumo supercapitalizado.
1 Octubre 2014

La inseguridad vial es poliédrica. Pero un poliedro piramidal que tiende a tener el vértice de las decisiones que mueven el mercado de la distribución de la riqueza, muy separado de la base que es el consumidor o el ciudadano que sufre las consecuecias de un monocorde sistema que quiere vender y vender, producir y producir, ganar y ganar, sin una adecuada sensibilidad de los efectos devastadores en quienes no tienen capacidad ni posibilidad de entrar en el juego del consumo y de la seguridad. 

Desmond Tutu, Arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, ha sido galardonado en su visita a Barcelona con el premio internacional Catalunya 2014 , por su trabajo contra el "apartheid" en Sud-áfrica en estrecha colaboración con Nelson Mandela. Sus reflexiones, nos sirven como un cierto examen de conciencia, sobre cuestiones que con frecuencia nos pasan desapercibidas. A su criterio, el mundo rico se toma muy a la ligera la cuestión del cambio climático, porque se sienten muy protegido ante las inclemencias del tiempo. Cuando hace calor se pone el aire acondicionado,  cuando hace  frío se pone la calefacción, ante la sequía, traemos el agua de donde sea. En cambio el país pobre sufre de una forma dramática, las consecuencias del cambio climático. Cuando hay sequía la agricultura de subsistencia, se transforma en miseria y hambre. Podríamos decir que los países pobres se ven perjudicados por un problema que no han creado ellos, sino que lo han creado los países ricos.  Nuestro ambiente potencia siempre en primer lugar pensar en el interés propio, y pensamos en los otros en función del provecho que podemos sacar de ellos.  Este sistema de vida nos lleva a no ser conscientes que todos formamos una única familia humana y vivimos en una casa común que es nuestro planeta Tierra. Lo mismo ocurre con la seguridad vial. Se construyen carreteras capaces y seguras cuando hay garantía de volumen de tráfico, se venden vehículos seguros cuando hay suficientes compradores y se dan sesiones de seguridad vial a los ciudadanos cuando el sistema permite dedicar tiempo a esta educación. Pero si el poder adquisitivo es bajo y no hay venta suficiente de vehículos, más vale tampoco tener dinero para saber cuántos muertos en accidente de tráfico se producen y por qué causa. Un jeroglífico o una sardina que se muerde la cola.... pero un resultado final.... los paises más pobres son los que, además, tienen las mayores cifras de muertos en accidente de tráfico.                 

Dicho esto, nos podemos preguntar si es posible convencer a la gente del mundo rico de la necesidad de un cambio en el estilo de vida. Un cambio que no será fácil porque toda la sociedad se ha convertido en una especie de supermercado que nos hace creer que necesitamos muchas más cosas de las que en realidad precisamos. Esto nos llevaría a una segunda pregunta:   Somos conscientes de que para consumir hay que producir y que para producir hay que consumir energía...y esto se transforma finalmente en la emisión desproporcionada de anhídrido carbónico a la atmósfera en cantidades muy superior a las necesidades del reino vegetal para su función clorofílica. Y que en el mundo de la movilidad la cifra de muertos en accidente de circulación es la causa primera de mortalidad por causas externas?.  

Desmond Tutu, propuso la necesidad de hacer una incansable pedagogía de lo que de debería ser un consumo responsable, así como educar para el control del deseo. Aunque reconoció que el deseo es el motor de muchas iniciativas, conviene discernir las que son por puro capricho personal, y aquellas otras iniciativas que van encaminadas al bien de la humanidad.  El capricho personal de querer sentirnos superiores a los demás, cuando compartimos la vía pública, es seguramente la primera causa de los accidentes. Desmond Tutu, se hacia esta pregunta: ¿"Quien es el otro para mi"? " Si  el otro es aquel al que debo superar, al que debo dominar... entonces estoy destruyendo lo mas hermoso de la humanidad... que es construir unas relaciones desde la igualdad y el respeto. Lo mismo podemos decir de la calidad de relación entre las personas, que la relación entre los pueblos. Ningún pueblo es mas importante que otro. Ninguna raza, ninguna cultura, es mas importante que otra. Todos somos iguales en dignidad" 

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