¿Porqué no son visibles Asociaciones de Víctimas en accidente laboral?

Los que hemos trabajado en nuestra vida profesional en los dos ámbitos productores de accidentalidad de mayor repercusión social como son la circulación vial y el mundo del trabajo hemos tenido la oportunidad de estudiar, analizar y compartir el problema de los accidentes y víctimas y su posible prevención y corrección con instituciones y colectivos públicos y privados que dan voz a los afectados. Y más, como es en mi caso, si hemos estado además en puestos directivos de la sanidad pública observando y gestionando los flujos de personas con traumatismos hacia los centros ambulatorios y hospitalarios, viendo en ocasiones con impotencia cómo los quirófanos y las camas de medicina general eran ocupadas por los heridos en accidente en las épocas punta de las estadísticas de accidentalidad.

Las cifras de siniestralidad vial vienen triplicando las que aportan los accidentes de trabajo. Sin entrar en detalle diagnóstico, la cifra más objetiva sigue siendo la de muertos anuales que actualmente se viene moviendo en España alrededor de los 1800 muertos en tráfico y 600 muertos en trabajo. Hace 25 años existía la misma proporción de 6000 en vial y 2000 en laboral. Ello sin entrar en el capítulo de los accidentes laborales viales.

Desde el visor de un responsable público de la seguridad vial, históricamente  se viene teniendo muy en consideración el criterio, la colaboración y el apoyo de las potentes entidades de víctimas y familiares de accidentados de tráfico. AESLEME de lesionados medulares con su directora Mar Cogollos lideran la educación vial preventiva. PAT/APAT de víctimas de circulación que lideran Ole Thorson y Maria Eugenia Doménech han llegado a comandar puestos directivos en el Ayuntamiento de Barcelona y el Servei Catalá de Tránsit respectivamente. STOP ACCIDENTES es una entidad histórica presidida por Ana María Campo que hace seguimiento de casos concretos y, como las demás, aporta soluciones. ATRAD la más nueva, presidida por Elisa Soler, con un colectivo de colaboradores afectados de paraplelgia muy profesionales y activos (IMPACTUM) en promover sesiones formativas de seguridad vial en las empresas.  Todas ellas son un ejemplo de otras muchas de menor entidad pero que existen, sin menoscabo de no olvidar otro tipo de entidades que como RACE y RACC tienen sus secciones dedicadas al apoyo de las víctimas, asi como las asociaciones de usuarios representativos de colectivos más vulnerables en la vía pública como son los motoristas, los ciclistas y los peatones.

En nuestro recorrido por entidades públicas no hemos tenido constancia de la participación en programas generales de prevención de accidentes laborales, de asociaciones o entidades representativas de víctimas en accidente laboral. Existen, eso sí, algunas como ANDADE (Asociación Nacional de Amputados de España) que tiene como objetivo colaborar individualmente con heridos (de tráfico y laboral indistintamente) que han sufrido pérdidas de extremidades, en defensa de sus intereses particulares para lo que cuentan con el apoyo de gabinetes jurídicos que con sus abogados especialistas atienden el trámite procesal penal, civil o administrativo correspondiente a cada caso. Pero no las hemos visto participar en las Comisiones de Seguridad Laboral en las que se fijan las pautas para avanzar en objetivos de mejora de la prevención de riesgos en el trabajo, su evaluación y las medidas correctoras correspondientes.

Es muy probable que este rol de representación de las víctimas en accidente de trabajo, fluya en el ambiente que corresponde a las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, que en su cobertura formal y en respuesta a las cotizaciones que empresas y trabajadores formalizan con el pago de sus cuotas mensuales, aportan atención ambulatoria y hospitalaria a los trabajadores victimas en accidente laboral. Se trata de una línea híbrida o parapública, en el sentido de que el apoyo al accidentado en proporcional a las condiciones del contrato de trabajo y a las coberturas que la Mutua de AATT y EEPPs ofrecen en compensación a las modalidades de cuotas ingresadas. No es infrecuente que un trabajador lesionado deba demandar a una Mutua por no darle toda la cobertura sanitaria consecuente de un accidente de trabajo y tampoco es inusual que alguna Mutua vaya desviando a trabajadores accidentados hacia el sistema sanitario público de la Seguridad Social. Un tema espinoso, si cabe escabroso, y afortunadamente no frecuente pero realmente existente. Las Mutuas de AATT y EEPPs son las grandes instituciones privadas que con dinero público gestionan los derechos de atención a los accidentados laborales. Un tema que nunca ha sido debatido en profundidad por pasar sobre la maroma público-privada y que merecerá ser motivo de un artículo específico en nuestro Blog con una visión de futuro de las grades prestaciones que pueden derivarse para los accidentados de una consolidación de las Mutuas en el marco de la atención a los accidentados y a sus familias.