El Neocolonialismo de la Inteligencia Artificial (IA)
El Neocolonialismo de la Inteligencia Artificial (IA)
Después de que los países postcoloniales del llamado sur global alcanzaran la independencia en la segunda mitad del Siglo XX, las corporaciones multinacionales extranjeras continuaron dominando las economías de estas naciones mediante la extracción de sus recursos, seguida de la reventa de los productos terminados a estas mismas naciones africanas. Es decir que la descolonización no supuso independencia económica para estos países sino más bien todo lo contrario, pues provocó que los países postcoloniales se sumieran en una situación económica y política más dependiente que nunca. Es lo que conocemos con el nombre de neocolonialismo, que no solo sigue vigente sino que se ha incrementado debido a la digitalización, en particular con la inteligencia artificial (IA), desarrollada casi exclusivamente por las grandes corporaciones basadas en visiones occidentales del mundo (según señala Sabelo Mhalambi de la Universidad de Harvard) alrededor de cuyo criterio se han unido otros expertos en ciencias sociales y derechos humanos quienes defienden que se debe permitir alos países históricamente marginados a decidir y construir un futuro socio-técnico digno amedida que avanzamos hacia la era algorítmica.
Pero ¿qué significa descolonizar la IA?. Los sistemas de inteligencia artifical no se construyen ni se despliegan por si mismos sino que son el resultado de un conjunto de decisiones tomadas por personas, desde los expertos en IA que identifican los problemas a resolver y desarrollan los algoritmos, hasta los inversores que deciden las aplicaciones a financiar y quienes las van a desplegar y cómo. Si estas capacidades para crear y desplegar la IA se concentran en expertos e inversores con una visión occidental del mundo, entonces sus decisiones estarán sesgadas pues no tendrán en cuenta las necesidades, preferencias y objetivos de millones de personas de otras naciones y culturas que, sin embargo, se verán afectadas por el alcance global de los monopolios tecnológicos . Esto es, esencialmente neocolonialismo económico. Por lo tanto, cuando hablamos de descolonizar laIA nos referimos a descolonizar todo el proceso: desde decidir los problemas a resolver hasta decidir cuáles financiar y desplegar
El poder de la IA radica en la creencia, errónea, de que la IA toma decisiones racionales y correctas. Dado que la IA se puede implementar a gran escala para automatizar la tomas de decisiones, y dado que la mayoría de la gente parece confiar acríticamente en las decisiones que delegamos en las máquinas, acabamos dando, estúpidamente, mucho poder a la IA. Históricamente, las personas hemos confiado en fuentes supuestamente en fuente poseedoras de la “verdad”. Desde los oráculos griegos hasta las religiones que apelan con frecuencia a la voluntad y racionalidad de Dios. Y hoy, la IA con sus supuestas decisiones “correctas y racionales” viene jugando un papel de un “dios” envuelto en racionalidad. Efectivamente, si suponemos que la IA toma siempre la decisión correcta y lógica, entonces podemos, por ejemplo, utilizarla como justificación de decisiones de contratar o no contratar a alguien para un trabajo, de conceder o denegar un préstamo, de encarcelar o liberar a un acusado o, incluso, en el caso de armas letales autónomas, de matar o no a alguien. Damos ese inmenso poder al sistema, y de paso, nos libramos de responsabilidades. Con la excusa de ese poder, ahora también nos basamos cada vez más en la IA para justificar el neocolonialismo económico. Afortunadamente en América Latina y Africa ya han surgido iniciativas en contra de esta colonización de las IA, a las que se han unido algunas Universidades occidentales, ofreciendo becas, organizando talleres y debates. El objetivo de la descolonización es, pues, alejarse de los sesgos occidentales, adoptando una visión más realista del mundo que incluya aquellas preocupaciones que los países del sur global consideran relevantes e importantes. La colonización nunca ha sido una cuestión de raza o dominación “per sé”. La cuestión principal la tenemos en el conocido slogan de la campaña electoral de Bill Clinton: “Es la economía, estúpido” (elevado al cubo en la época Trump), tratando de seguir nutriendo a un capitalsmo insaciable. El racismo surgió para justificar la codicia económica cuando los colonizadores vieron la oportunidad de capitalizar los recursos extraídos del continente africano.
Las grandes corporaciones tecnológicas globales están impulsadas también por la codicia de obtener más y más beneficios en un mundo dominado por la claramente insostenible economía del crecimiento. Estas corporaciones tienen demasiada influencia en la sociedad y no son responsables ante nadie. Y, con su poder, influencian de forma en que todos vemos y experimentamos el mundo, sobre todo cuando lo experimentamos digitalmente. Para evitarlo esnecesario adoptar una visión descolonizadora, es decir, la idea de que podemos hacer “Inteligencias Artificiales” basadas en visiones diferentes del mundo…