Influencia de la multiplicación de robots en la prevención de riesgos laborales

Influencia de la multiplicación de robots en la prevención de riesgos laborales

La automatización de los procesos productivos está extendiéndose a la mecanización de los procedimientos administrativos y su incidencia en la PRL ya se enfoca hablando de en qué medida los robots van a influir en la mejora o empeoramiento de la seguridad de los trabajadores de su entorno.
30 Noviembre 2020

Los Congresos anuales son una gran referencia para hacer cada año un análisis sobre el estado de situación de un determinado tema monográfico. Nuestro CERpIE lo sabe con su Congreso Internacional ORP anual sobre Prevención de Riesgos Laborales. Y el Mobile Congress de Barcelona lo contempla con los smartphones. Con la robótica el seguimiento se hace anualmente en la Hannover Messe, feria de referencia de la industria 4.0. donde se dan cita los mejores expertos. Desde la publicación FULLS del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña se ha recogido la valoración que hace Carles Soler, Director de Casiopea Robotics sobre las líneas más consolidadas y en progresión en el mundo de la robótica industrial:

 - La omnipresencia de la “nube” (cloud) como plataforma donde se hallan  alojados los datos y permiten al usuario el acceso al estado de los robots y al resultado de las analíticas.

 - La “realidad aumentada” (RA) que se halla ahora mismo en un momento de esplendor como elemento de desarrollo de la interacción hombre-robot muy pendiente de las actividades que la limitación física y mental de las personas pueden ser multiplicadas o implementadas por el robot.

 - Los “exoesqueletos” que amplían las prestaciones humanas clásicas de “plataforma-cerebro” y de “tentáculos-brazos” a otras actividades, movimientos o respuestas hasta ahora sin explotar ni explorar.

 El llamado “desembarco de las soluciones chinas”, todo un campo en eclosión debido a la intensidad y extensión de la robótica en China, hoy en día el país con más robots en producción que cuenta con 800 empresas del país que los fabrican que no llegan a cubrir el 50 % de las necesidades de la robótica industrial en su propio país. El nivel de expansión chino es tal que en las citas anuales de Hannover han venido supliendo su esfuerzo en presentar prototipos de robot a buscar distribuidores a nivel mundial especialmente en Europa. Prácticamente los prototipos de robot europeo están financiados por capital chino que está cubriendo la mayor parte de la inversión del “Centro alemán de Investigación de la Inteligencia Artificial”. En resumen puede afirmarse que los chinos tienen claras dos cosas: MERCADO I FINANCIACIÓN (market&funding): es para ellos mejor llegar a un acuerdo  para desarrollar proyectos conjuntamente que enfrentarse a un proyecto en exclusividad.

La robótica en cualquier caso viene demostrando que el ritmo de consolidación no lo marcan tanto las ideas geniales y novedosas sino la capacidad de llevar proyectos hasta el final. Las genialidades son inicialmente más folklóricas que prácticas. La verdadera línea de futuro está en la confluencia de una necesidad industrial con mucho campo de expectativas de mercado y con entidades o empresas financieras que vean un claro negocio en la demanda potencial que aporte soluciones robóticas sólidas. La estrategia de presente para el éxito del futuro está en preparar robots piloto convincentes y adaptar las estructuras, lo que puede permitir que el siguiente paso sea un salto mucho más rápido para aportar al cliente usuario de potencial de los robots una respuesta real, práctica y efectiva lo más económica posible. Quien no esté preparado para entrar en esta línea corre el serio peligro de desaparecer del mercado y quedarse con su proyecto de robot en una estantería.  

La Ingeniería y dentro de ella, la gestión de la prevención está cayendo en el frenesí de la automatización y la robótica. Desde que Kasparov se enfrentó en partidas del ajedrez al robot “Deep blue” poniendo en frente el cerebro humano a la perfección de un programa informático concebido para dar réplica y atacar al oponente, parece que ha entrado una fiebre de inferioridad de la persona ante el poderío de los robots. Pero éstos tienen un punto muy débil. No saben convivir ni con personas ni con otros robots. Salvo que en su proyecto se le incluyan circuitos que contemplen la comprensión de los límites humanos y la seguridad de los trabajadores o expertos que se encuentren en su área de influencia.

En su libro "Yo robot", Isaac Asimov exploraba la relación que tendríamos los humanos con los robots en la evolución del Siglo XXI en el que ya en sus primeras dos décadas nos están invadiendo los avances tecnológicos con una rapidez que supera ampliamente a la capacidad del hombre, sus instituciones, sus organizaciones y sus Administraciones para digerirlo y para gestionarlo. Unos robots que casi siempre sustituyen a los trabajadores y conductores para evitar que sufran riesgos y accidentes, pero que, cuidado, no garantizan al 100% la seguridad y la prevención de los riesgos.

Pronunciaba Asimov sus tres leyes de la robótica:

1.- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o por inacción, no puede permitir que un humano se haga daño durante su acción.

2.- Un robot tiene que obedecer las órdenes de los seres humanso, siempre que no entren en conflicto con la primera ley.

3.- Un robot tiene que proteger su propia existencia siempre que eso no entre en conflcto con las primera o la segunda ley.

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