Vehículos autónomos: ¿prestigio o ridículo?

Vehículos autónomos: ¿prestigio o ridículo?

En plena euforia de avances tecnológicos incorporados a los vehículos a motor, algunas marcas de automóvil e incluso algunos Gobiernos de países intentan promocionar, lanzar e incluso homologar modelos de vehículos sin conductor que puedan incorporarse al tráfico general. Las campañas de presentación hablan de vehículos autónomos pero cuando se analizan prestaciones, riesgos e incluso escenarios para circular, hasta ahora no dejan de ser una especie de juego imposible de autorizar su libre circulación. Los prototipos que se presentan no son, desde luego, ningún modelo de seguridad vial.
28 Febrero 2022

Aunque Tesla, la marca de automóviles de Elon Musk, viene liderando proyectos muy atrevidos de vehículos de turismo en base a prototipos que ha lanzado a la venta rompiendo los esquemas convencionales  del mercado histórico de la automoción con motores de combustible derivados del petróleo y entrando en la utilización del vehículo eléctrico, no ha corrido la misma suerte cuando en 2020 encajó un duro revés en su propuesta de vehículo autónomo (sin conductor) al rechazar un tribunal  el modelo “Autopilot” considerando que el sistema de conducción autónoma que Tesla ofrecía, no cumplía con las prestaciones que intentaba acreditar. No nos cabe duda de que en el trasfondo del pleito se estaba desarrollando una dura lucha del mercado tradicional contra el descaro de la marca innovadora que pretende seguir yendo por libre en la aplicación de las nuevas tecnologías.

Las marcas europeas que se han decidido a invertir en investigaciones para poder ofrecer modelos sin conductor competitivos están cayendo en la precipitación porque  los prototipos que presentan  siguen quedándose cortos en relación con las prestaciones que  podrían interesar a cualquier comprador. En concreto Alemania se ha erigido como el primer país del mundo en “autorizar” la conducción autónoma: los medios de comunicación han hecho público que la KBA (Autoridad Alemana del Transporte por Carretera) cuya “oficialidad” no nos queda del todo clara, ha concedido a Mercedes-Benz la “homologación” del sistema de conducción autónoma de nivel 3, que está a medio camino de la automatización completa, ya que requiere que el conductor esté siempre preparado para actuar en caso de peligro. Los clientes que adquieran un Mercedes clase S ó EQS podrán equipar en sus coches la tecnología “Drive Pilot” que permite conducir en modo “condicionalmente automatizado”.   La normativa que permite el uso del “Drive Pilot” de Mercedes Benz recoge una serie de condiciones muy estrictas: la velocidad del sistema autónomo se fija en un máximo de 60 Km/h y solo se permite su activación en situaciones de tráfico denso o congestionado en los tramos de red de autopistas “Autobahn” preparados para este fin. Durante los episodios de conducción autónoma, el equipamiento del “Drive Pilot” permite al conductor realizar tareas auxiliares en la pantalla central, como efectuar compras “on line” o gestionar ocrreos electrónicos.

Paralelamente, Hyundai se ha asociado con Motional, una empresa considerada líder mundial en todas las vertientes tecnológicas relacionadas con la conducción autónoma, para desarrollar un proyecto de taxi capaz de circular sin llevar a nadie al volante. El resultado de esta colaboración se ha plasmado en el “Ioniq 5 Robotaxi”, prototipo destinado a poner a prueba el compendio técnico de un proyecto que debería ver la luz mediante una flota de vehículos destinados al transporte de personas anunciado para el año 2022. Aunque todavía se encuentra en fase de “concept car”, este automóvil se ha equipado con todos los elementos tecnológicos necesarios para alcanzar un nivel 4 de conducción autónoma que le permitirán circular sin que nadie cogiera su volante en vías especialmente dotadas para tal tipo de vehículos. Tales limitaciones se palian anunciando que el Hyundai Ioniq 5 tiene “vocación ecológica” por albergar un sistema de propulsión eléctrico de “última generación”. Este modelo sorprende por la aparatosidad de sus apéndices que se han incorporado en la carrocería, pues posee unas visibles proturberancias que son un conjunto de sensores compuesto por más de 30 cámaras y radares destinados a proporcionar una percepción de 360 grados sobre todo lo que rodea al coche, con el fin de detectar cualquier objeto y garantizar un funcionamiento seguro en múltiples entornos. Los representantes de la marca anuncian que han implantado una serie de sistemas redundantes para “garantizar la seguridad y comodidad de los pasajeros” del “Robotaxi” en los sistemas de navegación, dirección, frenado y gestión electrónica del motor, oprando siempre a través de órdenes dobles. Finalmente anuncian que se ha desarrollado un programa de asistencia específico para proporcionar ayuda remota en casos de que el vehículo tenga que afrontar escenarios inusuales en la carretera como obras o inundaciones.

Leídos los proyectos no podemos ocultar la sensación de que en la lucha por el “yo primero”  entre las marcas y países, se detecta una muy poca fiabilidad de la autonomía de los vehículos que se anuncian y lo que es peor, de su seguridad.  

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